Las montañas de Yunasán nunca habían estado tan altas como aquel día en que ella falleció.
Por una extraña razón Arsen pidió que le llevarán allí junto el cuerpo de la guerrera y también pidió que se le hiciera un funeral digno de ella.
El viento soplaba frío, tal cual soplaba la noche en que se reencontró con ella. Todo estaba triste.
Los muchos lamentos se oían en un eco en lo profundo de aquella ilera de montañas.
Aquella espada, la que portaba con mucho honor la pelinegra que poseía el ojo dorado, fue enterrada junto a su tumba como símbolo de valentía y lealtad.
Durante años se difundió una leyenda acerca de unos seres fantásticos, los cuales poseían un ojo dorado. Comúnmente llamados seres del Ojo Dorado o los seres llamados de la luz nocturna. Criaturas sobrenaturales nacidas para hacer cosas maravillosas.
Cuatro hijos de Selene, diosa de la luna, arribaban a la tierra en un periodo de mil años, destinados a batallar contra una gran adversidad.
Una de ellas, y la más sobresaliente, fue nombrada Io, como su nombre terrenal. Fue críada la mitad de su vida por una familia campestre, quien fue asesinada. Su segundo padre, Danzel Brooke, guerrero tipo 1 asesinado por un ser del Ojo Dorado.
No caben las palabras para describir su trágica vida, pero el mundo la conoció y perdurará al pasar de los años, como Io, el ser del Ojo Dorado, quien nos salvó de nuestra propia ambición.
Será recordada, no por la manera en como murió, sino por la razón por la cual se sacrificó.
Debo decir que esta historia jamás me perteneció. Nunca fui el héroe. Solo fui un testigo que se encargó de difundir el legado de una héroe, mejor dicho, heroína.
Aun sigo, a pesar de los años, sentado en una piedra adyacente a su tumba, disfrurando de una fría ventisca y del olor a rocío y llovizna.
Han pasado años, tantos, no me he puesto a cuatificarlos.
Las tribus me conocen como Arsen el declarante de las verdades o el anciano de las altas montañas de Yunasán.
"Haré que tu muerte no sea en vano" pensé mientras un rápido recuerdo de la muerte de Io pasó por mi mente.
-He cumplido mi promesa... Solo espero encontrarte al momento de partir.
Memorias de Arsen Clotcher
Ojo Dorado
Noviembre 12 del 4796.
Fin
Descripción
Muchas historias acerca una especie extinta de seres
sobrenaturales moreodeaba por los oídos de las poblaciones de los cuatro
sectores: las llanuras de Contoy, las montañas de Yunasán,el bosque de Jionil y
las cosas de Siepre. Les decían "Los llamados de la luz noctura" o "Los del ojo dorado".
sobrenaturales moreodeaba por los oídos de las poblaciones de los cuatro
sectores: las llanuras de Contoy, las montañas de Yunasán,el bosque de Jionil y
las cosas de Siepre. Les decían "Los llamados de la luz noctura" o "Los del ojo dorado".
lunes, 2 de abril de 2012
jueves, 22 de marzo de 2012
Capítulo 14
Testigo de tu legado
Arsen abrió los ojos lentamente, su visión era borrosa así que parpadeó varias veces para poder distinguir dónde estaba y que era lo que estaba pasando.
Observó el techo de madera y olió la sazón del caldo que alguien cocinaba.
Trató de levantarse, pero no pudo. No podía sentir sus piernas; sin embargo, sientía un tremendo dolor en su vientre.
Él recordó que lo último que vio fue que una filosa espada trató de atravesar su vientre y el dolor que sintió era algo similar al que estaba sintiendo en esos momentos, pero con menor intensidad.
Se volvió a recostar, algo molesto.
Respiró profundamente, para volver a intentar levantarse.
Una voz conocida sonó levemente.
-Ya despertó - dijo Jessi acercándose para volverlo a acostar - aun no puedes levantarte, estás muy herido.
En escena apareció Blake y los demás Ghost Killers. Se veían golpeados y cansados.
-¿Qué pasó? - preguntó Arsen en un murmullo.
-Debes descansar - dijo Jessie tocando su frente con sutileza.
-Jessie - dijo Blake tomandola del hombro - es mejor que le contemos lo que ha pasado.
-Pero, Blake, él está muy débil - dijo Jessie.
-Ya ha pasado dos días - dijo Blake - está consiente y puede asimilarlo.
-¿Qué pasa? - volvió a preguntar Arsen.
Jessi agachó la cabeza y luego miró hacia su costado.
-No lo diré yo - dijo Jessie.
Arsen los miró extrañado.
-¿Qué sucede? - repitió Arsen.
Blake respiró profundo y pensó por unos momentos lo que iba a decir, o mejor dicho, cómo lo iba a decir.
-Mira Arsen - dijo Blake haciendo pausas largas al hablar - Es difícil decir esto y aun más duro... aceptarlo.
Lorak quien estaba presente soltó el llanto y hundiendo su cara en el pecho de su conpañero Menfis tratando de apagar la sonoridad de sus quejidos.
-Cuando nos reusamos a dejarlos allí, peleando solos, nos regresamos los Ghost Killers y yo. Jessie te llevaba hacia un lugar seguro. - dijo Blake tratando de sonar calmado.
-Tratamos de salvarla, pero fue demasiado tarde - dijo Blake - en parte... ella estaba demasiado débil.
Arsen confundido los miró a todos, para confirmar que lo que estaba pensando no era real.
-¿Quién? - preguntó Arsen.
Todos callaron por miedo a la reacción que Arsen pudiera tener.
-¡Quién! - exclamó Arsen.
-Io... - dijo Lorak con la voz quebrada.
Arsen los miró atónito, aunque esa reacción cambió drasticamente a una actitud de desesperación.
Arsen trató de levantarse, pero lo que hizo fue caerse de la cama, esto le causó un dolor indescriptible, dejando soltar un grito desgarrador.
-¡Maldición! - exclamó Arsen quejándose por el dolor.
Blake y Jessie dueron de inmediato a levantarle.
-¡Suéltenme! - gritó Arsen hamaqueándose para que lo dejaran en paz - ¡Lárguense!... ¡Lárguense!
Todos salieron lo más deprisa posible.
Arsen soltó por fin un llanto amargo que empapaba el suelo formando una corriente y un reflejo.
-¿Por qué no te salvé? - murmuró - ¡Debías vivir!... Daría lo que fuera para poder evitar esto.
Arsen alzó la cabeza.
Conjuntamente a su cama había otra con una sábana blanca y un bulto debajo de aquella clara tela.
Arsen se arrastró, aguantando el dolor de su herida, hasta llegar a ver lo que había sobre el colchón.
Arsen haló la tela blanca dejando al descubierto el pálidao e inerte rostro de Io.
Arsen acarició su rostro mientras repetía muchas veces "Vive".
Luego de algunos minutos, Arsen logró calmarse. Y dijo:
-No dejaré que mueras en vano - dijo Arsen en tono firme - el mundo conocerá lo que hiciste por ellos. Yo seré un testigo de tu legado.
Arsen abrió los ojos lentamente, su visión era borrosa así que parpadeó varias veces para poder distinguir dónde estaba y que era lo que estaba pasando.
Observó el techo de madera y olió la sazón del caldo que alguien cocinaba.
Trató de levantarse, pero no pudo. No podía sentir sus piernas; sin embargo, sientía un tremendo dolor en su vientre.
Él recordó que lo último que vio fue que una filosa espada trató de atravesar su vientre y el dolor que sintió era algo similar al que estaba sintiendo en esos momentos, pero con menor intensidad.
Se volvió a recostar, algo molesto.
Respiró profundamente, para volver a intentar levantarse.
Una voz conocida sonó levemente.
-Ya despertó - dijo Jessi acercándose para volverlo a acostar - aun no puedes levantarte, estás muy herido.
En escena apareció Blake y los demás Ghost Killers. Se veían golpeados y cansados.
-¿Qué pasó? - preguntó Arsen en un murmullo.
-Debes descansar - dijo Jessie tocando su frente con sutileza.
-Jessie - dijo Blake tomandola del hombro - es mejor que le contemos lo que ha pasado.
-Pero, Blake, él está muy débil - dijo Jessie.
-Ya ha pasado dos días - dijo Blake - está consiente y puede asimilarlo.
-¿Qué pasa? - volvió a preguntar Arsen.
Jessi agachó la cabeza y luego miró hacia su costado.
-No lo diré yo - dijo Jessie.
Arsen los miró extrañado.
-¿Qué sucede? - repitió Arsen.
Blake respiró profundo y pensó por unos momentos lo que iba a decir, o mejor dicho, cómo lo iba a decir.
-Mira Arsen - dijo Blake haciendo pausas largas al hablar - Es difícil decir esto y aun más duro... aceptarlo.
Lorak quien estaba presente soltó el llanto y hundiendo su cara en el pecho de su conpañero Menfis tratando de apagar la sonoridad de sus quejidos.
-Cuando nos reusamos a dejarlos allí, peleando solos, nos regresamos los Ghost Killers y yo. Jessie te llevaba hacia un lugar seguro. - dijo Blake tratando de sonar calmado.
-Tratamos de salvarla, pero fue demasiado tarde - dijo Blake - en parte... ella estaba demasiado débil.
Arsen confundido los miró a todos, para confirmar que lo que estaba pensando no era real.
-¿Quién? - preguntó Arsen.
Todos callaron por miedo a la reacción que Arsen pudiera tener.
-¡Quién! - exclamó Arsen.
-Io... - dijo Lorak con la voz quebrada.
Arsen los miró atónito, aunque esa reacción cambió drasticamente a una actitud de desesperación.
Arsen trató de levantarse, pero lo que hizo fue caerse de la cama, esto le causó un dolor indescriptible, dejando soltar un grito desgarrador.
-¡Maldición! - exclamó Arsen quejándose por el dolor.
Blake y Jessie dueron de inmediato a levantarle.
-¡Suéltenme! - gritó Arsen hamaqueándose para que lo dejaran en paz - ¡Lárguense!... ¡Lárguense!
Todos salieron lo más deprisa posible.
Arsen soltó por fin un llanto amargo que empapaba el suelo formando una corriente y un reflejo.
-¿Por qué no te salvé? - murmuró - ¡Debías vivir!... Daría lo que fuera para poder evitar esto.
Arsen alzó la cabeza.
Conjuntamente a su cama había otra con una sábana blanca y un bulto debajo de aquella clara tela.
Arsen se arrastró, aguantando el dolor de su herida, hasta llegar a ver lo que había sobre el colchón.
Arsen haló la tela blanca dejando al descubierto el pálidao e inerte rostro de Io.
Arsen acarició su rostro mientras repetía muchas veces "Vive".
Luego de algunos minutos, Arsen logró calmarse. Y dijo:
-No dejaré que mueras en vano - dijo Arsen en tono firme - el mundo conocerá lo que hiciste por ellos. Yo seré un testigo de tu legado.
viernes, 9 de marzo de 2012
Capítulo 13
Io desenvainó su espada y la apuntó en dirección a Iván.
-No quiero hacerlo - dijo Io observándolo.
-No puedes hacer nada, más que pelear - dijo Iván chocando su espada contra la de Io - Negarás haber nacido, fenómeno.
La btalla comenzó con un suspiro, de tristeza y decepción.
Io había llegado a quere a Iván, tanto que le llamaba hermano. Ahora, sin saber cuanto rencor le guardaba Iván a ella, pelearía a muerte contra él.
Arsen quedó estático frente a la reñida pelea entre los presentes, estaba sorprendido de la habilidad que Iván tenía; estaba sobrellevando la gran fuerza y destreza de Io, una guerra tipo 1 y un ser del Ojo dorado.
-Como en los viejos tiempos - murmuró Iván a Io.
-Recuerdas que siempre te vencía - dijo Io defendiéndose de un ataque de Iván.
-Era suerte de principiante, además tenías la ventaja de ser un ser sobrenatural - dijo Iván - ahora se puede decir que estamos con fuerza y poder equivalentes.
-¿Qué quieres decir? - preguntó Io retrocediendo.
El cuerpo de Iván comenzó a irradiar una luz violacea y su ojo azulado derecho se convirtió en un verde fosforecente.
-Tenía que probar mi propia hipótesis - dijo Iván - y funciona.
-¡Pero qué haz hecho!- exclamó Io - no sabes cuales son los efectos de ese experimentos, podrías morir.
-Estoy dispuesto ha hacerlo con tal de llevar la paz a este decrépito planeta - dijo Iván - pero primero debo desacerme de aquello que se interpone entre el destino de este mundo y la paz. Pagarás tus pecados y seré testigo de que sufras hasta que ruegues la muerte.
-Pues si tanto anhelas matarme - dijo Io - hazlo.
Arsen abrió los ojos por aquella respuesta, quedó completamente atónito.
"¿Se rendira así de fácil?" pensó Arsen mirando incrédulo la situación.
-Me da gusto que aceptes tu culpa, eso hace más rápido todo este enredo - dijo Iván preparándose para atacar a Io.
La del Ojo dorado había esperado ese momento con tantas ansias que ya no le importaba en la forma en que iba a morir, lo único que le interesaba era que todo aquello sucediera rápido y sin dolor.
Iván agitaba su espada de un lado a otro, practicando el golpe en el punto clave para que muriera espedito.
Io cerró sus ojos y respiró profundamente, tiró su espada al suelo y esperó a que aquel ardor apareciera.
Un grito desgarrador se oyó como un eco en los pasillos vacíos de la organización, el suelo de la oficina presidencial estaba empapado en sangre que corría en todas las direcciones.
Iván observó sorpendido lo que había sucedido.
-Maldito... - murmuró Iván.
Arsen quien se encontraba tirado en el suelo, colocando ambas manos en su vientre tratando de detener, la inevitable, hemorragia.
-¿Qué has hecho? - dijo Io agachándose para ayudar a Arsen.
En aquel momento de distracción, Iván aprovechó para atravezar el pecho de Io.
La boca de la del Ojo Dorado empezó a salir sangre y al ver la espada de su hermanastro atravesando su torso, sonrió para sí misma.
-Si esta ha de ser mi última batalla, pues la terminaré victoriosa - dijo Io tomando su espada, que manchada por la sangre de Arsen, daba un sádico final.
Io movió su cuerpo, utilizando sus últimas fuerzas, cortando así ambas piernas de Iván, quien cayó directo al suelo.
-¡Maldita! - exclamó Iván mientras chillaba de dolor.
-Si moriremos aquí - murmuró Io, tratando de permanecer viva, mientras se arrastraba en dirección a Iván - moriremos con honor.
-¿Qué... tratas de hacer? - dijo Iván observando a Io alzar su espada y apuntando en dirección al corazón del rubio.
-Nos veremos en otra vida, hermano - seguido de ello Io clavo la espada justo en el corazón de Iván.
Io al no tener más fuezas cayó rendida al suelo.
Observó la tétrica imagen de Iván: sus ojos abiertos observando con espanto el techo, la espada clava en el pecho, y un chorrito de sangre cayendo lentamente en el vértice de sus labios.
-Gra...cias - murmuró Io en voz ahogada.
Arsen quien su vista se había nublado hace varios segundos tuvo la fuerza suficiente para reconocer la mano de Io y apretarla dentro de la suya.
-No dejaré que mueras... - dijo Arsen citando sus propias palabras - pero si mueres, yo moriré contigo.
-Aun... sigues creyendo... que soy un ángel - dijo Io sin quitar su vista de Iván.
-Eres mi ángel... de eso estoy seguro - dijo Arsen.
Io sonrió mientras cerraba los ojos.
Aquella frase había reconfortado años de sufirmiento y rencor, había sanado aquel odio que había demacrado su corazón lentamente.
-No quiero hacerlo - dijo Io observándolo.
-No puedes hacer nada, más que pelear - dijo Iván chocando su espada contra la de Io - Negarás haber nacido, fenómeno.
La btalla comenzó con un suspiro, de tristeza y decepción.
Io había llegado a quere a Iván, tanto que le llamaba hermano. Ahora, sin saber cuanto rencor le guardaba Iván a ella, pelearía a muerte contra él.
Arsen quedó estático frente a la reñida pelea entre los presentes, estaba sorprendido de la habilidad que Iván tenía; estaba sobrellevando la gran fuerza y destreza de Io, una guerra tipo 1 y un ser del Ojo dorado.
-Como en los viejos tiempos - murmuró Iván a Io.
-Recuerdas que siempre te vencía - dijo Io defendiéndose de un ataque de Iván.
-Era suerte de principiante, además tenías la ventaja de ser un ser sobrenatural - dijo Iván - ahora se puede decir que estamos con fuerza y poder equivalentes.
-¿Qué quieres decir? - preguntó Io retrocediendo.
El cuerpo de Iván comenzó a irradiar una luz violacea y su ojo azulado derecho se convirtió en un verde fosforecente.
-Tenía que probar mi propia hipótesis - dijo Iván - y funciona.
-¡Pero qué haz hecho!- exclamó Io - no sabes cuales son los efectos de ese experimentos, podrías morir.
-Estoy dispuesto ha hacerlo con tal de llevar la paz a este decrépito planeta - dijo Iván - pero primero debo desacerme de aquello que se interpone entre el destino de este mundo y la paz. Pagarás tus pecados y seré testigo de que sufras hasta que ruegues la muerte.
-Pues si tanto anhelas matarme - dijo Io - hazlo.
Arsen abrió los ojos por aquella respuesta, quedó completamente atónito.
"¿Se rendira así de fácil?" pensó Arsen mirando incrédulo la situación.
-Me da gusto que aceptes tu culpa, eso hace más rápido todo este enredo - dijo Iván preparándose para atacar a Io.
La del Ojo dorado había esperado ese momento con tantas ansias que ya no le importaba en la forma en que iba a morir, lo único que le interesaba era que todo aquello sucediera rápido y sin dolor.
Iván agitaba su espada de un lado a otro, practicando el golpe en el punto clave para que muriera espedito.
Io cerró sus ojos y respiró profundamente, tiró su espada al suelo y esperó a que aquel ardor apareciera.
Un grito desgarrador se oyó como un eco en los pasillos vacíos de la organización, el suelo de la oficina presidencial estaba empapado en sangre que corría en todas las direcciones.
Iván observó sorpendido lo que había sucedido.
-Maldito... - murmuró Iván.
Arsen quien se encontraba tirado en el suelo, colocando ambas manos en su vientre tratando de detener, la inevitable, hemorragia.
-¿Qué has hecho? - dijo Io agachándose para ayudar a Arsen.
En aquel momento de distracción, Iván aprovechó para atravezar el pecho de Io.
La boca de la del Ojo Dorado empezó a salir sangre y al ver la espada de su hermanastro atravesando su torso, sonrió para sí misma.
-Si esta ha de ser mi última batalla, pues la terminaré victoriosa - dijo Io tomando su espada, que manchada por la sangre de Arsen, daba un sádico final.
Io movió su cuerpo, utilizando sus últimas fuerzas, cortando así ambas piernas de Iván, quien cayó directo al suelo.
-¡Maldita! - exclamó Iván mientras chillaba de dolor.
-Si moriremos aquí - murmuró Io, tratando de permanecer viva, mientras se arrastraba en dirección a Iván - moriremos con honor.
-¿Qué... tratas de hacer? - dijo Iván observando a Io alzar su espada y apuntando en dirección al corazón del rubio.
-Nos veremos en otra vida, hermano - seguido de ello Io clavo la espada justo en el corazón de Iván.
Io al no tener más fuezas cayó rendida al suelo.
Observó la tétrica imagen de Iván: sus ojos abiertos observando con espanto el techo, la espada clava en el pecho, y un chorrito de sangre cayendo lentamente en el vértice de sus labios.
-Gra...cias - murmuró Io en voz ahogada.
Arsen quien su vista se había nublado hace varios segundos tuvo la fuerza suficiente para reconocer la mano de Io y apretarla dentro de la suya.
-No dejaré que mueras... - dijo Arsen citando sus propias palabras - pero si mueres, yo moriré contigo.
-Aun... sigues creyendo... que soy un ángel - dijo Io sin quitar su vista de Iván.
-Eres mi ángel... de eso estoy seguro - dijo Arsen.
Io sonrió mientras cerraba los ojos.
Aquella frase había reconfortado años de sufirmiento y rencor, había sanado aquel odio que había demacrado su corazón lentamente.
viernes, 10 de febrero de 2012
Capítulo 12
Io agitaba su espada en todas las direcciones. Oía la risa de Querima, pero no podía verla.
-Eres una farsa - dijo Querima - eres débil.
Io miró a todas partes.
-Tú eres la débil. Te escondes de mi, porque sabes que no puedes - dijo Io mirando a Arsen y los demás que ya estaban empezando a destruir toda muestra de sangre y otras cosas en el laboratorio.
-Tu poder es inferior. Deja de ser tan presumida y acéptalo - dijo Querima entre risas.
Io no podía usar su poder contra ella, necesitaba verla para poder entrar en su mente, si no lo hacía, era imposible.
-¿Por qué no te vuelves visible y peleas cara a cara? - preguntó Io - viendo la situación, podríamos quedarnos toda una eternidad. Aun me falta más de un siglo de vida, no sería problema.
Querima odiaba la arrogancia de Io y también que presumiera y subestimara las habilidades de los demás. Querima se volvió visible nuevamente.
-Esta vez sé valiente y pelea cara a cara - dijo Io alzando el sable en dirección a Querima, quien fue la primera en atacar. Io se defendió rápidamente y atacó a Querima, le hizo una cortada en el brazo izquierdo.
Arsen y los demás ya habían destruido por completo el laboratorio.
-¿Dónde está Iván? - preguntó Arsen.
-En su oficina - dijo Lorak - pero no es recomendable que vayan.
-¿Por qué no? - preguntó Jessie - debemos matar tiempo, sino no podremos salir de aquí a tiempo.
-No podrán matarlo - intervino Shen - la única que cosa que puede matarlo es el esperimento que Danzel Brooke creó...
Arsen lo miró asustado.
-Io...
Todos se miraron entre sí.
-Entonces... ¿Io morirá? - preguntó Arsen observando la reñida pelea entre Querima y la del Ojo Dorado.
-Es una posibilidad - contestó Menfis - Pero puedo asegurar que nadie a podido derrotar a Io desde que ingresó a la organización. Y... Iván, casi hermano de Io, a recibido la misma estrcita metodología que solo el maestro Danzel daba. Así, que no es cosa segura.
El sonido de las espadas de Querima e Io rechinaron sacando a todos de sus pensamientos.
Io hizo un movimiento que hizo que Queirma cayera al suelo y la espada de Io se situara en el cuello de la peliroja.
-No te mataré - dijo Io apartando su sable de Querima.
Io se dispuso a ir donde Iván.
-Maldita... - murmuró Querima para sí. Se levantó y corrió en dirección a Io con su espada apuntando hacia la del Ojo Dorado.
Io sintió la presencia de un extraño poder y giró su cuerpo y su espada cortó la cabeza de Querima la cual salió rodando.
-Perdoné tu vida - susurró Io - amiga mía.
Lorak dejó caer su sable y miró incredula la escena.
-Querima... ha muerto - dijo Lorak con voz ahogada.
Io miró hacia sus colegas.
-¿Qué esperan? - preguntó Io - pronto vendrán los uniformados, tienen que irse.
Arsen puso un paso al frente.
-Dejaré que continuen sin mí - advirtió Arsen - Hoy pagaré una deuda pendiente.
Arsen enfocó su vista hacia Io.
-Por favor salgan de aquí - dijo Arsen - rápido.
Jessie asintió.
-Promete que saldrán con vida - dijo Jessie.
-Lo prometo - aseguró Arsen.
-Vamos - apresuró Lorak.
Blake, Jessie y los demás corrieron hacia la salida para intentar que los guardaias no intervinieran en aquella batalla que era inevitable detener.
-Saldré mi cuenta pendiente - dijo Arsen a Io.
-No tienes que hacerlo - dijo Io con autosuficiencia - puedes salvarte a ti mismo, no es necesario que intentes arriesgar tu vida en vano.
-No en vano. Si mueres, aquel ángel que ha cuidado durante tantos años de esas pesadillas de muerte y persecusión también se irá y no quiero eso - dijo Arsen.
-No me veas como un ángel - dijo Io - la niña que viste hace tantos años desapareció, solo tratada de terminar con ese sufrimiento que tanto le lastima.
-Pues si así lo quieres, por qué no morirmos juntos - dijo Arsen - me reuso a perderte.
-Tu mente te engaña - dijo Io - pero si quieres morir, no te detendré.
Io comenzó su caminata hacia la oficina de Iván. Arsen le seguía el paso.
Io caminó por aquellos pasillos a las que siempre le había llamado hogar y ver al ser a quien siempre había nombrado hermano con una espada en la mano y con un corazón manchado y oscuro por el rencor y la envidia.
-Por fin nuestro encuentro llegó - dijo Iván observando a su hermanastra frente a él.
-Eres una farsa - dijo Querima - eres débil.
Io miró a todas partes.
-Tú eres la débil. Te escondes de mi, porque sabes que no puedes - dijo Io mirando a Arsen y los demás que ya estaban empezando a destruir toda muestra de sangre y otras cosas en el laboratorio.
-Tu poder es inferior. Deja de ser tan presumida y acéptalo - dijo Querima entre risas.
Io no podía usar su poder contra ella, necesitaba verla para poder entrar en su mente, si no lo hacía, era imposible.
-¿Por qué no te vuelves visible y peleas cara a cara? - preguntó Io - viendo la situación, podríamos quedarnos toda una eternidad. Aun me falta más de un siglo de vida, no sería problema.
Querima odiaba la arrogancia de Io y también que presumiera y subestimara las habilidades de los demás. Querima se volvió visible nuevamente.
-Esta vez sé valiente y pelea cara a cara - dijo Io alzando el sable en dirección a Querima, quien fue la primera en atacar. Io se defendió rápidamente y atacó a Querima, le hizo una cortada en el brazo izquierdo.
Arsen y los demás ya habían destruido por completo el laboratorio.
-¿Dónde está Iván? - preguntó Arsen.
-En su oficina - dijo Lorak - pero no es recomendable que vayan.
-¿Por qué no? - preguntó Jessie - debemos matar tiempo, sino no podremos salir de aquí a tiempo.
-No podrán matarlo - intervino Shen - la única que cosa que puede matarlo es el esperimento que Danzel Brooke creó...
Arsen lo miró asustado.
-Io...
Todos se miraron entre sí.
-Entonces... ¿Io morirá? - preguntó Arsen observando la reñida pelea entre Querima y la del Ojo Dorado.
-Es una posibilidad - contestó Menfis - Pero puedo asegurar que nadie a podido derrotar a Io desde que ingresó a la organización. Y... Iván, casi hermano de Io, a recibido la misma estrcita metodología que solo el maestro Danzel daba. Así, que no es cosa segura.
El sonido de las espadas de Querima e Io rechinaron sacando a todos de sus pensamientos.
Io hizo un movimiento que hizo que Queirma cayera al suelo y la espada de Io se situara en el cuello de la peliroja.
-No te mataré - dijo Io apartando su sable de Querima.
Io se dispuso a ir donde Iván.
-Maldita... - murmuró Querima para sí. Se levantó y corrió en dirección a Io con su espada apuntando hacia la del Ojo Dorado.
Io sintió la presencia de un extraño poder y giró su cuerpo y su espada cortó la cabeza de Querima la cual salió rodando.
-Perdoné tu vida - susurró Io - amiga mía.
Lorak dejó caer su sable y miró incredula la escena.
-Querima... ha muerto - dijo Lorak con voz ahogada.
Io miró hacia sus colegas.
-¿Qué esperan? - preguntó Io - pronto vendrán los uniformados, tienen que irse.
Arsen puso un paso al frente.
-Dejaré que continuen sin mí - advirtió Arsen - Hoy pagaré una deuda pendiente.
Arsen enfocó su vista hacia Io.
-Por favor salgan de aquí - dijo Arsen - rápido.
Jessie asintió.
-Promete que saldrán con vida - dijo Jessie.
-Lo prometo - aseguró Arsen.
-Vamos - apresuró Lorak.
Blake, Jessie y los demás corrieron hacia la salida para intentar que los guardaias no intervinieran en aquella batalla que era inevitable detener.
-Saldré mi cuenta pendiente - dijo Arsen a Io.
-No tienes que hacerlo - dijo Io con autosuficiencia - puedes salvarte a ti mismo, no es necesario que intentes arriesgar tu vida en vano.
-No en vano. Si mueres, aquel ángel que ha cuidado durante tantos años de esas pesadillas de muerte y persecusión también se irá y no quiero eso - dijo Arsen.
-No me veas como un ángel - dijo Io - la niña que viste hace tantos años desapareció, solo tratada de terminar con ese sufrimiento que tanto le lastima.
-Pues si así lo quieres, por qué no morirmos juntos - dijo Arsen - me reuso a perderte.
-Tu mente te engaña - dijo Io - pero si quieres morir, no te detendré.
Io comenzó su caminata hacia la oficina de Iván. Arsen le seguía el paso.
Io caminó por aquellos pasillos a las que siempre le había llamado hogar y ver al ser a quien siempre había nombrado hermano con una espada en la mano y con un corazón manchado y oscuro por el rencor y la envidia.
-Por fin nuestro encuentro llegó - dijo Iván observando a su hermanastra frente a él.
jueves, 9 de febrero de 2012
Capítulo 11
-Vamos - dijo Io - el laboratorio está muy cerca.
Arsen estaba observando todo con una vista borrosa. Creía que estaba soñando todo esto, pero se veía demasiado real.
-¿Que... qué está pasando? - tartamudeó Arsen.
-Saldremos de aquí - dijo Jessie, quien lo sostenía de un lado - iremos al laboratorio a destuir toda prueba o muestra para el terrible experimento que Zonic planea hacer.
Io se detuvo en uno de los pasillos y volteó a mirar a Arsen.
-No necesito una carga - soltó Io - al entrar al laboratorio le inyectarán una dosis de adrenalina. Esto nos ayudará a escapar. Sea cual sea nuestra historia lo necesito y tanto yo lo necesito a él, él me necesita.
-Lo haremos - afirmó Blake.
-Seguiremos con el plan - dijo Io - Es certero que Iván haya mandado a Querima y a los otros Ghost Killers. Sin duda, Querima es una oponente fuerte. Me encargaré de ella y luego iré por Iván
-Pero si lo haces, no podrás salir - dijo Jessie - no te dejaré aquí.
-No hay discusión - dijo Io - moriré siendo una guerrera. Si es que vivo, no me busquen.
-Estás ciega - dijo Jessie sosteniendo el brazo izquierdo de Arsen - somos tus hermanos. Si algo te llegara a pasar, tú muerte se convertirá en un crater en nuestro vivir. Por favor no arriesgues tu vida.
-No lo hago porque quiera, sino por el honor - dijo Io sacando su sable - Lo que más deseo es morir. Mucho ya he vivido, quiero ir con mis seres amados.
-Jessie no insistas - intervino Blake antes de que Jessie hablara - si ella lo quiere así, no podemos ponernos en medio.
-Es una respuesta muy sabia - dijo Io - ahora sigamos. Detrás de esta compuerta se encuentra el laboratorio, y de seguro los Ghost Killers.
Arsen levantó la mano para detener a Io.
-¿Qué? - dijo Io con algo de indiferencia.
-Lo siento - se limitó a decir Arsen - por lo de tu maestro.
-Muy tarde para perdonar. Estabas conciente de ello y aun así lo atravesaste con el rayo de Zeus. Es algo que nadie podrá borrar de mi cabeza - dijo Io furiosa.
-¿Y de tu corazón? - preguntó Arsen - Llevarás ese rencor dentro tuyo ¿siempre?
Io desvió la mirada.
-Tu padre y sus colegas mataron a mi familia - comenzó a decir Arsen - y yo maté a tu maestro. La vida es injusta. Nadie tiene la potestad de matar a nadie, pero nuestros sentimientos nos arraigan a cosas malas; a sentir miedo, ira, rencor. Nos mata poco a poco.
-Cállate - espetó Io cerrando los ojos - cállate. Ya no quiero oír más. Si tanto quieres oírlo. Te perdono. Dejaré que vivas.
-Quiero ayudarte a acabar con todo este asunto de Iván - dijo Arsen tratando de ponerse en pie por sí solo - dijiste que querías morir, pero hay gente que aun no quiere que mueras.
-¿Quién? - preguntó Io con ironía - soy una asesina, me criaron para matar. Y ahora estoy pagando mis culpas. Nadie quiere a alguien así.
-Pues nosotros sí - dijo Jessie - Cada uno tiene un pasado terrible, pero debemos superarlo. Todos cometemos errores, seamos humanos o no. Pero escuchar el perdón de alguien no sanará nuestro remordimiento ni tampoco el sufrimiento, si no nos perdonamos nosotros mismos.
-Perdóname - repitió Arsen arrodillándose.
Io lo miró de soslayo tratando de no decir algo incorrecto.
-Olvidar es más difícil que perdonar - murmuró Io - me lo repetía todo el tiempo. Mi maestro era muy sabio, tal vez anticipó todo esto.
Io asintió.
-Vamos - dijo Io - prometo que los sacaré de aquí con vida.
Io abrió la compuerta y, como lo había dicho, estaban los Ghost Killers preparados para atacar.
"Haré algo bueno por primera vez en mi vida" pensó Io agitando su espada "Intentaré salvarlos"
-Io - sonrió Querima - me alegra que estés en buenas condiciones, si no está pelea sería un fracaso.
-Muy altanera te has vuelto, mi querida amiga - dijo Io acercándose - veamos si eres tan buena como presumes.
Lorak miró a la persona quién había sido su líder y mentor frente a ella. Pelearía en su contra, para matarla. Eso mismo sintió Menfis y Shen.
-Soy muy poderosa - dijo Querima riendo - mi poder sobrepasa al tuyo.
En seguida Querima desapareció, como humo. Se había vuelto invisible.
-Busquen la adrenalina - gritó Io activando su poder.
Jessie tomó a Arsen.
-Vamos - dijo Jessie camiando hacia donde estaban las drogas.
Lorak se aproximó con su sable en la mano.
-¿A dónde creen que van? - preguntó Lorak agitando su espada.
Blake se puso en medio y tomó un sable.
-No interfieras - dijo Blake - deberías unírtenos.
-¡Jamás! - gritó Lorak.
-Esta organización te convertirá en una mutación, en un fenómeno - dijo Blake - lo que tanto deseas destruir estará fluyendo en tus venas muy pronto.
Lorak desvió la mirada hacia sus compañeros.
Ellos bajaron la guardia.
-No estoy dispuesto a convertirme en un monstuo - gritó Shen bajando su espada.
-Ni yo - corroboró Menfis.
Lorak miró a Blake. Observó su ojo dorado y luego miró a Jessie y a Arsen.
-No me convertiré en un fenómeno - dijo Lorak - Ni nadie se encargará en hacerlo.
Lorak extendió su mano para sellar un trato entre los del Ojo Dorado y los Ghost Killers.
Arsen estaba observando todo con una vista borrosa. Creía que estaba soñando todo esto, pero se veía demasiado real.
-¿Que... qué está pasando? - tartamudeó Arsen.
-Saldremos de aquí - dijo Jessie, quien lo sostenía de un lado - iremos al laboratorio a destuir toda prueba o muestra para el terrible experimento que Zonic planea hacer.
Io se detuvo en uno de los pasillos y volteó a mirar a Arsen.
-No necesito una carga - soltó Io - al entrar al laboratorio le inyectarán una dosis de adrenalina. Esto nos ayudará a escapar. Sea cual sea nuestra historia lo necesito y tanto yo lo necesito a él, él me necesita.
-Lo haremos - afirmó Blake.
-Seguiremos con el plan - dijo Io - Es certero que Iván haya mandado a Querima y a los otros Ghost Killers. Sin duda, Querima es una oponente fuerte. Me encargaré de ella y luego iré por Iván
-Pero si lo haces, no podrás salir - dijo Jessie - no te dejaré aquí.
-No hay discusión - dijo Io - moriré siendo una guerrera. Si es que vivo, no me busquen.
-Estás ciega - dijo Jessie sosteniendo el brazo izquierdo de Arsen - somos tus hermanos. Si algo te llegara a pasar, tú muerte se convertirá en un crater en nuestro vivir. Por favor no arriesgues tu vida.
-No lo hago porque quiera, sino por el honor - dijo Io sacando su sable - Lo que más deseo es morir. Mucho ya he vivido, quiero ir con mis seres amados.
-Jessie no insistas - intervino Blake antes de que Jessie hablara - si ella lo quiere así, no podemos ponernos en medio.
-Es una respuesta muy sabia - dijo Io - ahora sigamos. Detrás de esta compuerta se encuentra el laboratorio, y de seguro los Ghost Killers.
Arsen levantó la mano para detener a Io.
-¿Qué? - dijo Io con algo de indiferencia.
-Lo siento - se limitó a decir Arsen - por lo de tu maestro.
-Muy tarde para perdonar. Estabas conciente de ello y aun así lo atravesaste con el rayo de Zeus. Es algo que nadie podrá borrar de mi cabeza - dijo Io furiosa.
-¿Y de tu corazón? - preguntó Arsen - Llevarás ese rencor dentro tuyo ¿siempre?
Io desvió la mirada.
-Tu padre y sus colegas mataron a mi familia - comenzó a decir Arsen - y yo maté a tu maestro. La vida es injusta. Nadie tiene la potestad de matar a nadie, pero nuestros sentimientos nos arraigan a cosas malas; a sentir miedo, ira, rencor. Nos mata poco a poco.
-Cállate - espetó Io cerrando los ojos - cállate. Ya no quiero oír más. Si tanto quieres oírlo. Te perdono. Dejaré que vivas.
-Quiero ayudarte a acabar con todo este asunto de Iván - dijo Arsen tratando de ponerse en pie por sí solo - dijiste que querías morir, pero hay gente que aun no quiere que mueras.
-¿Quién? - preguntó Io con ironía - soy una asesina, me criaron para matar. Y ahora estoy pagando mis culpas. Nadie quiere a alguien así.
-Pues nosotros sí - dijo Jessie - Cada uno tiene un pasado terrible, pero debemos superarlo. Todos cometemos errores, seamos humanos o no. Pero escuchar el perdón de alguien no sanará nuestro remordimiento ni tampoco el sufrimiento, si no nos perdonamos nosotros mismos.
-Perdóname - repitió Arsen arrodillándose.
Io lo miró de soslayo tratando de no decir algo incorrecto.
-Olvidar es más difícil que perdonar - murmuró Io - me lo repetía todo el tiempo. Mi maestro era muy sabio, tal vez anticipó todo esto.
Io asintió.
-Vamos - dijo Io - prometo que los sacaré de aquí con vida.
Io abrió la compuerta y, como lo había dicho, estaban los Ghost Killers preparados para atacar.
"Haré algo bueno por primera vez en mi vida" pensó Io agitando su espada "Intentaré salvarlos"
-Io - sonrió Querima - me alegra que estés en buenas condiciones, si no está pelea sería un fracaso.
-Muy altanera te has vuelto, mi querida amiga - dijo Io acercándose - veamos si eres tan buena como presumes.
Lorak miró a la persona quién había sido su líder y mentor frente a ella. Pelearía en su contra, para matarla. Eso mismo sintió Menfis y Shen.
-Soy muy poderosa - dijo Querima riendo - mi poder sobrepasa al tuyo.
En seguida Querima desapareció, como humo. Se había vuelto invisible.
-Busquen la adrenalina - gritó Io activando su poder.
Jessie tomó a Arsen.
-Vamos - dijo Jessie camiando hacia donde estaban las drogas.
Lorak se aproximó con su sable en la mano.
-¿A dónde creen que van? - preguntó Lorak agitando su espada.
Blake se puso en medio y tomó un sable.
-No interfieras - dijo Blake - deberías unírtenos.
-¡Jamás! - gritó Lorak.
-Esta organización te convertirá en una mutación, en un fenómeno - dijo Blake - lo que tanto deseas destruir estará fluyendo en tus venas muy pronto.
Lorak desvió la mirada hacia sus compañeros.
Ellos bajaron la guardia.
-No estoy dispuesto a convertirme en un monstuo - gritó Shen bajando su espada.
-Ni yo - corroboró Menfis.
Lorak miró a Blake. Observó su ojo dorado y luego miró a Jessie y a Arsen.
-No me convertiré en un fenómeno - dijo Lorak - Ni nadie se encargará en hacerlo.
Lorak extendió su mano para sellar un trato entre los del Ojo Dorado y los Ghost Killers.
domingo, 5 de febrero de 2012
Capitulo 10
Querima dejó caer a Io al piso, ésta sonrió al ver a su competencia tirada en el suelo.
-Siempre soñé con verte así, a la famosa guerra tipo 1 - dijo Querima con satisfacción - Ver a la enigmática Io derrotada.
Io sintió una leve lástima por Querima, aquella en quien había confiado durante muchos años, ahora la traicionaba y trataba de ponerse a su altura.
-Nunca seré derrotada - dijo Io mirándola - no por ti.
La abierta sonrisa de Querima se esfumó.
-Guardias, enciérrenla en el calaboso - dijo Querima - hasta nueva orden.
Io fue llevada al calaboso, desatada de sus esposas y encerrada en una habitación cuya puerta de seguridad era hecha de acero y su cerradura fabricada con una programación avanzada, original de Zonic.
Io se transformó tratando de salir de allí, pero fue inútil.
No había notado que en la misma habitación estaban Blake y Jessie mirándola con una expresión neutra en sus rostros.
Io los miró con furia, su ojo dorado ya no estaba oculto.
-Ustedes - recriminó Io - ustedes debieron morir.
-Pues mala suerte la tuya - dijo Blake con desgano - Según las circunstancias, necesitas de nosotros y nosotros de ti.
-Mirad lo que dicen, son débiles- dijo Io.
-Sea lo que sea, tú también eres un ser del ojo dorado - dijo Jessie - no nos trates diferentes a ti.
-La nación estallará una guerra, peor que la guerra nuclear de hace más de tres milenios - dijo Io - No se crean la gran cosa. Nos usarán como experimentos y luego de ver resultados efectivos nos matarán. Hubiera preferido morir en combate que ser asesinada siendo una herramienta para tan malvado plan.
-Pues no nos queda otra opción - dijo Blake - más que hacer lo que nos manden.
-Aunque sea una locura - dijo Io - podemos utilizar a Arsen para esto. No crean que lo estoy haciendo por buena voluntad, pero ya no sirvo a esta organización. Pelearé junto a ustedes esta vez.
Jessie la miró.
-Somos tus hermanos - dijo Jessie mirándola a los ojos.
-Mi familia murió hace mucho y mi maestro, que era como mi padre, fue asesinado por un ser del Ojo Dorado, Luna llena - dijo Io calmadamente - no soy hermana de ninguno de ustedes. Una simple socia de momento, tal vez.
-No negaremos tus peticiones - dijo Jessie acercándose a Io - ¿cuál es tu plan?
Io la miró y sonrió.
Arsen fue llevado a un laboratorio donde extraerían una gran cantidad de sangre antes de enviarlo donde sus hermanos. Según el plan de Iván. Si luna llena estaba anémico, las probabilidades de un escape sería una en un millón.
-Doctora St. Cloud proceda - ordenó Iván.
La doctora asintió.
Arsen estaba amarrado a una camilla y estaba siendo anesteciado por vía respiratoria.
-Se está tranquilizando - dijo la doctora visualizando a Arsen. Está extrajo más de siete tubos de sangre y los metió en un refigerante antes de retirarse - Listo.
-Es grandioso ver cómo se desarrolla tu venganza - inició Iván caminando hacia Arsen - Y ver cuanto sufre tu enemigo. - Iván se acercó al rostro adormecido de Arsen y le dijo bajo, pero claramente - Pagarás tus pecados en tierra, no volverás a ver a tus hermanos. Sufrirás tanto como yo sufrí y allí sonreiré al verte por fin muerto ante mis pies. Y sobre tu querida hermana menor, Luna nueva, padecerá un sufrimiento igual o peor al tuyo. Eso tenlo por seguro.
-Tarde o temprano lo traerán - finalizó Io - tal vez anémico y débil, pero nos servirá como señuelo para salir de esta prisión.
-Io tiene razón - aceptó Jessie - sería la carnada mientras nosotros combatimos con los guardias. No nos queda de otra.
-¿Y luego qué? - preguntó Blake - Si escapamos, no detendremos la revelión de Zonic. Pronto se sabrá el increíble poder que Iván tiene entre manos y lo usará para que cunda el pánico en los sectores. Existirá una nueva especie, mutaciones.
-Blake tiene razón - dijo Jessie - debemos detenerlo antes de que eso ocurra.
-No hay tiempo - dijo Io - Iván tiene todo planeado. Lo conozco bien.
-Pero... - reclamó Jessie.
-Sin embargo - dijo Io - puedo encargarme de él en persona. Mientras que ustedes se encargan del laboratorio y tratan de escapar.
-¿Pero qué pasará contigo? - preguntó Jessie levantándose - No te dejaremos aquí.
-Antes dije que moriría peleando - dijo Io con una sonrisa en los labios - al parecer mi promesa se cumplirá.
-No lo permitiré - dijo Jessie - no dejaré que mueras. Quieras o no, eres nuestra hermana. La menor.
-Pues no me queda de otra - dijo Io desviando la mirada - si no hay alguien que detenga a Iván, todos moriremos. Estoy dispuesta a sacrificarme.
-Tiene que haber otra salida - insistió Jessie.
Un ruido hizo que todos observaran la puerta de acero.
-Es hora - dijo Io activando su poder - yo me encargo del guardia mientras ustedes liberan a Arsen.
Blake y Jessie asintieron.
La puerta se abrió.
Aparecieron en escena Arsen con dos guarudas sosteniéndolo.
Io los miró fijamente haciendo que ambos cayeran y se retorcieran de dolor en el suelo.
Io corrió y tomó un sable cercano a ella.
-Rápido - apresuró Io - no perdamos tiempo. La alarma interna se acaba de activar.
Querima entró a la oficina principal a paso ligero.
Allí estaba Iván observando su computadora y tecleando algunos dígitos en ella.
-¡Iván! - dijo Querima con voz agitada - ¡Han escapado!
-¡Qué! ¡Cómo! - preguntó Iván alterándose y caminado hacia Querima - ¡Cómo han logrado escapar! Te he dejado a cargo de esta operación y mira como está saliendo.
Iván empezó a caminar en círculos tratando de pensar rápido en un plan para detener aquella fuga.
Luego miró a Querima.
-Toma tu sable - dijo Iván - Si tú no logras detenerlos, te aseguro que tu cabeza saldrá rodando de esta oficina.
Querima asintió.
-Iré enseguida - dijo Querima retirándose velozmente.
Iván golpeó su escritorio.
-¡Maldita sea! - maldijo mientras trataba de analizar la situación. Su vista azulada se enfocó en el sable cercano a él - Io... Sin duda fuiste tú.
Iván tomó en sus manos el sable y lo desenvainó.
-Pagarás Io - dijo Iván mirando la puerta de su oficina - Juro que me las pagarás.
-Siempre soñé con verte así, a la famosa guerra tipo 1 - dijo Querima con satisfacción - Ver a la enigmática Io derrotada.
Io sintió una leve lástima por Querima, aquella en quien había confiado durante muchos años, ahora la traicionaba y trataba de ponerse a su altura.
-Nunca seré derrotada - dijo Io mirándola - no por ti.
La abierta sonrisa de Querima se esfumó.
-Guardias, enciérrenla en el calaboso - dijo Querima - hasta nueva orden.
Io fue llevada al calaboso, desatada de sus esposas y encerrada en una habitación cuya puerta de seguridad era hecha de acero y su cerradura fabricada con una programación avanzada, original de Zonic.
Io se transformó tratando de salir de allí, pero fue inútil.
No había notado que en la misma habitación estaban Blake y Jessie mirándola con una expresión neutra en sus rostros.
Io los miró con furia, su ojo dorado ya no estaba oculto.
-Ustedes - recriminó Io - ustedes debieron morir.
-Pues mala suerte la tuya - dijo Blake con desgano - Según las circunstancias, necesitas de nosotros y nosotros de ti.
-Mirad lo que dicen, son débiles- dijo Io.
-Sea lo que sea, tú también eres un ser del ojo dorado - dijo Jessie - no nos trates diferentes a ti.
-La nación estallará una guerra, peor que la guerra nuclear de hace más de tres milenios - dijo Io - No se crean la gran cosa. Nos usarán como experimentos y luego de ver resultados efectivos nos matarán. Hubiera preferido morir en combate que ser asesinada siendo una herramienta para tan malvado plan.
-Pues no nos queda otra opción - dijo Blake - más que hacer lo que nos manden.
-Aunque sea una locura - dijo Io - podemos utilizar a Arsen para esto. No crean que lo estoy haciendo por buena voluntad, pero ya no sirvo a esta organización. Pelearé junto a ustedes esta vez.
Jessie la miró.
-Somos tus hermanos - dijo Jessie mirándola a los ojos.
-Mi familia murió hace mucho y mi maestro, que era como mi padre, fue asesinado por un ser del Ojo Dorado, Luna llena - dijo Io calmadamente - no soy hermana de ninguno de ustedes. Una simple socia de momento, tal vez.
-No negaremos tus peticiones - dijo Jessie acercándose a Io - ¿cuál es tu plan?
Io la miró y sonrió.
Arsen fue llevado a un laboratorio donde extraerían una gran cantidad de sangre antes de enviarlo donde sus hermanos. Según el plan de Iván. Si luna llena estaba anémico, las probabilidades de un escape sería una en un millón.
-Doctora St. Cloud proceda - ordenó Iván.
La doctora asintió.
Arsen estaba amarrado a una camilla y estaba siendo anesteciado por vía respiratoria.
-Se está tranquilizando - dijo la doctora visualizando a Arsen. Está extrajo más de siete tubos de sangre y los metió en un refigerante antes de retirarse - Listo.
-Es grandioso ver cómo se desarrolla tu venganza - inició Iván caminando hacia Arsen - Y ver cuanto sufre tu enemigo. - Iván se acercó al rostro adormecido de Arsen y le dijo bajo, pero claramente - Pagarás tus pecados en tierra, no volverás a ver a tus hermanos. Sufrirás tanto como yo sufrí y allí sonreiré al verte por fin muerto ante mis pies. Y sobre tu querida hermana menor, Luna nueva, padecerá un sufrimiento igual o peor al tuyo. Eso tenlo por seguro.
-Tarde o temprano lo traerán - finalizó Io - tal vez anémico y débil, pero nos servirá como señuelo para salir de esta prisión.
-Io tiene razón - aceptó Jessie - sería la carnada mientras nosotros combatimos con los guardias. No nos queda de otra.
-¿Y luego qué? - preguntó Blake - Si escapamos, no detendremos la revelión de Zonic. Pronto se sabrá el increíble poder que Iván tiene entre manos y lo usará para que cunda el pánico en los sectores. Existirá una nueva especie, mutaciones.
-Blake tiene razón - dijo Jessie - debemos detenerlo antes de que eso ocurra.
-No hay tiempo - dijo Io - Iván tiene todo planeado. Lo conozco bien.
-Pero... - reclamó Jessie.
-Sin embargo - dijo Io - puedo encargarme de él en persona. Mientras que ustedes se encargan del laboratorio y tratan de escapar.
-¿Pero qué pasará contigo? - preguntó Jessie levantándose - No te dejaremos aquí.
-Antes dije que moriría peleando - dijo Io con una sonrisa en los labios - al parecer mi promesa se cumplirá.
-No lo permitiré - dijo Jessie - no dejaré que mueras. Quieras o no, eres nuestra hermana. La menor.
-Pues no me queda de otra - dijo Io desviando la mirada - si no hay alguien que detenga a Iván, todos moriremos. Estoy dispuesta a sacrificarme.
-Tiene que haber otra salida - insistió Jessie.
Un ruido hizo que todos observaran la puerta de acero.
-Es hora - dijo Io activando su poder - yo me encargo del guardia mientras ustedes liberan a Arsen.
Blake y Jessie asintieron.
La puerta se abrió.
Aparecieron en escena Arsen con dos guarudas sosteniéndolo.
Io los miró fijamente haciendo que ambos cayeran y se retorcieran de dolor en el suelo.
Io corrió y tomó un sable cercano a ella.
-Rápido - apresuró Io - no perdamos tiempo. La alarma interna se acaba de activar.
Querima entró a la oficina principal a paso ligero.
Allí estaba Iván observando su computadora y tecleando algunos dígitos en ella.
-¡Iván! - dijo Querima con voz agitada - ¡Han escapado!
-¡Qué! ¡Cómo! - preguntó Iván alterándose y caminado hacia Querima - ¡Cómo han logrado escapar! Te he dejado a cargo de esta operación y mira como está saliendo.
Iván empezó a caminar en círculos tratando de pensar rápido en un plan para detener aquella fuga.
Luego miró a Querima.
-Toma tu sable - dijo Iván - Si tú no logras detenerlos, te aseguro que tu cabeza saldrá rodando de esta oficina.
Querima asintió.
-Iré enseguida - dijo Querima retirándose velozmente.
Iván golpeó su escritorio.
-¡Maldita sea! - maldijo mientras trataba de analizar la situación. Su vista azulada se enfocó en el sable cercano a él - Io... Sin duda fuiste tú.
Iván tomó en sus manos el sable y lo desenvainó.
-Pagarás Io - dijo Iván mirando la puerta de su oficina - Juro que me las pagarás.
jueves, 2 de febrero de 2012
Capítulo 9
El encuentro [Segunda Parte]
Io y Arsen se detuvieron por un momento. Las heridas de ambos empeoraban y su energía estaba casi al límite.
-Creo que deberías intervenir - dijo uno de los custodios a Querima - Si no haces nada, no solo perderás a Luna llena, sino tmbién a luna nueva.
-Además Lorak, Menfis y Shen casi están acabando con los otros dos - dijo el otro acompañante - las cosas terminarán feas para todos, si no actuamos ahora.
Querima agachó la cabeza, era hora de intervenir.
Tomó su sable y cerró los ojos. Cuando los abrió su ojo derecho, y el único visible, estaba irradeando una luz violácea fuera de lo común.
Io tenía una cortada profunda nen el vientre, su sangre rojo vino estaba goteando insesablemente. Y arsen tenía una herida, igual de profunda, pero en el torso. Con razguños en toda la cara y otras partes del cuerpo.
Se miraban con enojo y furia. Reprimida durante muchos años.
-Te mataré - dijo Io aumentando su poder al máximo.
Arsen igualmente sobrepasó su energía.
Io entrecerró los ojos tratando de controlar una ez más el poder de Arsen.
Arsen sintió un cosquilleo extraño que corría por todo el cuerpo, su cabeza empezó a dar fuertes golpes de dolor tirándolo al suelo.
Esta vez, Io estaba encargándose de que realmente sufriera, lo suficiente, para dejarlo desarmado y poder quitarle la vida sin ningún contratiempo.
Mientras Arsen se revolcaba en el suelo con un dolor tan grande que cualquiera pediría la muerte a cambio de esa tortura, Io se acercaba lentamente, sin quitarle los ojos de encima,con el sable listo para cortarle la cabeza de un solo tajo.
-Despídete - dijo Io alzando la espada - irás donde tu hermano muy pronto.
Io tiró con todas sus fuerzas de la espada, pero un metal bloqueó totalemente su ataque.
Io se sobresaltó al no ver a luna llena muerto. Su concentración se había esfumado, Arsen ya no se revolvía de dolor.
-Querima - dijo Io al ver a la pelirroja - te ha enviado Iván.
-Por supuesto - sonrió ella - sabía que si encontrabas a Luna llena lo intentarías matar.
-¿Qué pretendes? - dijo Io entrecerrando los ojos.
-No utilices tu control mental conmigo - dijo Querima - somos del mismo equipo. Muchachos.
Uno de los guardias inyectó un tipo de droga para dormir a Io y a Arsen. Lorak y los demás hicieron lo mismo con Jessie y Blake.
Era el fin.
Los hijos de la luna había sido atrapados. Tal vez pronto ya su especie terminaría en leyendas o mitos.
-Vámonos muchachos - dijo Querima montando los dos cuerpos en la carreta de uno de los caballos que había llevado - miaión cumplida.
Io abrió lentamente los ojos, sus manos estaban unidas por unas esposas de metal y se encontraba en una habitación chica. Observó a Arsen, quien estaba despertando igualmente.
Io lo miró con furia y Arsen le devolvió esa mirada con igual sentimiento.
-Por fin han despertado - dijo una voz. Un hombre rubio, alto entró junto a Querima. Io lo reconoció rápidamente. Era Iván - Las dos fases poderosas.
-Iván - murmuró Io con voz ronca. Tal vez efectos secundario de la droga - ¿Qué hago aquí? ¿Por qué tu secretaria... pelea?
Iván sonrió irónicamente y compuso en su rostro una expresión de ternura.
-La pequeña Io. La aprendiz fiel del legendario maestro Danzel, el jinete negro - dijo Iván - trataba de tomar venganza del último ser amado que le fue arrebatado por... Arsen Clotcher, su hermano.
-Él no es nada mío - gruñó Io - el es un asesino a sangre fía.
-Tal vez él también quería vengar la muerte de su familia - dijo Iván - Sea cuál sea su historia ambos están aquí y se quedarán aquí.
-Responde - exigió Io- Nada explica que una simple secretaria haga tales movimientos y mucho menos que su único ojo replandezca.
-Querima, si no te molesta, le explicaré a esta diminuto monstruo lo que Zonic está planeando hacer - dijo Iván caminando en círculos - y lo que le espera a los llamados seres del ojo dorado.
-Tiene la potestad de decir lo que quiera, jefe - dijo Querima.
-Bien - sonrió Iván - Querima es un experimento que ha estado desarrolando la Zonic durante más de cuarenta años. Cuando Io llegó a la organización, se le inyectó la sustancia llamada Litium en el cuerpo; aumentando así sus poderes sobrenaturales al máximo. Sin embargo, mi padre eb su lecho de muerte tuvo una idea revolucionaria para la organización y para nuestro devastado mundo. Dijo que lo que faltaba era control, poner orden y dominar a las masas; sean hombres o animales. En fin, extraímos sangre de Luna nueva y la introducimos en el cuerpo de Querima. Posee una fuerza sorprendente, domina el arte de la espada, tal cual lo haría un digno hijo de Selene y, por último, su poder. Nunca superará el grandioso don de Io, controlar la mente del oponente tanto así que puede rovocar el sufrimiento sin siquiera tocar, pero eso no quita que el de Querima sea pobre. Su poder es la invisibilidad.
-¿Qué planeas? - preguntó Arsen quién quiera que seas.
-Imagínate un mundo, ciento de personas con ese poder - dijo Iván - No... Imaginate un gobernante con ese poder. Nadie cuestionaría sus ordenes, sería un rey.
-Está loco - dijo Arsen.
-Soy visionario - corrigió Iván - extraeré sangre de los cuatro seres míticos y los inyectaré a mis soldados en vez del litium, así tendré un ejército poderoso y todo ser viviente se postrará ante Zonic y su extraodinario poder.
-Perdiste totalmente la cordura - dijo Io - primero muerta.
-Pues si insistes - sonrió Iván - ya sabes que hacer - señaló a Querima. Ella asintió.
Querima sostuvo a Io y la fue llevando arrastrada hacia afuera de la habitación.
-¿Qué le harán? - preguntó Arsen viéndola preocupado - La matarás de verdad.
Iván rió con ganas.
-Pues si dijera mentiras todo el tiempo no me tomarían en serio la palabra, muchacho - dijo Iván sin contener sus sonaras carcajadas.
-¿Por qué lo haces? - preguntó Arsen.
-Ella lo pidió. Además no tengo ninguna relación estrecha con ella - dijo cambiando su expresión a una realmente seria - Ella nunca fue mi hermana y jamás lo será. Por su culpa mi padre murió. La quería tanto que ni siquera le prestaba atención a su verdadero hijo. Y tú - Iván lo miró con furia - que lo mataste sin razón alguna. Quitándome a la única familia que tenía, solo por saldar una cuenta pendiente.
Arsen agitó la cabeza.
Había recordado todo rápidamente, como una película a cámara rápida.
El jinete negro había entrado a asesinar a sus padres esa noche. La noche en que Arthur murió, pero no fue él quien lo mató.
Para vengar a su familia mató al jinete, derribándolo de su corcel y tirándolo al suelo, muerto.
-Es un círculo vicioso - dijo Arsen - tú fuiste quien me iyectó aquella cosa extraña, quién me hizo olvidar todo. ¿Por qué?
-Para este momento - dijo Iván - ahora que estas empezando a asimilar todo, me ahorro la molestia de pelear con un ser de la luna enojado. Pero eso sí, tú serás la sangre que pagará por la vida de mi amado padre. Tú y esa alienígena.
Iván se recostó en la pared, su cabello rubio cayó desorganizadamente en su frente; sonrió con malicia.
-Nunca imaginé que este día llegaría y que fuera tan reconfortante - dijo Iván - por fin quitar a esa especie de este mudno para siempre.
Arsen lo miró con ojos aturdidos. Realmente estaba demente, pero su sufriemiento, dolor y tristeza lo habrían llevado a la locura. Tal vez todo tendría una solución.
Io y Arsen se detuvieron por un momento. Las heridas de ambos empeoraban y su energía estaba casi al límite.
-Creo que deberías intervenir - dijo uno de los custodios a Querima - Si no haces nada, no solo perderás a Luna llena, sino tmbién a luna nueva.
-Además Lorak, Menfis y Shen casi están acabando con los otros dos - dijo el otro acompañante - las cosas terminarán feas para todos, si no actuamos ahora.
Querima agachó la cabeza, era hora de intervenir.
Tomó su sable y cerró los ojos. Cuando los abrió su ojo derecho, y el único visible, estaba irradeando una luz violácea fuera de lo común.
Io tenía una cortada profunda nen el vientre, su sangre rojo vino estaba goteando insesablemente. Y arsen tenía una herida, igual de profunda, pero en el torso. Con razguños en toda la cara y otras partes del cuerpo.
Se miraban con enojo y furia. Reprimida durante muchos años.
-Te mataré - dijo Io aumentando su poder al máximo.
Arsen igualmente sobrepasó su energía.
Io entrecerró los ojos tratando de controlar una ez más el poder de Arsen.
Arsen sintió un cosquilleo extraño que corría por todo el cuerpo, su cabeza empezó a dar fuertes golpes de dolor tirándolo al suelo.
Esta vez, Io estaba encargándose de que realmente sufriera, lo suficiente, para dejarlo desarmado y poder quitarle la vida sin ningún contratiempo.
Mientras Arsen se revolcaba en el suelo con un dolor tan grande que cualquiera pediría la muerte a cambio de esa tortura, Io se acercaba lentamente, sin quitarle los ojos de encima,con el sable listo para cortarle la cabeza de un solo tajo.
-Despídete - dijo Io alzando la espada - irás donde tu hermano muy pronto.
Io tiró con todas sus fuerzas de la espada, pero un metal bloqueó totalemente su ataque.
Io se sobresaltó al no ver a luna llena muerto. Su concentración se había esfumado, Arsen ya no se revolvía de dolor.
-Querima - dijo Io al ver a la pelirroja - te ha enviado Iván.
-Por supuesto - sonrió ella - sabía que si encontrabas a Luna llena lo intentarías matar.
-¿Qué pretendes? - dijo Io entrecerrando los ojos.
-No utilices tu control mental conmigo - dijo Querima - somos del mismo equipo. Muchachos.
Uno de los guardias inyectó un tipo de droga para dormir a Io y a Arsen. Lorak y los demás hicieron lo mismo con Jessie y Blake.
Era el fin.
Los hijos de la luna había sido atrapados. Tal vez pronto ya su especie terminaría en leyendas o mitos.
-Vámonos muchachos - dijo Querima montando los dos cuerpos en la carreta de uno de los caballos que había llevado - miaión cumplida.
Io abrió lentamente los ojos, sus manos estaban unidas por unas esposas de metal y se encontraba en una habitación chica. Observó a Arsen, quien estaba despertando igualmente.
Io lo miró con furia y Arsen le devolvió esa mirada con igual sentimiento.
-Por fin han despertado - dijo una voz. Un hombre rubio, alto entró junto a Querima. Io lo reconoció rápidamente. Era Iván - Las dos fases poderosas.
-Iván - murmuró Io con voz ronca. Tal vez efectos secundario de la droga - ¿Qué hago aquí? ¿Por qué tu secretaria... pelea?
Iván sonrió irónicamente y compuso en su rostro una expresión de ternura.
-La pequeña Io. La aprendiz fiel del legendario maestro Danzel, el jinete negro - dijo Iván - trataba de tomar venganza del último ser amado que le fue arrebatado por... Arsen Clotcher, su hermano.
-Él no es nada mío - gruñó Io - el es un asesino a sangre fía.
-Tal vez él también quería vengar la muerte de su familia - dijo Iván - Sea cuál sea su historia ambos están aquí y se quedarán aquí.
-Responde - exigió Io- Nada explica que una simple secretaria haga tales movimientos y mucho menos que su único ojo replandezca.
-Querima, si no te molesta, le explicaré a esta diminuto monstruo lo que Zonic está planeando hacer - dijo Iván caminando en círculos - y lo que le espera a los llamados seres del ojo dorado.
-Tiene la potestad de decir lo que quiera, jefe - dijo Querima.
-Bien - sonrió Iván - Querima es un experimento que ha estado desarrolando la Zonic durante más de cuarenta años. Cuando Io llegó a la organización, se le inyectó la sustancia llamada Litium en el cuerpo; aumentando así sus poderes sobrenaturales al máximo. Sin embargo, mi padre eb su lecho de muerte tuvo una idea revolucionaria para la organización y para nuestro devastado mundo. Dijo que lo que faltaba era control, poner orden y dominar a las masas; sean hombres o animales. En fin, extraímos sangre de Luna nueva y la introducimos en el cuerpo de Querima. Posee una fuerza sorprendente, domina el arte de la espada, tal cual lo haría un digno hijo de Selene y, por último, su poder. Nunca superará el grandioso don de Io, controlar la mente del oponente tanto así que puede rovocar el sufrimiento sin siquiera tocar, pero eso no quita que el de Querima sea pobre. Su poder es la invisibilidad.
-¿Qué planeas? - preguntó Arsen quién quiera que seas.
-Imagínate un mundo, ciento de personas con ese poder - dijo Iván - No... Imaginate un gobernante con ese poder. Nadie cuestionaría sus ordenes, sería un rey.
-Está loco - dijo Arsen.
-Soy visionario - corrigió Iván - extraeré sangre de los cuatro seres míticos y los inyectaré a mis soldados en vez del litium, así tendré un ejército poderoso y todo ser viviente se postrará ante Zonic y su extraodinario poder.
-Perdiste totalmente la cordura - dijo Io - primero muerta.
-Pues si insistes - sonrió Iván - ya sabes que hacer - señaló a Querima. Ella asintió.
Querima sostuvo a Io y la fue llevando arrastrada hacia afuera de la habitación.
-¿Qué le harán? - preguntó Arsen viéndola preocupado - La matarás de verdad.
Iván rió con ganas.
-Pues si dijera mentiras todo el tiempo no me tomarían en serio la palabra, muchacho - dijo Iván sin contener sus sonaras carcajadas.
-¿Por qué lo haces? - preguntó Arsen.
-Ella lo pidió. Además no tengo ninguna relación estrecha con ella - dijo cambiando su expresión a una realmente seria - Ella nunca fue mi hermana y jamás lo será. Por su culpa mi padre murió. La quería tanto que ni siquera le prestaba atención a su verdadero hijo. Y tú - Iván lo miró con furia - que lo mataste sin razón alguna. Quitándome a la única familia que tenía, solo por saldar una cuenta pendiente.
Arsen agitó la cabeza.
Había recordado todo rápidamente, como una película a cámara rápida.
El jinete negro había entrado a asesinar a sus padres esa noche. La noche en que Arthur murió, pero no fue él quien lo mató.
Para vengar a su familia mató al jinete, derribándolo de su corcel y tirándolo al suelo, muerto.
-Es un círculo vicioso - dijo Arsen - tú fuiste quien me iyectó aquella cosa extraña, quién me hizo olvidar todo. ¿Por qué?
-Para este momento - dijo Iván - ahora que estas empezando a asimilar todo, me ahorro la molestia de pelear con un ser de la luna enojado. Pero eso sí, tú serás la sangre que pagará por la vida de mi amado padre. Tú y esa alienígena.
Iván se recostó en la pared, su cabello rubio cayó desorganizadamente en su frente; sonrió con malicia.
-Nunca imaginé que este día llegaría y que fuera tan reconfortante - dijo Iván - por fin quitar a esa especie de este mudno para siempre.
Arsen lo miró con ojos aturdidos. Realmente estaba demente, pero su sufriemiento, dolor y tristeza lo habrían llevado a la locura. Tal vez todo tendría una solución.
Capítulo 8
El encuentro [Primera parte]
La brisa soplaba fríamente.
Io fue la primera en divisar la cabaña de la laguna oculta, miró a sus compañeros y bajó del caballo.
Era de madrugada, iba a amanecer muy pronto.
-Aquí es - dijo Io.
-¿Sabrán que estamos aquí? - preguntó Shen susurrando.
Io miró el horizonte y sonrió para sí misma.
-No hay necesidad de que se oculten - dijo Io con una sonrisa en los labios.
Sus compañeros la miraron sorprendidos.
A lo lejos una silueta apareción, estaba escondida detrás de la cabaña.
Tenía el cabello larguísimo y grisáceo, su blancura era sobresaliente en el ambiente oscuro y a lo lejos, lo que más se notaba, un resplandor amarillo de su ojo derecho.
La chica extendió sus brazos y de inmediato aparecieron siete espectros al lado de la chica, todas caminando lentamente hacia los guerreros.
Lorak miró con desdén a la chica del ojo dorado.
-¿Puedo atacar ya, líder? - preguntó Lorak desenvainando su espada.
-Espera - dijo Io - atrás suyo, Shen y Menfis - dijo sin voltear a ver a sus espaldas.
Shen y Menfis miraron hacia atrás. Blake estaba allí apuntándolos con su sable.
-Falta uno - dijo Io sonriendo un poco. Sacó su espada de la vaina y lo apuntó hacia su lado derecho, donde precisamente estaba aproximándose Arsen - Luna llena.
Arsen tenía su espada en la mano listo para atacar.
-Ya, Lorak - dijo Io en un tono suave de voz.
Esa era la señal para que Lorak empezara a atacar a la chica de los siete espectros. Shen y Menfis empezaron a intercambiar ataques con Blake.
Io agitó su espada con destreza y empezó a caminar lentamente hacia Arsen.
Arsen la miró escandalizado. Ella a diferencia de él, parecía tan calmada. Y también pudo confirmar que, a simple vista, no parecía un ser del Ojo Dorado.
-Aquel digno de hacer el rayo de Zeus - dijo con voz ronca - terminará con el filo de mi espada en su corazón. Tú y yo tenemos cuentas pendientes.
El ojo derecho de Io dejó de ser negro para tornarse dorado.
Arsen abrió los ojos, como dos platos de sopa.
Recordaba haberla visto, en el filo de una espada.
-Eres la niña del jinete - dijo Arsen sin bajar la guardia - la silueta reflejada en la hoja de la espada.
Io alzó su espada en dirección a Arsen y sonrió.
-Tu ironía me resulta graciosa - dijo Io- expresarte así de aquella situación tan triste con semejante libertinaje. No eres nada para hablar así del maestro Danzel.
Arsen la miró a los ojos, sintió perderse en el leve resplandor dorado del ojo derecho de Io.
Observó lo ocurrido esa noche, sintió dolor aunque Io no lo hubiera tocado.
-Siente ese sable atravesar tu abdomen - dijo Io entrecerrando los ojos.
Arsen hizo una mueca de dolor y cayó al suelo.
-¡Arsen! - gritó Jessie desviando la mirada y desconcentrando su espada de rayo.
-¡Hey! - dijo Lorak atacando. Jessie se defendió y haciendo rechinar la hoja de su espada deteniendo lo que pudo ser un ataque inesperado.
-¡Activa tu poder! - exclamó Jessie - está indagando en tus recuerdos. Te causa dolor.
-¿Qué? - dijo Arsen casi mudo por el agonizante dolor en su torso.
-Ella controla tu energía - dijo Jessie sin dejar de mirar su espada - revierte tu poder en tu contra. ¡Ese es su poder! Sabe lo que harás. Utiliza el instinto propio de la energía y la domina.
-Impresionante - dijo Io - aunque innecesario. Siente el dolor de ver la sangre correr de un ser amado frente a tus ojos. Experiméntalo.
-¡Hermano! - exclamó por fin Arsen.
-¿Hermano? - dijo Io sonriendo abiertamente. Había encontrado la debilidad de su oponente sin esforzarse mucho -Doloroso ver como tu hermano menor es acuchillado por unos mercenarios, vulgares ladrones. Siente su dolor, siente esa punzada en el estómago, clavado con fuerza, siente esa sangre correr.
Arsen gritó de pánico y dolor.
-¡Para! - gritó agarrando su cabeza tratando de alejar esa escena, su estómago empezó a doler; un dolor idescriptible.
-¡Arsen, controla tu propio cuerpo! - gritó Blake - estás dejando que ella gobierne tu organismo.
-Tonto - rió levemente Io - pensé que iba a tener un poco más de diversión tratándose de luna llena, pero me equivoqué. Eres fácil de matar.
Arsen no quizo darse por vencido sin siquiera haber luchado.
Arsen cerró los ojos, sintió como Io manipulaba a su antojo su interior. Al abrirlos su transformación se completó.
Se levantó con dificultad, pero sostuvo la posción de batalla.
Io lo miró y sonrió. Ella agitó el sable y apuntó hacia Arsen.
Arsen sintió que ella se alejaba de su organismo y se concentraba en otra cosa. No sabía que era y tampoco que estaría tramando.
Io corrió hacia él atacándolo con su espada. Arsen se defendió.
Sus espadas rechinaron al hacer contacto.
En esa batalla estaría en juego el nombre de sus antepasados: Mamá, papá, maestro.
Arsen no olvidó el rostro de aquel niño pelinegro. La familia campestre que lo había adoptado hace más de sesenta años tenía un hijo llamado Arthur, el unigénito. Hermano.
Io aumentó su poder.
Comenzaron a hacer los movimientos de la espada de rayo, cada uno dispuesto a ganar la batalla, aunque eso les costara la vida.
Sus ojos se tiñeron, de forma metafórica, de rojo sangre. La ira de ambos era algo que no se podía explicar. Deseaban matarse, ver la sangre que pagaba por las vidas que les fueron arrebatadas.
Io logró hacerle un razguño en el brazo derecho a Arsen.
Él miró la herida y luego continuó la batalla.
Jessie estaba tratando de que su energía no sobrepasara el límite. Aquella tal Lorak estaba atacando con mucha más fuerza y determinación que la última vez que se habían visto.
Lorak había identificado los siete espectros y dedujo, acertadamente, el octavo y real.
El filo de la espada de Lorak rozó sobre el abdomen de Jessie manchando con sangre el vestido blanco que llevaba.
Sin embargo, Jessie omitió el dolor de la cortada y siguió peleando.
Así mismo estaba Blake, acorralado, con dos Ghost Killers atacándolo en diversas direcciones.
Querima estaba oculta en unos arbustos con sus dos compañeros viendo la contienda. Por ahora no había razón para intervenir, cada pelea estaba muy bien sobrellevada por los dos equipos, es decir, que aquella guerra pintaba ser agotadora y larga.
-Quedaos quietos - ordenó Querima viendo a Io pelear contra Arsen. Ambos estaban cortados en algunas partes y luchaban con vigor y maestría.
Sin duda, aquel llamado Luna llena era realmente sorprendente; tanto así que Io ya no ocultaba su ojo dorado, es más, estaba empezando a irradiar una luz anaranjada de su cuerpo.
-Luna llena, Luna nueva - dijo Querima sin quitarle la vista de encima a los dos seres del ojo dorado batallar entre ellos.
El ojo derecho, el único visible, de Querima tenía un resplandor azulado.
Tarde o temprano ella tendría que intervenir.
"Luna llena o Luna nueva" pensó Querima "¿Quién será el primero en caer?".
La brisa soplaba fríamente.
Io fue la primera en divisar la cabaña de la laguna oculta, miró a sus compañeros y bajó del caballo.
Era de madrugada, iba a amanecer muy pronto.
-Aquí es - dijo Io.
-¿Sabrán que estamos aquí? - preguntó Shen susurrando.
Io miró el horizonte y sonrió para sí misma.
-No hay necesidad de que se oculten - dijo Io con una sonrisa en los labios.
Sus compañeros la miraron sorprendidos.
A lo lejos una silueta apareción, estaba escondida detrás de la cabaña.
Tenía el cabello larguísimo y grisáceo, su blancura era sobresaliente en el ambiente oscuro y a lo lejos, lo que más se notaba, un resplandor amarillo de su ojo derecho.
La chica extendió sus brazos y de inmediato aparecieron siete espectros al lado de la chica, todas caminando lentamente hacia los guerreros.
Lorak miró con desdén a la chica del ojo dorado.
-¿Puedo atacar ya, líder? - preguntó Lorak desenvainando su espada.
-Espera - dijo Io - atrás suyo, Shen y Menfis - dijo sin voltear a ver a sus espaldas.
Shen y Menfis miraron hacia atrás. Blake estaba allí apuntándolos con su sable.
-Falta uno - dijo Io sonriendo un poco. Sacó su espada de la vaina y lo apuntó hacia su lado derecho, donde precisamente estaba aproximándose Arsen - Luna llena.
Arsen tenía su espada en la mano listo para atacar.
-Ya, Lorak - dijo Io en un tono suave de voz.
Esa era la señal para que Lorak empezara a atacar a la chica de los siete espectros. Shen y Menfis empezaron a intercambiar ataques con Blake.
Io agitó su espada con destreza y empezó a caminar lentamente hacia Arsen.
Arsen la miró escandalizado. Ella a diferencia de él, parecía tan calmada. Y también pudo confirmar que, a simple vista, no parecía un ser del Ojo Dorado.
-Aquel digno de hacer el rayo de Zeus - dijo con voz ronca - terminará con el filo de mi espada en su corazón. Tú y yo tenemos cuentas pendientes.
El ojo derecho de Io dejó de ser negro para tornarse dorado.
Arsen abrió los ojos, como dos platos de sopa.
Recordaba haberla visto, en el filo de una espada.
-Eres la niña del jinete - dijo Arsen sin bajar la guardia - la silueta reflejada en la hoja de la espada.
Io alzó su espada en dirección a Arsen y sonrió.
-Tu ironía me resulta graciosa - dijo Io- expresarte así de aquella situación tan triste con semejante libertinaje. No eres nada para hablar así del maestro Danzel.
Arsen la miró a los ojos, sintió perderse en el leve resplandor dorado del ojo derecho de Io.
Observó lo ocurrido esa noche, sintió dolor aunque Io no lo hubiera tocado.
-Siente ese sable atravesar tu abdomen - dijo Io entrecerrando los ojos.
Arsen hizo una mueca de dolor y cayó al suelo.
-¡Arsen! - gritó Jessie desviando la mirada y desconcentrando su espada de rayo.
-¡Hey! - dijo Lorak atacando. Jessie se defendió y haciendo rechinar la hoja de su espada deteniendo lo que pudo ser un ataque inesperado.
-¡Activa tu poder! - exclamó Jessie - está indagando en tus recuerdos. Te causa dolor.
-¿Qué? - dijo Arsen casi mudo por el agonizante dolor en su torso.
-Ella controla tu energía - dijo Jessie sin dejar de mirar su espada - revierte tu poder en tu contra. ¡Ese es su poder! Sabe lo que harás. Utiliza el instinto propio de la energía y la domina.
-Impresionante - dijo Io - aunque innecesario. Siente el dolor de ver la sangre correr de un ser amado frente a tus ojos. Experiméntalo.
-¡Hermano! - exclamó por fin Arsen.
-¿Hermano? - dijo Io sonriendo abiertamente. Había encontrado la debilidad de su oponente sin esforzarse mucho -Doloroso ver como tu hermano menor es acuchillado por unos mercenarios, vulgares ladrones. Siente su dolor, siente esa punzada en el estómago, clavado con fuerza, siente esa sangre correr.
Arsen gritó de pánico y dolor.
-¡Para! - gritó agarrando su cabeza tratando de alejar esa escena, su estómago empezó a doler; un dolor idescriptible.
-¡Arsen, controla tu propio cuerpo! - gritó Blake - estás dejando que ella gobierne tu organismo.
-Tonto - rió levemente Io - pensé que iba a tener un poco más de diversión tratándose de luna llena, pero me equivoqué. Eres fácil de matar.
Arsen no quizo darse por vencido sin siquiera haber luchado.
Arsen cerró los ojos, sintió como Io manipulaba a su antojo su interior. Al abrirlos su transformación se completó.
Se levantó con dificultad, pero sostuvo la posción de batalla.
Io lo miró y sonrió. Ella agitó el sable y apuntó hacia Arsen.
Arsen sintió que ella se alejaba de su organismo y se concentraba en otra cosa. No sabía que era y tampoco que estaría tramando.
Io corrió hacia él atacándolo con su espada. Arsen se defendió.
Sus espadas rechinaron al hacer contacto.
En esa batalla estaría en juego el nombre de sus antepasados: Mamá, papá, maestro.
Arsen no olvidó el rostro de aquel niño pelinegro. La familia campestre que lo había adoptado hace más de sesenta años tenía un hijo llamado Arthur, el unigénito. Hermano.
Io aumentó su poder.
Comenzaron a hacer los movimientos de la espada de rayo, cada uno dispuesto a ganar la batalla, aunque eso les costara la vida.
Sus ojos se tiñeron, de forma metafórica, de rojo sangre. La ira de ambos era algo que no se podía explicar. Deseaban matarse, ver la sangre que pagaba por las vidas que les fueron arrebatadas.
Io logró hacerle un razguño en el brazo derecho a Arsen.
Él miró la herida y luego continuó la batalla.
Jessie estaba tratando de que su energía no sobrepasara el límite. Aquella tal Lorak estaba atacando con mucha más fuerza y determinación que la última vez que se habían visto.
Lorak había identificado los siete espectros y dedujo, acertadamente, el octavo y real.
El filo de la espada de Lorak rozó sobre el abdomen de Jessie manchando con sangre el vestido blanco que llevaba.
Sin embargo, Jessie omitió el dolor de la cortada y siguió peleando.
Así mismo estaba Blake, acorralado, con dos Ghost Killers atacándolo en diversas direcciones.
Querima estaba oculta en unos arbustos con sus dos compañeros viendo la contienda. Por ahora no había razón para intervenir, cada pelea estaba muy bien sobrellevada por los dos equipos, es decir, que aquella guerra pintaba ser agotadora y larga.
-Quedaos quietos - ordenó Querima viendo a Io pelear contra Arsen. Ambos estaban cortados en algunas partes y luchaban con vigor y maestría.
Sin duda, aquel llamado Luna llena era realmente sorprendente; tanto así que Io ya no ocultaba su ojo dorado, es más, estaba empezando a irradiar una luz anaranjada de su cuerpo.
-Luna llena, Luna nueva - dijo Querima sin quitarle la vista de encima a los dos seres del ojo dorado batallar entre ellos.
El ojo derecho, el único visible, de Querima tenía un resplandor azulado.
Tarde o temprano ella tendría que intervenir.
"Luna llena o Luna nueva" pensó Querima "¿Quién será el primero en caer?".
miércoles, 1 de febrero de 2012
Capitulo 7
Arsen había perfeccionado su técnica "El rayo de Zeus" y había aprendido a sobrellevar su poder y controlarlo para que no pasara del límite.
Habían pasado dos días desde que Jessie y Arsen habían visitado la aldea de Gof y se habían enterado de la venida de los Ghost Killers.
Jessie también estaba prácticando la espada de rayo y Blake combatía contra ella.
-Más rápido - exigió Jessie moviendo la espada con destreza.
Blake atacó con mayor fuerza haciendo que Jessie retrocediera el paso. Su ojo dorado estaba casi poniéndose naranja, se multiplicó haciendo que Blake quedara completamente confundido.
Por instinto, Blake atacó a la más cercana, pero su golpe atravesó la ilusión haciendo que esa se desvaneciera, como humo.
-Demonios - maldijo Blake. Acomodó su sable y corrió rápidamente clavando el filo en el torso de la ilusiones haciéndolas desaparecer.
La última, que era Jessie, defendió con un movimiento rápido.
-Astuta - dijo Blake - pero debes esforzarte más.
Jessie atacó con toda la fuerza posible. Las espada rechinaron entre ellas por el impacto del acero de ambas.
Ambos quitaron sus espadas y tomaron aliento.
Jessie giró la cabeza hacia Arsen, quien los observaba asombrado.
-Inténtalo - dijo Jessie alejándose de Blake y poniendose frente a Arsen.
Arsen inicó el primer ataque.
Jessie fue severa esta vez, actuó con mayor fuerza y rápidez que en prácticas pasadas. Su ojo estba en un anaranjado rojizo.
-No apartes la vista de tu espada - dijo Jessie sin dejar de atacarlo - estás perdiendo la concentración.
Arsen siguió las indicaciones e intento aumentar su energía.
Ambos estaban gastando un nivel alto de poder en la batalla, tanto que sus cuerpos emanaban un resplandor anaranjado, que indicaba que casi sobrepasaban el límite.
Arsen decidió darle fin a esa pelea, cencentro su energía y soltó el rayo de Zeus. Jessie se alejó rápido de allí antes de que el rayo impactara contra su cuerpo.
-Estás listo - dijo Blak. Jessie repiró profundamente para recuperar su normalidad.
-Bien hecho - dijo Jessie - casi sobrepasas el límte. Actuaste bien.
-Es posible que nos quieran atacarte debes estar pendiete de cualquier ataque inesperado - dijo Blake.
Arsen asintió.
Casi anochecía.
-Mejor entremos a la casa - dijo Jessie - la comida está lista.
Ambos chicos asintieron y entraron a la cabaña después de Jessie.
Una fría ventizca sopló en la aldea de Gof. Los pueblerinos se ocultaban en sus casas, temiendo a los recién llegados.
Cuatro personas vestidas con el uniforme de "Zonic", que representaban a los "Ghost Killers" pasaban en el sendero principal.
Las luces empezaron a apagarse, una por una, y los leves murmullos se oían con la brisa fría.
Io y los demás se adentraron al hotel más cercano y se acercaron a la persona encargada. Un viejo de no más de sesenta años.
El señor sentía que su cuerpo temblaba de la cabeza a los pies.
-Buenas noches - salusó Io mirandolo fríamente. A Carl, el dueño del hotel, le atemorizó aquella mirada severa y frívola de su emisora. Transmitía pánico - Usted debe saber por qué nos encontramos aquí.
El señor asintió una vez, lentamente.
-Dígame calamadamente, ¿dónde están los del Ojo Dorado? - preguntó Io.
-En la laguna oculta en el sendero de crisol - confesó Carl.
-Bien - dijo Io - claramente hay una leve presencia de un ser del Ojo Dorado, puedo sentirlo. ¿Estuvo aquí?
-Hace varias noches... un visitante del Ojo Doraado... Dorado - Tartamudeó Carl sintiéndo la mirada asesina de Io - se hospedó aquí, solo por una noche.
Io desvió la mirada hacia la señora y la joven aterradas mirando desde la puerta trasera de la recepción.
-Ustedes - señaló Io - salgan.
La señora y la joven salieron a paso lento de la habitación para internarse en la recepción.
-Lo veo - dijo Io - tú, chiquilla, acércate.
Mirta tembló por completo, pero se acercó.
Io tomó su rostro entre sus manos y enfocó sus ojos en los de Mirta.
"-La cena - dijo ella sin quitar sus ojos verdes del muchacho.
-Gracias - dijo Arsen levantándose del asiento y cogiendo la bandeja.
La chica volteó para irrse, pero se detuvo frente al umbral de la puerta.
-¿Por qué has venido? - pregunto Mirta - Nuestra aldea ya no necesita más de la presencia de los de tu especie. - Seguido de eso cerró la puerta."
Io apartó la vista de la muchacha y la soltó.
-No está lejos - dijo Io. Sus compañeros la miraron con rareza, pero no dijeron nada - Es hacia el sur.
Io miró a la familia que los miraban con ojos atemorizados.
-Gracias por su coolaboración - dijo Io saliendo del hotel.
Los demás la siguieron.
-¿Qué hiciste? - preguntó Shen.
Io no dijo nada y siguió caminando en completo silencio.
Todos supieron que no debían hablar de eso, ya que no obtendrían respuestas. No por parte de Io.
-Dos millas aproximadamente - dijo Io - tomen unos caballos. Los pedieremos prestado.
El gruó se agilizó y tomaron cuatro caballos que estaban amarrados en una cerca en la entrada de la villa.
Io se subió al alto caballo y trató de domarlo para seguir la travesía.
"Pronto estaremos cara a cara, luna llena" pensó Io mientras observaba el sendero cubierto de árboles y otras plantas "Pronto tomaremos cuentas pendientes"
-¡Jah! - exclamó Io agitando el correa del bosal. El caballo empezó a correr en dirección al sendero del crisol.
Los demás la siguieron.
Querima estaba a punto de llegar a la aldea de Gof, estuvo en la entrada. Se dio cuenta de las hueyas de caballo que se dirigían al lado contrario de la villa.
Querima miró hacia el sendero del árbol del crisol.
-Caballeros - dijo Querima dirigiéndose a sus dos acompañantes - seguiremos por el sendero del crisol hacia el sur.
-Pero - dijo uno mirando la villa.
-He dicho hacia el sur - repitió Querima con autoridad.
-Sí - repondió el otro custodio.
El caballo de Querima dio un leve salto ella lo hizo voltear en dirección contraria y agitó la correa para que el caballo empezara a correr.
Sus acomañantes la siguieron.
-¡Estén atentos! - exclamó Querima - esta zona es una mina de Dianos.
"Espero que Io no se salga con la suya y asesine al número cuatro" pensó Querima.
Habían pasado dos días desde que Jessie y Arsen habían visitado la aldea de Gof y se habían enterado de la venida de los Ghost Killers.
Jessie también estaba prácticando la espada de rayo y Blake combatía contra ella.
-Más rápido - exigió Jessie moviendo la espada con destreza.
Blake atacó con mayor fuerza haciendo que Jessie retrocediera el paso. Su ojo dorado estaba casi poniéndose naranja, se multiplicó haciendo que Blake quedara completamente confundido.
Por instinto, Blake atacó a la más cercana, pero su golpe atravesó la ilusión haciendo que esa se desvaneciera, como humo.
-Demonios - maldijo Blake. Acomodó su sable y corrió rápidamente clavando el filo en el torso de la ilusiones haciéndolas desaparecer.
La última, que era Jessie, defendió con un movimiento rápido.
-Astuta - dijo Blake - pero debes esforzarte más.
Jessie atacó con toda la fuerza posible. Las espada rechinaron entre ellas por el impacto del acero de ambas.
Ambos quitaron sus espadas y tomaron aliento.
Jessie giró la cabeza hacia Arsen, quien los observaba asombrado.
-Inténtalo - dijo Jessie alejándose de Blake y poniendose frente a Arsen.
Arsen inicó el primer ataque.
Jessie fue severa esta vez, actuó con mayor fuerza y rápidez que en prácticas pasadas. Su ojo estba en un anaranjado rojizo.
-No apartes la vista de tu espada - dijo Jessie sin dejar de atacarlo - estás perdiendo la concentración.
Arsen siguió las indicaciones e intento aumentar su energía.
Ambos estaban gastando un nivel alto de poder en la batalla, tanto que sus cuerpos emanaban un resplandor anaranjado, que indicaba que casi sobrepasaban el límite.
Arsen decidió darle fin a esa pelea, cencentro su energía y soltó el rayo de Zeus. Jessie se alejó rápido de allí antes de que el rayo impactara contra su cuerpo.
-Estás listo - dijo Blak. Jessie repiró profundamente para recuperar su normalidad.
-Bien hecho - dijo Jessie - casi sobrepasas el límte. Actuaste bien.
-Es posible que nos quieran atacarte debes estar pendiete de cualquier ataque inesperado - dijo Blake.
Arsen asintió.
Casi anochecía.
-Mejor entremos a la casa - dijo Jessie - la comida está lista.
Ambos chicos asintieron y entraron a la cabaña después de Jessie.
Una fría ventizca sopló en la aldea de Gof. Los pueblerinos se ocultaban en sus casas, temiendo a los recién llegados.
Cuatro personas vestidas con el uniforme de "Zonic", que representaban a los "Ghost Killers" pasaban en el sendero principal.
Las luces empezaron a apagarse, una por una, y los leves murmullos se oían con la brisa fría.
Io y los demás se adentraron al hotel más cercano y se acercaron a la persona encargada. Un viejo de no más de sesenta años.
El señor sentía que su cuerpo temblaba de la cabeza a los pies.
-Buenas noches - salusó Io mirandolo fríamente. A Carl, el dueño del hotel, le atemorizó aquella mirada severa y frívola de su emisora. Transmitía pánico - Usted debe saber por qué nos encontramos aquí.
El señor asintió una vez, lentamente.
-Dígame calamadamente, ¿dónde están los del Ojo Dorado? - preguntó Io.
-En la laguna oculta en el sendero de crisol - confesó Carl.
-Bien - dijo Io - claramente hay una leve presencia de un ser del Ojo Dorado, puedo sentirlo. ¿Estuvo aquí?
-Hace varias noches... un visitante del Ojo Doraado... Dorado - Tartamudeó Carl sintiéndo la mirada asesina de Io - se hospedó aquí, solo por una noche.
Io desvió la mirada hacia la señora y la joven aterradas mirando desde la puerta trasera de la recepción.
-Ustedes - señaló Io - salgan.
La señora y la joven salieron a paso lento de la habitación para internarse en la recepción.
-Lo veo - dijo Io - tú, chiquilla, acércate.
Mirta tembló por completo, pero se acercó.
Io tomó su rostro entre sus manos y enfocó sus ojos en los de Mirta.
"-La cena - dijo ella sin quitar sus ojos verdes del muchacho.
-Gracias - dijo Arsen levantándose del asiento y cogiendo la bandeja.
La chica volteó para irrse, pero se detuvo frente al umbral de la puerta.
-¿Por qué has venido? - pregunto Mirta - Nuestra aldea ya no necesita más de la presencia de los de tu especie. - Seguido de eso cerró la puerta."
Io apartó la vista de la muchacha y la soltó.
-No está lejos - dijo Io. Sus compañeros la miraron con rareza, pero no dijeron nada - Es hacia el sur.
Io miró a la familia que los miraban con ojos atemorizados.
-Gracias por su coolaboración - dijo Io saliendo del hotel.
Los demás la siguieron.
-¿Qué hiciste? - preguntó Shen.
Io no dijo nada y siguió caminando en completo silencio.
Todos supieron que no debían hablar de eso, ya que no obtendrían respuestas. No por parte de Io.
-Dos millas aproximadamente - dijo Io - tomen unos caballos. Los pedieremos prestado.
El gruó se agilizó y tomaron cuatro caballos que estaban amarrados en una cerca en la entrada de la villa.
Io se subió al alto caballo y trató de domarlo para seguir la travesía.
"Pronto estaremos cara a cara, luna llena" pensó Io mientras observaba el sendero cubierto de árboles y otras plantas "Pronto tomaremos cuentas pendientes"
-¡Jah! - exclamó Io agitando el correa del bosal. El caballo empezó a correr en dirección al sendero del crisol.
Los demás la siguieron.
Querima estaba a punto de llegar a la aldea de Gof, estuvo en la entrada. Se dio cuenta de las hueyas de caballo que se dirigían al lado contrario de la villa.
Querima miró hacia el sendero del árbol del crisol.
-Caballeros - dijo Querima dirigiéndose a sus dos acompañantes - seguiremos por el sendero del crisol hacia el sur.
-Pero - dijo uno mirando la villa.
-He dicho hacia el sur - repitió Querima con autoridad.
-Sí - repondió el otro custodio.
El caballo de Querima dio un leve salto ella lo hizo voltear en dirección contraria y agitó la correa para que el caballo empezara a correr.
Sus acomañantes la siguieron.
-¡Estén atentos! - exclamó Querima - esta zona es una mina de Dianos.
"Espero que Io no se salga con la suya y asesine al número cuatro" pensó Querima.
Capitulo 6
Doble intensión.
Jessie estaba con una canasta en sus delicados brazos. Arsen y ella tenían una capa que los cubría de la cabeza a los pies, en especial la cara; no querían formar revueltas a esas horas del día. Además, solo iban a comprar comida.
-Joyas, joyas, querida princesa - dijo hombre enseñando su mercancía - este collar de rubíes quedaría perfectamente en su cuello.
-No gracias - dijo Arsen.
El vendedor lo miró de reojo y se alejó.
-Mantente calmado, Arsen - dijo Jessie - son solo pueblerinos.
Arsen meneó la cabeza. Podría ser solo un vendedor, pero su mala educación ante una dama era pésima.
-Dime Arsen - dijo Jessie - ¿Por qué no recuerdas nada de tu infancia?
-Poco me acuerdo - dijo Arsen observando a una señora modelar un vestido - no creo que haya vivido algo importante.
-Todos los hijos de Selene han vivido, o están viviendo, o están destinados a vivir algo extraodinario - dijo Jessie - o trágico.
Arsen se encogió los hombros.
-Lo poco que recuerdo es una luz centellante y el filo de una una espada con la silueta de una chica reflejada en su hola de acero. Unos caballos, ruidos... Luego la caida de un jinete negro - dijo Arsen - es una pesadilla, sin sentido alguno.
Jessie lo miró extrañada.
-¿Una espada, una chica y un jinete derrotado? - cuestionó Jessie - suena muy raro...
Arsen miró una tienda de frutas´que se encontraba más adelante.
-¿Qué te parece aquella tienda? - dijo Arsen cambiando drásticamente de tema.
-Falta ver si las legumbres están frescas - dijo Jessie - veamos.
Ambos se adentraron en la tienda y Jessie se encargó de ver las verduras mientras que Arsen observaba la aldea desde la puerta de la tienda.
-¿A cuánto tienen a esos tomates? - preguntó Jessie.
De repetente todas las personas empzaron a reunirse en la plaza, las tiendas estaban vaciándose.
-¿Qué está ocurriendo? - preguntó Arsen al vendedor.
-No lo sé, tal vez alguien que tenga noticias. En los últimos días han ocurrido cosas extrañas. Nas poblaciones sedentaras ahora se están volviendo nómadas - dijo el vendedor - si quieren saber, será mejor que vayan a averiguar.
Jessie y Arsen corrieron hacia donde la muchedumbre estaba reunida. Se abrieron paso entre la gente hasta quedar al frente.
Un señor, casi moribundo, estaba tirado en el suelo gritando de dolor y pánico.
-¡Los Ghost Killers se aproximan haci aquí! - dijo el sñor retorciéndose de dolor en el suelo - Viajan rápidamente... Deben... huir.
-¿Los Ghost Killers? - dijo una señora alarmada - ¿Qué a hecho nuestra tribu?
-Deben huir - repitió el moribundo arrastrando las palabras - ojo... dorado.
Los murmullos empezaron a fluir en el aire. Los Ghost Killers en la aldea de Gof. Jamás se había dado una situación que tuvieran que intervenir la organización.
-¿A dónde iremos? - preguntó una mujer en alto - nuestra vida y nuetsra familia siempre ha permanecido aquí desde la tercera guerra mundial y luego del ataque nuclear.
-A lo alto de las montañas - sugirió un hombre - allí no se atreverán a acercase.
-El recorrido es extenso, nos matarían los animales - gritó un muchacho.
Jessie y Arsen se miraron entre ellos.
-¡Dónde lo ha visto? - preguntó un hombre - ¡Alguien es doctor!
Un anciano del fondo gritó.
-¡Yo soy doctor!
-Lo encontramos cerca de las llanuras de Contoy en la región Tuka - dijo uno de los extranjeros que lo habían traído a la aldea - Son cuatro y se acercan a esta aldea sin detenerse. Seguro que buscan a los del Ojo Dorado.
-Pues entreguémosle a esos fenómenos - dijo una señora a todo pulmón - ¡Qué los maten!
-Nuestra existencia ha sido invadida y aturdida desde que esos del ojo dorado llegaron - gritó otro hombre - ¡Qué los entreguen!
Jessie y Arsen se miraron aterrorizados, desidieron salir de allí lo más deprisa posible antes de que algo malo ocurriera.
-¡Blake! - exclamó Jessi corriendo sobre el pasto verde de la laguna.
El chico miró a la Jessie acercarse a él.
-¿Qué pasa? - preguntó Blake - ¿no que ibas de compras.
La cansta estaba vacía.
-Los han visto... A los Ghost Killers, vienen hacia aquí - dijo Jessie - saben nuestra ubicación. ¿Qué hacemos?
-Prepararnos para la batalla - dijo Blake mirando a Jessie - podemos vencerle.
-Tengo un mal presentimiento - dijo Jessie mirando al horizonte.
-¡Hey, Arsen! - llamó Blake - Desenvaina tu espada, debes practicar el rayo de Zeus.
Arsen asintió y empezó a practicar, controlando y energía y a la veces corriendo y esquivando ataques, como lo sería una batalla real.
Io iba caminando al frente de los demás.
-Io - dijo Shen mirando a su alrededor. Ya había anochecido y los animales nocturnos estaban cantando - No crees que deberiamos resguardarnos, hay muchos animales sueltos por las noches. En especial los Tinteos.
-Un lobo nocturno (el Tinteo) - dijo Io mirando a su alrededor - qué miedoso eres, Shen.
-Si acampamos toda la noche - dijo Lorak - no nos retrasará mucho para llegar a la aldea de Gof más de día y medio.
Io miró a su acompañante y luego miró la luna llena en todo su esplendor.
-Luna llena debe estar en su mejor momento, ya que su fase está puesta en los cielos - dijo Io - no quiero enfrentarme a un oponente débil.
-Pensé que yo me encargaría del novato - dijo Menfis.
-Cambié de parecer - dijo Io mirandolo fríamente.
-La luna llena tardará dos noches más, tiempo suficiente - dijo Lorak - hace frío y está oscuro. Además necesitas dormir. Tanto quieres enfrentarte a un poderoso contrincante, debes estar en lo máximo de tu poder.
Lorak tenía razón.
-Acamparemos aquí - dijo Io - Shen y Menfis busquen leña y formen una hoguera. Lorak, tú harás guardia hasta la media noche, luego le tocará a Menfis.
Todos asintieron y se pusieron en marcha.
Shen y Menfis fueron a buscar leña.
Lorak se sentó en una piedra e Io en una raíz de un árbol.
-Piensas matarlo - afirmó Lorak sin voltear a ver a Io.
Io por su parte permaneció serena ante tal comentario.
-Aun cuando las indicaciones fueron claras - continuó Lorak - traerlos con vida.
-Poco me importa ese informe - dijo Io- pueden hacer con mi vida lo que les plazca, pero no dejaré vivir al del ojo dorado, luna llena.
-¿Qué tiene este que no tenga los demás? - preguntó Lorak - hace unas horas tenías un plan formado, ahora ¿por qué lo quieres matar?
Io hizo silencio.
-Yo solo cobro la vida que me ha robado - dijo Io cerrando los ojos tratando de que su poder no se viera reflejado en su ojo comuflado.
Lorak emitió un suspiro.
-A todos nos han robado vidas - dijo Lorak sintiendo nostalgia - pero esas vidas nunca vuelven.
Io recordó aquella noche:¡Mamá!,¡Papá!... Tus padres están muertos.
-Espero que tengas suerte - dijo Lorak - no estoy a favor que vayas a hacer lo que se te de en gana, pero tampoco estoy en contra.
Io la miró extrañada.
-¡Leña! - exclamó Shen trayendo trosos de leña en sus hombros al igual que Menfis.
Hicieron una fogata.
Shen y Menfis trataron de dormir un poco mientras que Lorak vigilaba los alrededores.
Io, por su parte, desenvainó su espada con lentitud. Vio como la hoja del sable reflejaba su silueta.
En su mente se oyó un relinche de caballo y divisó un corcel blanco con fuertes patas y un jinete impresionante. El montador tenía en su cintura la misma vaina que estaba en sus manos.
Luego frente a sus ojos, un muchacho, no mayor de doce años con sable en la mano le cortó la mitad del cuerpo al jinete usando la técnica "el rayo de Zeus". El del ojo dorado, un ser identico a ella.
Io miró el sable puesto en sus manos.
Sintió ganas de llorar, pero se abstuvo de hacerlo.
-Por madre, por poadre, por maestro - dijo Io - me las pagarás luna llena. Juro que hasta no verte muerto no descansaré sin antes verte inerte ante mis pies.
-Los cuatro guerreros ya han partido a las montañas de Yunasán - dijo una mujer pelirroja, tenía un parche en el ojo izquierdo.
-Querima - dijo el joven sentando en el escritorio - pronto el mundo conocerá el poder de Zonic y se inclinará en una reverencia ante su poder.
-¿Esos fénomenos no serán difícil de capturar? - preguntó Querima - ¿especificaste que los querías vivos?
-Io no aguantará las ganas de asesinar al número cuatro - dijo levantándose de su asiento - quiero que vayas allí y te encargues de que eso no ocurra. Los necesito con vida.
Querima lo miró extrañada, pero asintió una sola vez como muestra de aceptación.
-¿A qué hora quieres que salga? - preguntó Querima.
-Lo más pronto posible - dijo - enviaré una escolta de soldados contigo.
-No es necesario, con dos soldados acompañándome nos las podremos arreglar - dijo Querima- entre menos personas es mejor, así podemos pasar desapercibidos. Es un viaje largo.
-Haz lo que quieras, pero tráeme a esos montruos con vida - dijo mirándola.
-En seguida, Ivan - Querima salió de la habitación.
La pelirroja tomó un sable en sus manos y lo desenvainó.
-¡Jah! - Qurima agitó la espada haciendo que esta emitiera una especie de replandor dorado en su hoja de acero.
Jessie estaba con una canasta en sus delicados brazos. Arsen y ella tenían una capa que los cubría de la cabeza a los pies, en especial la cara; no querían formar revueltas a esas horas del día. Además, solo iban a comprar comida.
-Joyas, joyas, querida princesa - dijo hombre enseñando su mercancía - este collar de rubíes quedaría perfectamente en su cuello.
-No gracias - dijo Arsen.
El vendedor lo miró de reojo y se alejó.
-Mantente calmado, Arsen - dijo Jessie - son solo pueblerinos.
Arsen meneó la cabeza. Podría ser solo un vendedor, pero su mala educación ante una dama era pésima.
-Dime Arsen - dijo Jessie - ¿Por qué no recuerdas nada de tu infancia?
-Poco me acuerdo - dijo Arsen observando a una señora modelar un vestido - no creo que haya vivido algo importante.
-Todos los hijos de Selene han vivido, o están viviendo, o están destinados a vivir algo extraodinario - dijo Jessie - o trágico.
Arsen se encogió los hombros.
-Lo poco que recuerdo es una luz centellante y el filo de una una espada con la silueta de una chica reflejada en su hola de acero. Unos caballos, ruidos... Luego la caida de un jinete negro - dijo Arsen - es una pesadilla, sin sentido alguno.
Jessie lo miró extrañada.
-¿Una espada, una chica y un jinete derrotado? - cuestionó Jessie - suena muy raro...
Arsen miró una tienda de frutas´que se encontraba más adelante.
-¿Qué te parece aquella tienda? - dijo Arsen cambiando drásticamente de tema.
-Falta ver si las legumbres están frescas - dijo Jessie - veamos.
Ambos se adentraron en la tienda y Jessie se encargó de ver las verduras mientras que Arsen observaba la aldea desde la puerta de la tienda.
-¿A cuánto tienen a esos tomates? - preguntó Jessie.
De repetente todas las personas empzaron a reunirse en la plaza, las tiendas estaban vaciándose.
-¿Qué está ocurriendo? - preguntó Arsen al vendedor.
-No lo sé, tal vez alguien que tenga noticias. En los últimos días han ocurrido cosas extrañas. Nas poblaciones sedentaras ahora se están volviendo nómadas - dijo el vendedor - si quieren saber, será mejor que vayan a averiguar.
Jessie y Arsen corrieron hacia donde la muchedumbre estaba reunida. Se abrieron paso entre la gente hasta quedar al frente.
Un señor, casi moribundo, estaba tirado en el suelo gritando de dolor y pánico.
-¡Los Ghost Killers se aproximan haci aquí! - dijo el sñor retorciéndose de dolor en el suelo - Viajan rápidamente... Deben... huir.
-¿Los Ghost Killers? - dijo una señora alarmada - ¿Qué a hecho nuestra tribu?
-Deben huir - repitió el moribundo arrastrando las palabras - ojo... dorado.
Los murmullos empezaron a fluir en el aire. Los Ghost Killers en la aldea de Gof. Jamás se había dado una situación que tuvieran que intervenir la organización.
-¿A dónde iremos? - preguntó una mujer en alto - nuestra vida y nuetsra familia siempre ha permanecido aquí desde la tercera guerra mundial y luego del ataque nuclear.
-A lo alto de las montañas - sugirió un hombre - allí no se atreverán a acercase.
-El recorrido es extenso, nos matarían los animales - gritó un muchacho.
Jessie y Arsen se miraron entre ellos.
-¡Dónde lo ha visto? - preguntó un hombre - ¡Alguien es doctor!
Un anciano del fondo gritó.
-¡Yo soy doctor!
-Lo encontramos cerca de las llanuras de Contoy en la región Tuka - dijo uno de los extranjeros que lo habían traído a la aldea - Son cuatro y se acercan a esta aldea sin detenerse. Seguro que buscan a los del Ojo Dorado.
-Pues entreguémosle a esos fenómenos - dijo una señora a todo pulmón - ¡Qué los maten!
-Nuestra existencia ha sido invadida y aturdida desde que esos del ojo dorado llegaron - gritó otro hombre - ¡Qué los entreguen!
Jessie y Arsen se miraron aterrorizados, desidieron salir de allí lo más deprisa posible antes de que algo malo ocurriera.
-¡Blake! - exclamó Jessi corriendo sobre el pasto verde de la laguna.
El chico miró a la Jessie acercarse a él.
-¿Qué pasa? - preguntó Blake - ¿no que ibas de compras.
La cansta estaba vacía.
-Los han visto... A los Ghost Killers, vienen hacia aquí - dijo Jessie - saben nuestra ubicación. ¿Qué hacemos?
-Prepararnos para la batalla - dijo Blake mirando a Jessie - podemos vencerle.
-Tengo un mal presentimiento - dijo Jessie mirando al horizonte.
-¡Hey, Arsen! - llamó Blake - Desenvaina tu espada, debes practicar el rayo de Zeus.
Arsen asintió y empezó a practicar, controlando y energía y a la veces corriendo y esquivando ataques, como lo sería una batalla real.
Io iba caminando al frente de los demás.
-Io - dijo Shen mirando a su alrededor. Ya había anochecido y los animales nocturnos estaban cantando - No crees que deberiamos resguardarnos, hay muchos animales sueltos por las noches. En especial los Tinteos.
-Un lobo nocturno (el Tinteo) - dijo Io mirando a su alrededor - qué miedoso eres, Shen.
-Si acampamos toda la noche - dijo Lorak - no nos retrasará mucho para llegar a la aldea de Gof más de día y medio.
Io miró a su acompañante y luego miró la luna llena en todo su esplendor.
-Luna llena debe estar en su mejor momento, ya que su fase está puesta en los cielos - dijo Io - no quiero enfrentarme a un oponente débil.
-Pensé que yo me encargaría del novato - dijo Menfis.
-Cambié de parecer - dijo Io mirandolo fríamente.
-La luna llena tardará dos noches más, tiempo suficiente - dijo Lorak - hace frío y está oscuro. Además necesitas dormir. Tanto quieres enfrentarte a un poderoso contrincante, debes estar en lo máximo de tu poder.
Lorak tenía razón.
-Acamparemos aquí - dijo Io - Shen y Menfis busquen leña y formen una hoguera. Lorak, tú harás guardia hasta la media noche, luego le tocará a Menfis.
Todos asintieron y se pusieron en marcha.
Shen y Menfis fueron a buscar leña.
Lorak se sentó en una piedra e Io en una raíz de un árbol.
-Piensas matarlo - afirmó Lorak sin voltear a ver a Io.
Io por su parte permaneció serena ante tal comentario.
-Aun cuando las indicaciones fueron claras - continuó Lorak - traerlos con vida.
-Poco me importa ese informe - dijo Io- pueden hacer con mi vida lo que les plazca, pero no dejaré vivir al del ojo dorado, luna llena.
-¿Qué tiene este que no tenga los demás? - preguntó Lorak - hace unas horas tenías un plan formado, ahora ¿por qué lo quieres matar?
Io hizo silencio.
-Yo solo cobro la vida que me ha robado - dijo Io cerrando los ojos tratando de que su poder no se viera reflejado en su ojo comuflado.
Lorak emitió un suspiro.
-A todos nos han robado vidas - dijo Lorak sintiendo nostalgia - pero esas vidas nunca vuelven.
Io recordó aquella noche:¡Mamá!,¡Papá!... Tus padres están muertos.
-Espero que tengas suerte - dijo Lorak - no estoy a favor que vayas a hacer lo que se te de en gana, pero tampoco estoy en contra.
Io la miró extrañada.
-¡Leña! - exclamó Shen trayendo trosos de leña en sus hombros al igual que Menfis.
Hicieron una fogata.
Shen y Menfis trataron de dormir un poco mientras que Lorak vigilaba los alrededores.
Io, por su parte, desenvainó su espada con lentitud. Vio como la hoja del sable reflejaba su silueta.
En su mente se oyó un relinche de caballo y divisó un corcel blanco con fuertes patas y un jinete impresionante. El montador tenía en su cintura la misma vaina que estaba en sus manos.
Luego frente a sus ojos, un muchacho, no mayor de doce años con sable en la mano le cortó la mitad del cuerpo al jinete usando la técnica "el rayo de Zeus". El del ojo dorado, un ser identico a ella.
Io miró el sable puesto en sus manos.
Sintió ganas de llorar, pero se abstuvo de hacerlo.
-Por madre, por poadre, por maestro - dijo Io - me las pagarás luna llena. Juro que hasta no verte muerto no descansaré sin antes verte inerte ante mis pies.
-Los cuatro guerreros ya han partido a las montañas de Yunasán - dijo una mujer pelirroja, tenía un parche en el ojo izquierdo.
-Querima - dijo el joven sentando en el escritorio - pronto el mundo conocerá el poder de Zonic y se inclinará en una reverencia ante su poder.
-¿Esos fénomenos no serán difícil de capturar? - preguntó Querima - ¿especificaste que los querías vivos?
-Io no aguantará las ganas de asesinar al número cuatro - dijo levantándose de su asiento - quiero que vayas allí y te encargues de que eso no ocurra. Los necesito con vida.
Querima lo miró extrañada, pero asintió una sola vez como muestra de aceptación.
-¿A qué hora quieres que salga? - preguntó Querima.
-Lo más pronto posible - dijo - enviaré una escolta de soldados contigo.
-No es necesario, con dos soldados acompañándome nos las podremos arreglar - dijo Querima- entre menos personas es mejor, así podemos pasar desapercibidos. Es un viaje largo.
-Haz lo que quieras, pero tráeme a esos montruos con vida - dijo mirándola.
-En seguida, Ivan - Querima salió de la habitación.
La pelirroja tomó un sable en sus manos y lo desenvainó.
-¡Jah! - Qurima agitó la espada haciendo que esta emitiera una especie de replandor dorado en su hoja de acero.
Capítulo 5
Una extraña sensación
Arsen se había levantado más temprano de lo acostumbrado. Practicaba sus movimientos veloces con el tronco de un árbol.
Aquel madero estaba casi talado, las filosas luces que emitía su espada eran suficientemente cortantes para derribar a un árbol tan grande como era aquel, en cuestión de minutos.
-Necesito más poder - musitó Arsen aumentando aquella energía. Su cuerpo empezó a irradiar una iluminación rojiza - necesito más rapidez.
Arsen agitó su espada y de un solo ataque salió el rayo de Zeus derribando así al viejo y gigantezco árbol.
-¡Detente! - exclamó Jessie corriendo hacia él. Su transformación hizo que se multiplicara en siete mientras aun seguía corriendo - ¡Arsen, detente!
Arsen la observó. Su ojo derecho ya no iluminaba con una luz fosforecente amarilla, ahora su ojo se había tornado rojo.
-Relaja tu energía - dijo Jessie - ¡Puedes hacerlo!
Arsen la miró extrañado.
-Se siente genial, no lo haré - dijo Arsen sonriendo.
Jessie se aproximo a él y con sus siete espectros lo rodeo.
-¡Hazlo! - dijo ella con autoridad.
Arsen empezó a relajar su cuerpo hasta que volvió a la normalidad.
Blake salió de la cabaña.
-¿Qué está pasando? - preguntó Blake.
-A sobrepasado su límite - dijo Jessie.
Arsen los miró extrañado.
-Mira, Arsen - empezó a decir Blake manteniendo la compostura - nuestro poder tiene un límite. Mientras el ojo esté brillando con un resplandor amarillo, estás bien. Si está alumbrado rojo, sobrepasaste tu límite.
-Es una sensación extraña - dijo Jessie - te sientes bien, te vas con el placer de obtener el poder que quieres, pero ese poder puede tornarse en tu contra.
-El poder del ojo dorado puede llegar a controlarte - dijo Blake - tanto que perderías la capacidad de dominar tu propio organismo y la libertad de pensamiento.
-Te convertirías en la marioneta de ese poder inexplicable - concluyó Jessie.
Arsen miró a su alrededor, observó el árbol tirado en el suelo.
-Puedes controlar tu límite - dijo Jessie - es decír, saber cuando estás a punto y cuando sobrepasas el límite.
Blake se tranformó y fue por su sable.
-En guardia - dijo Blake alzando su espada.
Arsen se colocó en posición de combate. Cerró los ojos y en segundos su transformación se completó.
Blake inició los movimientos de la espada de rayo y Arsen los correspondía con igual fuerza y rapidez.
-Concentra tu energía - dijo Jessie.
Arsen fue aumentando del poder, su ojo se tornó naranja.
-¿Lo sientes? - dijo Blake - el ardor que quema dentro de tus venas.
-Sí- dijo Arsen sin parar de atacar.
-Quiero que concentres tu energía, bájala poco a poco - dijo Blake sin detener los movimientos.
Arsen cerró los ojos.
Se soprendió que, aun con los ojos cerrados, sus brazos correspondían el ataque que hacía Blake. Por puro instinto.
-Lo estás haciendo bien - dijo Jessie.
-Intenta hacer el rayo de Zeus a ese nivel de energía - dijo Blake apartándose.
Arsen hizo el movimiento y de su espada salió el rayo disparado hacia el cielo, cortó la punta del algunos pinos, y luego se desvaneció.
-Bien - dijo Jessie - debes controlar el nivel de energía que usas. Si es necesario sobrepasar el límite , debes tener en claro que no puede ser por un tiempo extenso. Mejor dicho, solo sirve para un solo movimiento.
Arsen asintió.
-Blake, tengo que ir al pueblo - dijo Jessie - necesitamos provisiones.
-Había planeado en dar una vuelta por los alrededores, ahora más que nunca, hay espías merodenando por allí - dijo Blake - ¿qué tal si te acompaña Arsen? Sería bueno que aprendiera el sendero hacia la aldea de Gof.
-Está bien - dijo Jessie - partiremos luego del almuerzo.
Un cuervo salió volando de una rama alta y dando un canto chillón y atemorizante, se alejó.
-Esos cuervos - dijo Blake agitando la espada - te digo que esos espías andan tras nosotros.
-Los cuervos son animales, Blake - dijo Jessie - aunque sean macabros y sombríos.
Un ave negra se postró en el brazo de Io. Ella le acarició la nuca y el ave respondió con movimiento.
En la pata tenía una hoja del crisol y en la otra una hoja carbonizada.
Io dejó ir al cuervo.
-Bien hecho Roky - dijo Io al cuervo.
Los cuatro guerreros estaban descansando en unas raíces enormes que sobresalían de la tierra. Comían y otros tomaban una cortísima siesta.
Io miró su espada, recordó quién se la había dado. La agitó con destreza ante un árbol y clavo su filo en la madera. De un solo jalón la sacó de allí.
-Maestro - musitó Io - juro que vengaré tu muerte.
Lorak apareció detrás de unos arbustos, comía una manzana roja.
-Deberías descansar - sugirió Lorak mordiendo un pedazo de la fruta.
-El enemigo no está descansando - dijo Io - mientras nosotros desperdiciamos tiempo valioso comiendo y durmiendo, ellos se hacen más fuertes.
Lorak permaneció calmada, estaba acostumbrada a esas reacciones de su líder.
-Yo solo decía. Haz lo que te plazca - dijo Lorak yendo a donde sus compañeros.
Io sintió el cosquilleo de su energía fluir tercamente dentro de sus venas. Cerró los ojos para calmar la energía y permanecer oculta.
"Aquel que del ojo dorado, digno de hacer el rayo de Zeus... Morirá con el filo de mi espada, enterrada en su corazón" pensó Io.
Io guardó su espada y miró a sus compañeros dormir plácidamente.
-Lorak - dijo Io - despierta a Shen y a Menfis, continuamos nuestro viaje.
Arsen se había levantado más temprano de lo acostumbrado. Practicaba sus movimientos veloces con el tronco de un árbol.
Aquel madero estaba casi talado, las filosas luces que emitía su espada eran suficientemente cortantes para derribar a un árbol tan grande como era aquel, en cuestión de minutos.
-Necesito más poder - musitó Arsen aumentando aquella energía. Su cuerpo empezó a irradiar una iluminación rojiza - necesito más rapidez.
Arsen agitó su espada y de un solo ataque salió el rayo de Zeus derribando así al viejo y gigantezco árbol.
-¡Detente! - exclamó Jessie corriendo hacia él. Su transformación hizo que se multiplicara en siete mientras aun seguía corriendo - ¡Arsen, detente!
Arsen la observó. Su ojo derecho ya no iluminaba con una luz fosforecente amarilla, ahora su ojo se había tornado rojo.
-Relaja tu energía - dijo Jessie - ¡Puedes hacerlo!
Arsen la miró extrañado.
-Se siente genial, no lo haré - dijo Arsen sonriendo.
Jessie se aproximo a él y con sus siete espectros lo rodeo.
-¡Hazlo! - dijo ella con autoridad.
Arsen empezó a relajar su cuerpo hasta que volvió a la normalidad.
Blake salió de la cabaña.
-¿Qué está pasando? - preguntó Blake.
-A sobrepasado su límite - dijo Jessie.
Arsen los miró extrañado.
-Mira, Arsen - empezó a decir Blake manteniendo la compostura - nuestro poder tiene un límite. Mientras el ojo esté brillando con un resplandor amarillo, estás bien. Si está alumbrado rojo, sobrepasaste tu límite.
-Es una sensación extraña - dijo Jessie - te sientes bien, te vas con el placer de obtener el poder que quieres, pero ese poder puede tornarse en tu contra.
-El poder del ojo dorado puede llegar a controlarte - dijo Blake - tanto que perderías la capacidad de dominar tu propio organismo y la libertad de pensamiento.
-Te convertirías en la marioneta de ese poder inexplicable - concluyó Jessie.
Arsen miró a su alrededor, observó el árbol tirado en el suelo.
-Puedes controlar tu límite - dijo Jessie - es decír, saber cuando estás a punto y cuando sobrepasas el límite.
Blake se tranformó y fue por su sable.
-En guardia - dijo Blake alzando su espada.
Arsen se colocó en posición de combate. Cerró los ojos y en segundos su transformación se completó.
Blake inició los movimientos de la espada de rayo y Arsen los correspondía con igual fuerza y rapidez.
-Concentra tu energía - dijo Jessie.
Arsen fue aumentando del poder, su ojo se tornó naranja.
-¿Lo sientes? - dijo Blake - el ardor que quema dentro de tus venas.
-Sí- dijo Arsen sin parar de atacar.
-Quiero que concentres tu energía, bájala poco a poco - dijo Blake sin detener los movimientos.
Arsen cerró los ojos.
Se soprendió que, aun con los ojos cerrados, sus brazos correspondían el ataque que hacía Blake. Por puro instinto.
-Lo estás haciendo bien - dijo Jessie.
-Intenta hacer el rayo de Zeus a ese nivel de energía - dijo Blake apartándose.
Arsen hizo el movimiento y de su espada salió el rayo disparado hacia el cielo, cortó la punta del algunos pinos, y luego se desvaneció.
-Bien - dijo Jessie - debes controlar el nivel de energía que usas. Si es necesario sobrepasar el límite , debes tener en claro que no puede ser por un tiempo extenso. Mejor dicho, solo sirve para un solo movimiento.
Arsen asintió.
-Blake, tengo que ir al pueblo - dijo Jessie - necesitamos provisiones.
-Había planeado en dar una vuelta por los alrededores, ahora más que nunca, hay espías merodenando por allí - dijo Blake - ¿qué tal si te acompaña Arsen? Sería bueno que aprendiera el sendero hacia la aldea de Gof.
-Está bien - dijo Jessie - partiremos luego del almuerzo.
Un cuervo salió volando de una rama alta y dando un canto chillón y atemorizante, se alejó.
-Esos cuervos - dijo Blake agitando la espada - te digo que esos espías andan tras nosotros.
-Los cuervos son animales, Blake - dijo Jessie - aunque sean macabros y sombríos.
Un ave negra se postró en el brazo de Io. Ella le acarició la nuca y el ave respondió con movimiento.
En la pata tenía una hoja del crisol y en la otra una hoja carbonizada.
Io dejó ir al cuervo.
-Bien hecho Roky - dijo Io al cuervo.
Los cuatro guerreros estaban descansando en unas raíces enormes que sobresalían de la tierra. Comían y otros tomaban una cortísima siesta.
Io miró su espada, recordó quién se la había dado. La agitó con destreza ante un árbol y clavo su filo en la madera. De un solo jalón la sacó de allí.
-Maestro - musitó Io - juro que vengaré tu muerte.
Lorak apareció detrás de unos arbustos, comía una manzana roja.
-Deberías descansar - sugirió Lorak mordiendo un pedazo de la fruta.
-El enemigo no está descansando - dijo Io - mientras nosotros desperdiciamos tiempo valioso comiendo y durmiendo, ellos se hacen más fuertes.
Lorak permaneció calmada, estaba acostumbrada a esas reacciones de su líder.
-Yo solo decía. Haz lo que te plazca - dijo Lorak yendo a donde sus compañeros.
Io sintió el cosquilleo de su energía fluir tercamente dentro de sus venas. Cerró los ojos para calmar la energía y permanecer oculta.
"Aquel que del ojo dorado, digno de hacer el rayo de Zeus... Morirá con el filo de mi espada, enterrada en su corazón" pensó Io.
Io guardó su espada y miró a sus compañeros dormir plácidamente.
-Lorak - dijo Io - despierta a Shen y a Menfis, continuamos nuestro viaje.
Capitulo 4
Ojo brillante (El rayo de Zeus)
Arsen se levantó con los primeros rayos de sol.
Salió en dirección a donde estaba su caballo, Black, lo desamarró del tronco de un viejo y enorme árbol, para llevarlo a tomar un poco de agua a la orilla de la laguna.
-Tenías sed, muchacho – dijo Arsen sosteniendo a su fiel corcel del bozal.
-¿Madrugador? – dijo una voz femenina a las espaldas de Arsen.
Arsen volteó y vio a Jessie, quien tenía sus delgados pies descalzos en el agua.
-Sí – contestó Arsen – A Black le gusta ver el amanecer conmigo.
-Eso es tierno y descabellado a la vez – sonrió Jessie.
Arsen miró el collar que tenía Jessie en el cuello, era una luna creciente del mismo material del medallón que la anciana le había dado.
-¿Dónde lo conseguiste? – preguntó Arsen.
-¿Esto? – señaló Jessie el collar – nací con esto.
-Pero no tienes treinta años – dijo Arsen son rareza.
-Tienes razón – rió Jessie – tengo más de ochenta años.
Arsen la miró incrédulo.
-Es increíble cuanto desconoces sobre tu naturaleza – dijo Jessie – nosotros, hijos de Selene, somos dejados en tierra como simples fetos. Nuestro desarrollo se realiza en tierra, dura más de veinte años. Nuestro crecimiento no se cuenta con trescientos sesenta y cinco días, sino en setecientos treinta días; lo que sería dos años. Así que yo tengo diecinueve años.
-Interesante. A mí se me olvidó todo eso, poco recuerdo de mi infancia – dijo Arsen.
-Lo importante es lo que vivas ahora – dijo Jessie – Blake debe estar despertando. Prepararé el desayuno, alístate que tu entrenamiento empieza desde hoy.
Blake salió de la casa y miró a los chicos en la orilla de la laguna, movió la muñeca en ademán de saludo luego volvió a meterse en la cabaña.
Jessie regresó también a la casa dejando a Arsen solo con su caballo.
-¿Hubieras pensado eso, Black? – rió Arsen – Después de todo, soy más viejo que tú.
Arsen volvió a amarrar a su caballo y se internó en la casa.
Jessie estaba sirviendo el desayuno y Blake estaba sentado ya en la mesa del comedor.
-Buenos días, Arsen – saludó Blake – veo que eres madrugador. Eso es bueno.
Arsen se sentó en la mesa.
-Come bien – dijo Blake viendo el plato de frutas que acababa de traer Jessie – Hoy será un día agotador.
Cuando terminaron de desayunar, todos salieron de la cabaña y se ubicaron en un lugar plano, sin árboles, y espacioso.
Jessie se colocó al costado de Arsen para transmitirle confianza.
Blake se colocó frente a ellos.
-El ojo dorado activa tus poderes y dotes sobrenaturales cuando brilla – explicó Blake – mientras el ojo esté opaco, serás tan vulnerable como cuál ser humano común y corriente.
Arsen asintió.
-El ojo brillará cuando tus pensamientos estén completamente enfocados en concentrarse, como si estuvieras reuniendo energía – dijo Jessie.
-Observa – dijo Blake.
Blake cerró los ojos, una luz empezó a emanar de su cuerpo, como lo había hecho Jessie en el árbol del crisol.
En pocos segundos Blake volvió a abrir los ojos. Ahora su ojo dorado emitía un resplandor fosforescente.
-Cuando esté así puedo correr a una velocidad inimaginable – dijo Blake.
Blake salió corriendo rápidamente, solo se sentía el viento que dejaba por la velocidad, pero no se veía la dirección que tomaba. Blake regresó al mismo sitio en cuestión de segundos.
-Mírame – dijo Jessie apartándose un poco de él.
Jessie hizo el mismo procedimiento, hasta que su ojo derecho iluminó.
Jessie extendió los brazos, como si fuera a dar un abrazo, y enseguida siete personas idénticas a Jessie aparecieron.
-Inténtalo – dijo Jessie con dulzura – no te preocupes si no te sale a la primera.
Arsen asintió. Cerró los ojos y trató de enfocar toda su energía. Sintió como un cosquilleo recorría su cuerpo, poco a poco su cuerpo fue brillando hasta que sintió que su ojo derecho emanaba una luz propia.
Arsen abrió los ojos.
-Bien hecho, Arsen – dijo Jessie.
Blake le lanzó su sable.
-Buenos reflejos – dijo Blake viendo que Arsen no tuvo ningún problema en tomarlo – Tal vez tengo una idea de donde está enfocado tu poder.
Blake corrió y volvió casi enseguida con otro sable.
-En tus brazos – finalizó Blake – Jessie y yo dominamos la espada de rayo. Vamos a ver qué tan bueno eres.
Blake corrió hacia él atacándolo, pero Arsen se defendió. Su visión podía divisar los movimientos de Blake como si estuviera corriendo a una velocidad normal.
-Bien – dijo Blake – La espada de rayo son movimientos súper sónicos que emite una especie de luz que corta más que la hoja de tu espada. Entrégale la espada a Jessie y observa.
Arsen obedeció.
Jessie y Blake se pusieren cara a cara estrechando el filo de sus espadas.
-A mi señal – dijo Blake - ¡Ya!
Jessie empezó con uno movimientos rápidos de la espada que chocaban con la contraria, ambas espadas emitían una luz blanca.
Blake desvió su espada para terminar la demostración.
-Toma, inténtalo – dijo Blake entregándole en sable.
Arsen tomó la espada y se colocó delante de Jessie.
-Empecemos – dijo Blake – y nunca despegues la vista de tu espada.
Jessie empezó los movimientos y Arsen los correspondía. Jessie sintió hacer un gran esfuerzo para esquivar los ataques de Arsen.
-Jessie aumenta la velocidad – ordenó Blake.
Jessie incrementó la rapidez de sus movimientos, pero al parecer no afectaba en lo absoluto a Arsen.
-¡Ya no puedo! – gritó Jessie – ¡Me voy a detener!
Jessie se detuvo, pero se apartó enseguida porque un ataque de Aren, que era inevitable detener, iba en dirección hacia ella.
Al no tener la espada de Jessie chocando contra la suya, un rayo de luz salió disparado de su espada cortando un pino enorme al otro lado de la laguna.
Los tres miraron como el árbol iba cayendo al suelo.
-Impresionante – dijo Blake – es el rayo de Zeus. Solo uno de los cuatro puede hacer ese movimiento y disparar el rayo de Zeus.
-Increíble – corroboró Jessie envainando el sable.
-Practiquemos ese movimiento una vez más – dijo Blake.
Toda la mañana practicaron ese movimiento. Y repetidas veces salió.
En la tarde practicaron destreza y agilidad, cómo defenderse.
Como a las seis de la tarde cuando vieron que el sol estaba a punto de ocultarse pararon de practicar.
-Mañana probaremos tu concentración de energía en tus brazos para puedas perfeccionar el rayo de Zeus – dijo Blake – para volver a la normalidad solo deja relajar tu cuerpo por unos instantes con los ojos cerrados.
Jessie y Blake volvieron a la normalidad.
Arsen tardó un poco más en relajar su energía, pero lo logró.
-Bueno – dijo Blake respirando profundamente – hoy fue un día agotador. Me apetece cenar un buen plato de legumbres e irme a la cama.
-Preparé la cena esta mañana, vengan, ya la sirvo – dijo Jessie dirigiéndose a su casa.
Seguido Arsen y Blake.
-Lo estás haciendo bien – dijo Blake, solo falta práctica.
Arsen asintió.
Desprendió su espada de la gruesa carne de un Centurium, la sangre violácea corría por la hoja de su sable.
Io con un movimiento de muñeca guardó su espada.
-Sigamos – dijo Io apartando unas ramas.
Shen y Menfis observaron al animal inerte en el suelo.
Centurium eran leones, cazadores expertos y muy duros de matar. Les sorprendió que Io con un solo ataque lo hubiera derribado.
-No se queden ahí parados, ¡Caminen! – dijo Lorak pasando a su lado – mi abuela en su andadera camina más rápido que ustedes.
Shen y Menfis le echaron un último vistazo al animal antes de seguir.
Arsen se levantó con los primeros rayos de sol.
Salió en dirección a donde estaba su caballo, Black, lo desamarró del tronco de un viejo y enorme árbol, para llevarlo a tomar un poco de agua a la orilla de la laguna.
-Tenías sed, muchacho – dijo Arsen sosteniendo a su fiel corcel del bozal.
-¿Madrugador? – dijo una voz femenina a las espaldas de Arsen.
Arsen volteó y vio a Jessie, quien tenía sus delgados pies descalzos en el agua.
-Sí – contestó Arsen – A Black le gusta ver el amanecer conmigo.
-Eso es tierno y descabellado a la vez – sonrió Jessie.
Arsen miró el collar que tenía Jessie en el cuello, era una luna creciente del mismo material del medallón que la anciana le había dado.
-¿Dónde lo conseguiste? – preguntó Arsen.
-¿Esto? – señaló Jessie el collar – nací con esto.
-Pero no tienes treinta años – dijo Arsen son rareza.
-Tienes razón – rió Jessie – tengo más de ochenta años.
Arsen la miró incrédulo.
-Es increíble cuanto desconoces sobre tu naturaleza – dijo Jessie – nosotros, hijos de Selene, somos dejados en tierra como simples fetos. Nuestro desarrollo se realiza en tierra, dura más de veinte años. Nuestro crecimiento no se cuenta con trescientos sesenta y cinco días, sino en setecientos treinta días; lo que sería dos años. Así que yo tengo diecinueve años.
-Interesante. A mí se me olvidó todo eso, poco recuerdo de mi infancia – dijo Arsen.
-Lo importante es lo que vivas ahora – dijo Jessie – Blake debe estar despertando. Prepararé el desayuno, alístate que tu entrenamiento empieza desde hoy.
Blake salió de la casa y miró a los chicos en la orilla de la laguna, movió la muñeca en ademán de saludo luego volvió a meterse en la cabaña.
Jessie regresó también a la casa dejando a Arsen solo con su caballo.
-¿Hubieras pensado eso, Black? – rió Arsen – Después de todo, soy más viejo que tú.
Arsen volvió a amarrar a su caballo y se internó en la casa.
Jessie estaba sirviendo el desayuno y Blake estaba sentado ya en la mesa del comedor.
-Buenos días, Arsen – saludó Blake – veo que eres madrugador. Eso es bueno.
Arsen se sentó en la mesa.
-Come bien – dijo Blake viendo el plato de frutas que acababa de traer Jessie – Hoy será un día agotador.
Cuando terminaron de desayunar, todos salieron de la cabaña y se ubicaron en un lugar plano, sin árboles, y espacioso.
Jessie se colocó al costado de Arsen para transmitirle confianza.
Blake se colocó frente a ellos.
-El ojo dorado activa tus poderes y dotes sobrenaturales cuando brilla – explicó Blake – mientras el ojo esté opaco, serás tan vulnerable como cuál ser humano común y corriente.
Arsen asintió.
-El ojo brillará cuando tus pensamientos estén completamente enfocados en concentrarse, como si estuvieras reuniendo energía – dijo Jessie.
-Observa – dijo Blake.
Blake cerró los ojos, una luz empezó a emanar de su cuerpo, como lo había hecho Jessie en el árbol del crisol.
En pocos segundos Blake volvió a abrir los ojos. Ahora su ojo dorado emitía un resplandor fosforescente.
-Cuando esté así puedo correr a una velocidad inimaginable – dijo Blake.
Blake salió corriendo rápidamente, solo se sentía el viento que dejaba por la velocidad, pero no se veía la dirección que tomaba. Blake regresó al mismo sitio en cuestión de segundos.
-Mírame – dijo Jessie apartándose un poco de él.
Jessie hizo el mismo procedimiento, hasta que su ojo derecho iluminó.
Jessie extendió los brazos, como si fuera a dar un abrazo, y enseguida siete personas idénticas a Jessie aparecieron.
-Inténtalo – dijo Jessie con dulzura – no te preocupes si no te sale a la primera.
Arsen asintió. Cerró los ojos y trató de enfocar toda su energía. Sintió como un cosquilleo recorría su cuerpo, poco a poco su cuerpo fue brillando hasta que sintió que su ojo derecho emanaba una luz propia.
Arsen abrió los ojos.
-Bien hecho, Arsen – dijo Jessie.
Blake le lanzó su sable.
-Buenos reflejos – dijo Blake viendo que Arsen no tuvo ningún problema en tomarlo – Tal vez tengo una idea de donde está enfocado tu poder.
Blake corrió y volvió casi enseguida con otro sable.
-En tus brazos – finalizó Blake – Jessie y yo dominamos la espada de rayo. Vamos a ver qué tan bueno eres.
Blake corrió hacia él atacándolo, pero Arsen se defendió. Su visión podía divisar los movimientos de Blake como si estuviera corriendo a una velocidad normal.
-Bien – dijo Blake – La espada de rayo son movimientos súper sónicos que emite una especie de luz que corta más que la hoja de tu espada. Entrégale la espada a Jessie y observa.
Arsen obedeció.
Jessie y Blake se pusieren cara a cara estrechando el filo de sus espadas.
-A mi señal – dijo Blake - ¡Ya!
Jessie empezó con uno movimientos rápidos de la espada que chocaban con la contraria, ambas espadas emitían una luz blanca.
Blake desvió su espada para terminar la demostración.
-Toma, inténtalo – dijo Blake entregándole en sable.
Arsen tomó la espada y se colocó delante de Jessie.
-Empecemos – dijo Blake – y nunca despegues la vista de tu espada.
Jessie empezó los movimientos y Arsen los correspondía. Jessie sintió hacer un gran esfuerzo para esquivar los ataques de Arsen.
-Jessie aumenta la velocidad – ordenó Blake.
Jessie incrementó la rapidez de sus movimientos, pero al parecer no afectaba en lo absoluto a Arsen.
-¡Ya no puedo! – gritó Jessie – ¡Me voy a detener!
Jessie se detuvo, pero se apartó enseguida porque un ataque de Aren, que era inevitable detener, iba en dirección hacia ella.
Al no tener la espada de Jessie chocando contra la suya, un rayo de luz salió disparado de su espada cortando un pino enorme al otro lado de la laguna.
Los tres miraron como el árbol iba cayendo al suelo.
-Impresionante – dijo Blake – es el rayo de Zeus. Solo uno de los cuatro puede hacer ese movimiento y disparar el rayo de Zeus.
-Increíble – corroboró Jessie envainando el sable.
-Practiquemos ese movimiento una vez más – dijo Blake.
Toda la mañana practicaron ese movimiento. Y repetidas veces salió.
En la tarde practicaron destreza y agilidad, cómo defenderse.
Como a las seis de la tarde cuando vieron que el sol estaba a punto de ocultarse pararon de practicar.
-Mañana probaremos tu concentración de energía en tus brazos para puedas perfeccionar el rayo de Zeus – dijo Blake – para volver a la normalidad solo deja relajar tu cuerpo por unos instantes con los ojos cerrados.
Jessie y Blake volvieron a la normalidad.
Arsen tardó un poco más en relajar su energía, pero lo logró.
-Bueno – dijo Blake respirando profundamente – hoy fue un día agotador. Me apetece cenar un buen plato de legumbres e irme a la cama.
-Preparé la cena esta mañana, vengan, ya la sirvo – dijo Jessie dirigiéndose a su casa.
Seguido Arsen y Blake.
-Lo estás haciendo bien – dijo Blake, solo falta práctica.
Arsen asintió.
Desprendió su espada de la gruesa carne de un Centurium, la sangre violácea corría por la hoja de su sable.
Io con un movimiento de muñeca guardó su espada.
-Sigamos – dijo Io apartando unas ramas.
Shen y Menfis observaron al animal inerte en el suelo.
Centurium eran leones, cazadores expertos y muy duros de matar. Les sorprendió que Io con un solo ataque lo hubiera derribado.
-No se queden ahí parados, ¡Caminen! – dijo Lorak pasando a su lado – mi abuela en su andadera camina más rápido que ustedes.
Shen y Menfis le echaron un último vistazo al animal antes de seguir.
martes, 31 de enero de 2012
Capítulo 3
La misión
Alrededor de una mesa redonda estaban tres guerreros, cada uno mirando fijamente a los otros.
-¿Qué crees que pase? - preguntó Lorak. Una chica alta, de ojos verde caña, cabello corto; con un sable en su espalda - ¿Nos mandarán nuevamente tras los seres del Ojo Dorado?
-Quizás sea una opción - dijo Shen, un joven de cabello largo y negro - esos alienígenas... Los mataré a toda costa, lo juro.
-Estás hablando mucho Shen. Si mal no recuerdo uno de ellos te hizo la cicatriz que tienes en el ojo derecho y también a Lorak en su mejilla izquierda - dijo Menfis - No son fáciles de derrotar. Si no hubieramos tenido de nuestro lado a Io, tal vez hubieramos muerto.
-Todos sabemos que Io es la guerra tipo 1 - dijo Lorak levanándose y empezando a caminar. Desenvainó su espada y empezó a agitarla con destreza - por eso es la líder. Sin embargo, a veces piensa en solo ganar la batalla y no se da cuenta que en el combate hay más vidas en riegos.
-Lorak, estás siendo egoísta - dijo Menfis - si ella no hubiera detenido a la chica de ojo dorado, ya que casi te derrota con sus siete espectros, estuvieras en estos momentos bajo tierra.
-Creoq ue subestimamos a Io - dijo Shen - es realmente poderosa.
-Exacto - dijo Lorak - ¿De dónde saca tal poder? No he oído ninguna historia sobre ella. Cada uno de nosotros pasamos vidas terribles, una infancia desastroza, pero ella. Ella no tiene nada que contar.
-Sea cual sea su historia, es la mejor - dijo Menfis - y es mejor que estemos de su lado.
La puerta de la habitación se oyó abrirse.
Del umbral apareció una chica alta, de cabellera negra y larga, la piel blanquísima y ambos ojos azabaches. Su expresión era fría y silenciosa.
-Io - dijo Shen al ver a la chica.
-Ya tengo el informe de nuestra nueva misión - dijo Io poniendo una carpeta en el centro de la mesa.
-¿Dónde? - se limitó a decir Lorak.
-En la laguna oculta en las montañas de Yunasán - dijo Io - hay están ubicados los del Ojo Dorado.
-Esos dos rufianes - dijo Shen - los haremos papilla.
-No dos... Tres -aclaró Io - Uno de nuestros espías averiguó sobre la existencia de uno más, un hombre.
-¿Otro alienígena? - dijo Menfis con sarcasmo - ya nos hemos complicado mucho con la exitencia de dos.
-El informe dice que éste no está adiestrado, no sabe usar sus poderes y para mi lógica es un blanco fácil de derribar. El verdadero problema sería los otros dos - dijo Io.
-Io tiene razón, pero qué estrategia usaremos - dijo Menfis - esa chica fantasma le tengo un poquitín de miedito.
-¡Gallina! - dijo Lorak riendo - de esa me encargo yo. Tengo cuentas pendientes con esa fenómeno.
-¿Qué haremos con flashín? - dijo Shen - a ese no me molestaría darle su buena paliza.
-Tú y yo nos encargaremos del veloz, Shen - dijo Io - y Menfis, te encargo al novato.
-Bien - dijo Menfis.
-Partiremos mañana al alba - dijo Io retirándose de la habitación.
-Sigo diciendo que ese dicho está mal - recriminó Lorak - ¿quién fue el tonto que dijo "Al buen entendedor pocas palabras"? Yo a veces ni le entiendo a Io, parece esos cd's de instrcciones.
-Pues no es una chica de hablar mucho, pienso que ella es más de acción - dijo Shen - todo lo contrario a ti.
-Muy gracioso, eh, Shen - dijo Lorack golpeando la cabeza del pelinegro.
-¡Hey! Arruinas mi peinado - dijo Shen acomodandose su melena.
-Siempre pensé que nunca te peinabas - dijo Lorak - Iré a la cama, no quiero que Miss Number 1 me encuentre de malhumor.
-Quieras o no, siempre serás un ogro por las mañanas - dijo Shen riendo - y el resto de día - murmuró.
Lorak decidó ignorar lo último que había escuchado, se metió a su cuarto y cerró la puerta a golpe.
-Creo que la insultaste - dijo Menfis - Lorak parece el tipo de ruda.
-¡Qué va! - dijo Shen levantándose - vamos a ver como nos va en esta misión. Ojalá y nos vaya mejor que la vez pasada.
-Concuedo contigo - dijo Menfis.
Io estaba recostada en su cama, dormía silenciosamente, pero su mente estaba en una inquietud completa.
El momento se situaba en una cabaña en llamas. Gente corriendo de aquí para allá, huesos crugiendo en el suelo y el olor a carne carbonizada; era desesperante y espantoso.
Una niña estaba sentada al pie de un árbol, llorando. Nadie se percataba de ella y mucho menos intentaban salvarla, ya que todos, de alguna u otra forma, deseaban verla muerta, a aquel anómalo ser.
Los techos de las casa se colapsaban rápidamente y caían sobre las personas, quienes recogían sus pertenecias. Era horrible.
-Ayúdenme - murmuraba la niña entre jadeos.
Los gritos de las personas quemadas aumentaba cada vez más.
-Mamá, papá - murmuró la niña mirando los cadáveres de sus padres frente a ella.
La niña divisó con su ojo izquierdo de color azabache y su ojo derecho dorado, a una miltutud de personas extrañas con vestimentas negras y lineas rojas.
Pensó que eran rescatistas de una tribu cercana, pero no.
Al contrario, a los sobrevivientes le cortaban el cuello con un sable filoso y se aseguraban de que ninguna víctima saliera de allí con vida.
-Mira Jack - dijo uno de los hombres de negro a su compañero - ¿no es una ternura?
-Sí, Fred - dijo Jack mirando a la niña con malicia.
-¡Mamá!,¡Papá!¡Despierten! - gritó la niña agitando ambos cuerpos semi carbonizados.
Los dos hombres rieron a carcajadas.
-Papá, levántate, sálvame - se burló Jack - papito, ni mamita pueden hacer nada.
-Están muertos, lindura - dijo Fred cooperando con su compañero.
Se acercaron a la niña.
-¿por qué no te quitas la ropa? - dijo Jack sacudiendo el vestido manchado de sangre de la niña - Anda, haznos el favor.
La niña lloraba a gritos.
-¡Suéltame! - gritó la niña tratando de quitar las grandes manos de Jack.
Jack rió y empezó a desgarrar el vestido de la pequeña.
-¡No! - gritó ella empujándolo.
-Jack - intervino Fred al darse cuenta que no era un ser humano - es un ser del Ojo Dorado.
Jack lo miró hastiado.
-Entonces ella y yo formaremos una nueva especie de híbridos - dijo Jack desabrochándose el pantalón.
-¡No! - exclamó la niña tratando de librarse de aquel hombre.
Un caballo refinó atrás de aquellos hombres, un hombre que emitía autoridad con su presencia se bajó del auto y tomó al que le decían Jack por el cuello de la camisa.
-¡Qué demonios hacen! - gritó el hombre - cerdos.
La niña miró perdidamente al hombre quien se agachó para acomodarle su destrozado vestido. La tomó en sus brazos y subió a su caballo.
-Señores - dijo el hombre - nos vemos en la organización.
La visión de la niña empezó a hacerse borrosa, muchas luces estaban a su alrededor,al igual que muchas personas. Hablaban acerca de una droga. La tenían acostada en alguna cosa, pensó que era una camilla.
-Jeringuilla - dijo la doctora iyectando una sustancia extraña que le empezó a arder por todo el cuerpo, sentía el líquido correr en sus venas - Listo, litium insertado.
Un grito desgarrador oyó la niña. Parecía tratarse de su madre llamándola desenfrenadamente, pero no lograba verla.
-¡Io! - gritó la voz femenina repetidas veces - ¡Io!
El sonido del despertador hizo que aquel sueño se alejara, iban a ser las cinco y media.
-Maldición - gruñó Io por lo bajo antes de levantarse.
Se puso su uniforme. Aquel vestido negro con líneas rojas, que le causaba una triste nostalgia.
Salió a la hora acordada, puntual, como siempre.
Allí estaban, Menfis y Shen, listos para partir. En cuestión de segundos salió Lorak.
Todos se miraron y tomaron sus sables y los colocaron en sus espaldas.
-Esta vez - inició Io abriendo la puerta - los aniquilaremos. Hasta que mi cuerpo quede sin sangre.
-Sí - dijo Shen - acabaran en la tierra, bajo nuestros pies donde deben estar.
Lorak y Menfis asintieron.
Los cuatro guerreros emprendieron su viaje a la laguna oculta. Aquellos nombrados como los llamados de la luz nocturna no sobrevivirían esta vez. No lo harían.
Alrededor de una mesa redonda estaban tres guerreros, cada uno mirando fijamente a los otros.
-¿Qué crees que pase? - preguntó Lorak. Una chica alta, de ojos verde caña, cabello corto; con un sable en su espalda - ¿Nos mandarán nuevamente tras los seres del Ojo Dorado?
-Quizás sea una opción - dijo Shen, un joven de cabello largo y negro - esos alienígenas... Los mataré a toda costa, lo juro.
-Estás hablando mucho Shen. Si mal no recuerdo uno de ellos te hizo la cicatriz que tienes en el ojo derecho y también a Lorak en su mejilla izquierda - dijo Menfis - No son fáciles de derrotar. Si no hubieramos tenido de nuestro lado a Io, tal vez hubieramos muerto.
-Todos sabemos que Io es la guerra tipo 1 - dijo Lorak levanándose y empezando a caminar. Desenvainó su espada y empezó a agitarla con destreza - por eso es la líder. Sin embargo, a veces piensa en solo ganar la batalla y no se da cuenta que en el combate hay más vidas en riegos.
-Lorak, estás siendo egoísta - dijo Menfis - si ella no hubiera detenido a la chica de ojo dorado, ya que casi te derrota con sus siete espectros, estuvieras en estos momentos bajo tierra.
-Creoq ue subestimamos a Io - dijo Shen - es realmente poderosa.
-Exacto - dijo Lorak - ¿De dónde saca tal poder? No he oído ninguna historia sobre ella. Cada uno de nosotros pasamos vidas terribles, una infancia desastroza, pero ella. Ella no tiene nada que contar.
-Sea cual sea su historia, es la mejor - dijo Menfis - y es mejor que estemos de su lado.
La puerta de la habitación se oyó abrirse.
Del umbral apareció una chica alta, de cabellera negra y larga, la piel blanquísima y ambos ojos azabaches. Su expresión era fría y silenciosa.
-Io - dijo Shen al ver a la chica.
-Ya tengo el informe de nuestra nueva misión - dijo Io poniendo una carpeta en el centro de la mesa.
-¿Dónde? - se limitó a decir Lorak.
-En la laguna oculta en las montañas de Yunasán - dijo Io - hay están ubicados los del Ojo Dorado.
-Esos dos rufianes - dijo Shen - los haremos papilla.
-No dos... Tres -aclaró Io - Uno de nuestros espías averiguó sobre la existencia de uno más, un hombre.
-¿Otro alienígena? - dijo Menfis con sarcasmo - ya nos hemos complicado mucho con la exitencia de dos.
-El informe dice que éste no está adiestrado, no sabe usar sus poderes y para mi lógica es un blanco fácil de derribar. El verdadero problema sería los otros dos - dijo Io.
-Io tiene razón, pero qué estrategia usaremos - dijo Menfis - esa chica fantasma le tengo un poquitín de miedito.
-¡Gallina! - dijo Lorak riendo - de esa me encargo yo. Tengo cuentas pendientes con esa fenómeno.
-¿Qué haremos con flashín? - dijo Shen - a ese no me molestaría darle su buena paliza.
-Tú y yo nos encargaremos del veloz, Shen - dijo Io - y Menfis, te encargo al novato.
-Bien - dijo Menfis.
-Partiremos mañana al alba - dijo Io retirándose de la habitación.
-Sigo diciendo que ese dicho está mal - recriminó Lorak - ¿quién fue el tonto que dijo "Al buen entendedor pocas palabras"? Yo a veces ni le entiendo a Io, parece esos cd's de instrcciones.
-Pues no es una chica de hablar mucho, pienso que ella es más de acción - dijo Shen - todo lo contrario a ti.
-Muy gracioso, eh, Shen - dijo Lorack golpeando la cabeza del pelinegro.
-¡Hey! Arruinas mi peinado - dijo Shen acomodandose su melena.
-Siempre pensé que nunca te peinabas - dijo Lorak - Iré a la cama, no quiero que Miss Number 1 me encuentre de malhumor.
-Quieras o no, siempre serás un ogro por las mañanas - dijo Shen riendo - y el resto de día - murmuró.
Lorak decidó ignorar lo último que había escuchado, se metió a su cuarto y cerró la puerta a golpe.
-Creo que la insultaste - dijo Menfis - Lorak parece el tipo de ruda.
-¡Qué va! - dijo Shen levantándose - vamos a ver como nos va en esta misión. Ojalá y nos vaya mejor que la vez pasada.
-Concuedo contigo - dijo Menfis.
Io estaba recostada en su cama, dormía silenciosamente, pero su mente estaba en una inquietud completa.
El momento se situaba en una cabaña en llamas. Gente corriendo de aquí para allá, huesos crugiendo en el suelo y el olor a carne carbonizada; era desesperante y espantoso.
Una niña estaba sentada al pie de un árbol, llorando. Nadie se percataba de ella y mucho menos intentaban salvarla, ya que todos, de alguna u otra forma, deseaban verla muerta, a aquel anómalo ser.
Los techos de las casa se colapsaban rápidamente y caían sobre las personas, quienes recogían sus pertenecias. Era horrible.
-Ayúdenme - murmuraba la niña entre jadeos.
Los gritos de las personas quemadas aumentaba cada vez más.
-Mamá, papá - murmuró la niña mirando los cadáveres de sus padres frente a ella.
La niña divisó con su ojo izquierdo de color azabache y su ojo derecho dorado, a una miltutud de personas extrañas con vestimentas negras y lineas rojas.
Pensó que eran rescatistas de una tribu cercana, pero no.
Al contrario, a los sobrevivientes le cortaban el cuello con un sable filoso y se aseguraban de que ninguna víctima saliera de allí con vida.
-Mira Jack - dijo uno de los hombres de negro a su compañero - ¿no es una ternura?
-Sí, Fred - dijo Jack mirando a la niña con malicia.
-¡Mamá!,¡Papá!¡Despierten! - gritó la niña agitando ambos cuerpos semi carbonizados.
Los dos hombres rieron a carcajadas.
-Papá, levántate, sálvame - se burló Jack - papito, ni mamita pueden hacer nada.
-Están muertos, lindura - dijo Fred cooperando con su compañero.
Se acercaron a la niña.
-¿por qué no te quitas la ropa? - dijo Jack sacudiendo el vestido manchado de sangre de la niña - Anda, haznos el favor.
La niña lloraba a gritos.
-¡Suéltame! - gritó la niña tratando de quitar las grandes manos de Jack.
Jack rió y empezó a desgarrar el vestido de la pequeña.
-¡No! - gritó ella empujándolo.
-Jack - intervino Fred al darse cuenta que no era un ser humano - es un ser del Ojo Dorado.
Jack lo miró hastiado.
-Entonces ella y yo formaremos una nueva especie de híbridos - dijo Jack desabrochándose el pantalón.
-¡No! - exclamó la niña tratando de librarse de aquel hombre.
Un caballo refinó atrás de aquellos hombres, un hombre que emitía autoridad con su presencia se bajó del auto y tomó al que le decían Jack por el cuello de la camisa.
-¡Qué demonios hacen! - gritó el hombre - cerdos.
La niña miró perdidamente al hombre quien se agachó para acomodarle su destrozado vestido. La tomó en sus brazos y subió a su caballo.
-Señores - dijo el hombre - nos vemos en la organización.
La visión de la niña empezó a hacerse borrosa, muchas luces estaban a su alrededor,al igual que muchas personas. Hablaban acerca de una droga. La tenían acostada en alguna cosa, pensó que era una camilla.
-Jeringuilla - dijo la doctora iyectando una sustancia extraña que le empezó a arder por todo el cuerpo, sentía el líquido correr en sus venas - Listo, litium insertado.
Un grito desgarrador oyó la niña. Parecía tratarse de su madre llamándola desenfrenadamente, pero no lograba verla.
-¡Io! - gritó la voz femenina repetidas veces - ¡Io!
El sonido del despertador hizo que aquel sueño se alejara, iban a ser las cinco y media.
-Maldición - gruñó Io por lo bajo antes de levantarse.
Se puso su uniforme. Aquel vestido negro con líneas rojas, que le causaba una triste nostalgia.
Salió a la hora acordada, puntual, como siempre.
Allí estaban, Menfis y Shen, listos para partir. En cuestión de segundos salió Lorak.
Todos se miraron y tomaron sus sables y los colocaron en sus espaldas.
-Esta vez - inició Io abriendo la puerta - los aniquilaremos. Hasta que mi cuerpo quede sin sangre.
-Sí - dijo Shen - acabaran en la tierra, bajo nuestros pies donde deben estar.
Lorak y Menfis asintieron.
Los cuatro guerreros emprendieron su viaje a la laguna oculta. Aquellos nombrados como los llamados de la luz nocturna no sobrevivirían esta vez. No lo harían.
lunes, 30 de enero de 2012
Capitulo 2
La laguna oculta
Arsen llegó a la aldea Guifel, allí dejó el caballo y entro a uno de los hoteles que había por allí.
El señor mayor que atendía la recepción lo miró de reojo. Sabía que era de esos seres que llamados los del "Ojo Dorado". Ya los había visto y, ciertamente, habitaban cerca de esa aldea.
-Buenas noches - saludó Arsen - quisiera una habitación, solo para esta noche.
El viejo regirstó algo en un papel y luego lu miró de arriba bajo.
-Al parecer andas perdido - comentó el anciano recostándose al pupitre.
-Ando en busca de los del Ojo Dorado - dijo Arsen.
-Los he visto - soltó el anciano poniéndose recto - cerca de aquí, tienen una pequeña cabaña cerca de la laguna oculta.
-¿Dónde es eso? - preguntó Arsen interesado.
-Camino abajo - dijo el señor - verás una vertiente tranquila y al pie una cabaña. Habitan dos de los llamados seres del Ojo Dorado.
-¿cuánto tiempo dura ese viaje? - preguntó Arsen acomodando su espada.
-A pie, una hora y media. A caballo, veinte minutos aproximadamente - contestó el viejo.
Arsen pensó en retirarse y seguir hasta esa extraña cabaña, pero decidió quedarse y partir al alba.
-Su habitación es la primera de la mano derecha, la cena será servida dentro de diez minutos - dijo el señor - ¡Mirta!
Arsen observó a la jovencita salir de una puerta trasera. Vestía un traje chocolate y su cabello rojizo estaba amarrado, desorganizadamente, en una cola.
-Dile a tu madre que vaya sirviendo la cena - ordenó el señor.
-Sí, papá - conestó la chica, observando con rareza a Arsen.
-Puede pasar - dijo el anciano entregándole una llave a Arsen - que goce su estadía, pronto le enviaremos un plato de comida.
Arsen asintió.
Entró a la habitación y se sentó en la silla puesta mirando a la ventana que daba a la calle principal. Miró detenidamente el medallón que la anciana le habia otorgado, parecía ser la luna llena.
Revisó en su brazo izquierdo y observo un lunar redondo y grisaseo que brillaba. Raramente alumbraba, solo brillaba en temporadas de luna llena.
-Hijos de Selene - murmuró Arsen para sí mismo.
De pronto, la pelirroja, hija dek dueño apareció con una bandeja de comida en sus manos.
-La cena - dijo ella sin quitar sus ojos verdes del muchacho.
-Gracias - dijo Arsen levantándose del asiento y cogiendo la bandeja.
La chica volteó para irrse, pero se detuvo frente al umbral de la puerta.
-¿Por qué os has venido? - pregunto Mirta - Nuestra aldea ya no necesita más de los de tu especie. - Seguido de eso cerró la puerta.
Era inevitable pensar que los seres humanos repugnavban a aquellos del Ojo Dorado, más sin embargo, preferían vivir rodeado de animales mortales a su alrededor; temiendo por sus vidas cada día, cada minuto y segundo que pasaba.
Arsen cerró los ojos.
"Ojo dorado... ese ojo es un simple estorbo" pensó Arsen molesto.
Al día siguiente, antes de que los primeros rayos de sol empezaran a salir, Arsen estaba listo para partir a aquella laguna misteriosa.
-Debes ir al sur, no más de dos millas de aquí - dijo el dueño del hotel dándole la dirección.
Arsen asintió.
-Discúlpeme señor - intervino Arsen - ¿Por qué le llaman la laguna oculta si saben su ubicación?
-Ningún ser humano ha vuelto de allí con vida - intervino Carla, la señora - solo aquellos seres llamados de la luz nocturna pueden sobrevivir esa travesía. O tal vez no.
-De todas formas - dijo Carl, el dueño - es mejor que tomes el sendero del árbol del crisol, llegarás más rápido.
-Muchas gracias - dijo Arsen.
El del ojo dorado caminó hacia donde su caballo estaba amarrado.
-Buen día Black - saludó Arsen al caballo.
El magnífico caballo negro agitó su larga melena azabache de un lado a otro, alegremente, al ver a su dueño.
-Ya, ya - tranquilizó Arsen dándole unas palmadas al animal - te desataré, nos iremos enseguida.
En un minuto ya estaba encima del caballo, como un ginete experto y en busca de una aventura.
-¡Jah! - exclamó Arsen pateando el costado del caballo.
El animal salió disparado en dirección al sur, donde se encontraría con aquella laguna oculta.
Los árboles eran grandes y forndosos, pero algunos estaban quemados y sin hojas. Arsen dedujo que debían ser los Indrios.
Los Indrios eran una especie de ave que lanzaba fuego por su pico, volaba a una velocidad impresionante y sus garras eran como el acero.
El verde pasto guiaba al árbol más grande de las primeras montañas de Yunasán, el árbol del crisol.
El caballo se detuvo bruscamente delante de un animal extraño. Un Diano.
Arsen miró de reojo al animal con dientes filos y con garras grandes y mortales.
Arsen se bajó de su caballo y desenvainó la espada para empezar su combate con aquel veroz animal.
-¿Qué esperas? - murmuró Arsen preparado para atacar.
El animal gruñó y se dispuso a correr hacia él.
Arsen de un solo tirón clavó su espada en el cuello del Diano, el animal se quejó por el dolor.
La sangre verde corría por la parte metálica de la espada de Arsen.
-¿Te apetese un Diano para desayunar, eh, Black? - preguntó Arsen a su caballo.
El animal se movió con intensión de atacar. Arsen enterró más su espada, con fuerza, dejando que el feroz Diano cayera inerte ante sus pies.
-Debemos estar alerta - dijo Arsen quitando su espada de la carne del Diano - esta zona parece una mina de Dianos.
Arsen tomó la correa del bosal y caminó halando al caballo. Faltaban menos de medio kilómentro para llegar al árbol del crisol, debía estar atento y en tierra podía actuar con mayor rapidez.
Un árbol gigantezco se puso frente a Arsen. Sus hojas eran amarillas y caían lentamente sobre el pasto. Era el árbol del crisol.
-Creo que debemos pasar por aquí - dijo Arsen.
Una luz brillante de color dorado emerguió entre las profundidades de los arbustos, pero se apagó al tocar la parte trasera del árbol.
Arsen dirigió su espada hacia el tronco.
-¡Lo que sea, salga de una buena vez! - gritó Arsen.
Una chica, increíblemente blanca de cabello gris apareció. Parecía una muñeca de porcelana, frágil y dulce, además tenía el ojo derecho dorado y el zquierdo verde oliva.
-¿Quién eres? - preguntó la chica del ojo dorado - ¿Eres uno de los nuestros?
-Mi nombre es Arsen Clotcher, vengo a buscar a los que le dicen llamados de la luz nocturna - dijo Arsen.
-Eres uno de nosotros - afirmó la chica - sígueme.
Arsen envainó su espada y siguió a la chica.
Entre el monte, los arbustos y los árboles llegaron a la orilla de una laguna y allí al pie, una cabaña de madera.
-Mi nombre es Jessie, luna creciente - dijo la chica - tú debes ser luna llena. Blake está pescando.
Arsen la siguió hasta que sus pies tocaron el agua cristalina de la laguna.
-Allí está - dijo Jessie señalando a un muchacho sentado en una roca con una caña de pescar en la mano. Él chico tenía el cabello gris y su piel, al igual que la chica, era realmente blanca - ¡Blake!
El chico miró a su emisor y sonrió. Bajó de la roca y corrió en dirección a ellos.
-Has encontrado a otro - dijo Blake - soy Blake, luna menguante.
-Arsen... - dijo.
-Luna llena - intervino Jessie.
-Estás huyendo? - preguntó Blake.
-¿Por qué lo haría? - cuestionó Arsen.
-No lo sabe - dijo Jessie - no sabe.
-¿Qué no sé? - preguntó Arsen.
-¿Por qué no entramos, tomamos una taza de té y te decimos? - sugirió Blake.
-Suena bien - sonrió Jessie - anoche corté hojas de planta de limón.
-Ven - dijo Blake.
Todos entraron a la cabaña, había cuatro camas, una cocina. Se sentaron en las bancas del comedor.
-Haré el té - dijo Jessie yendo a la cocina.
-Dime - dijo Arsen - ¿qué es lo que debo saber?
Blake hizo una pausa antes de comenzar.
-Hay una organización situada en el centro del bosque de Jionil. Poseen guerreros poderosos llamados "Ghost Killers" - contó Blake - su objetivo no es solo derribar a las feroces bestias de los cuatros sectores, sino acabar con nuestra especie.
-¿Están entrenados para acecinarnos? - cuestionó Arsen.
-Desde la tercera guerra mundial, esta organización llamada "Zonic" ha entrenado desde pequeños a un tipo de guerreros para acecinarnos, son personas poco comunes. Su genes naturales son de seres humanos, pero en el entrenamiento se le inyectan una sustancia llamada Litium de la sangre de Indrios Y Dianos, una especie de droga para hacerlos mortales.
-¿Por qué nos quieren acecinar? - preguntó Arsen.
-Porque la concepción de una nueva especie es el temor de los seres humanos, piensan que nosotros hemos venido a robar su planeta y a matarlos.- conestó Blake - Lo peor es que, Jessie y yo hemos localizado la presencia de luna nueva.
-¿Pensé que estaría aquí? - dijo Arsen.
-Luna nueva, conocida como Io, es la líder de los "Ghost Killers" - dijo Arsen - la cuestión es que su apariencia física no lo demuestra. Está camuflada.
-¿Entonces? - insistió Arsen - ¿qué pretendemos hacer?
-Ocultarnos - dijo Jessie poniendo las tazas de té en la mesa y sentándose - Son demasiado poderosos.
-Le he dicho a Jessie que si te encontrabamos podríamos ser un objetivos más fuerte - dijo Blake - los poderes de las cuatro fases lunares son poderosas, cada uno tiene un don.
Arsen se sobresaltó, acababa de escuchar algo que nunca se le hubiera ocurrido.
-Veo que aun desconoces de tus habilidades - dijo Jessie tomando un sorbo de su té - el ojo dorado brilla cuando tus poderes están activados, si no lo hace es porque estan desactivados.
-¿Quiere decir, qué poseemos habilidades extraordinarias? - preguntó Arsen.
-No solo extraodinarias, sino únicas en cada uno - dijo Blake - mi habilidad, por ejemplo, es la velocidad. Mis piernas pueden correr a la velocidad de la luz.
-Mi habilidad - dijo Jessie - es multiplicarme, hacer varias ilusiones de mí misma.
-¿Y la de... Io? - preguntó Arsen.
-Hemos combatido contra ella una sola vez... Desconocemos su habilidad, es demasiado fuerte que ni siquiera activa su poder - dijo Jessie.
-Si quieres unirtenos, está bien - dijo Blake - nos serviría tener a uno de los más poderosos.
-¿A qué te refieres? - dijo Arsen.
-Luna nueva y luna llena - inició Jessie - son las fases más poderosas. Luna creciente y luna menguante son mediadores.
-Mañana probaremos tu poder yque capaz eres de contrar tus límites - dijo Blake.
-¿Quieres formar parte de esto? - preguntó Jessie.
Arsen lo pensó. De todas formas estaba con los suyos.
-Sí - contestó Arsen - Pero hay algo que no entiendo.
-¿Qué? - dijo Blake.
-Si tanto nos quieres ver muertos, ¿por qué no matan a Io? Ella también es un ser de ojo dorado - dijo Arsen.
Jessie y Blake se miraro entre ellos. No sabían la respuesta de aquella pregunta y era un misterio, macabro y abrumador.
Arsen llegó a la aldea Guifel, allí dejó el caballo y entro a uno de los hoteles que había por allí.
El señor mayor que atendía la recepción lo miró de reojo. Sabía que era de esos seres que llamados los del "Ojo Dorado". Ya los había visto y, ciertamente, habitaban cerca de esa aldea.
-Buenas noches - saludó Arsen - quisiera una habitación, solo para esta noche.
El viejo regirstó algo en un papel y luego lu miró de arriba bajo.
-Al parecer andas perdido - comentó el anciano recostándose al pupitre.
-Ando en busca de los del Ojo Dorado - dijo Arsen.
-Los he visto - soltó el anciano poniéndose recto - cerca de aquí, tienen una pequeña cabaña cerca de la laguna oculta.
-¿Dónde es eso? - preguntó Arsen interesado.
-Camino abajo - dijo el señor - verás una vertiente tranquila y al pie una cabaña. Habitan dos de los llamados seres del Ojo Dorado.
-¿cuánto tiempo dura ese viaje? - preguntó Arsen acomodando su espada.
-A pie, una hora y media. A caballo, veinte minutos aproximadamente - contestó el viejo.
Arsen pensó en retirarse y seguir hasta esa extraña cabaña, pero decidió quedarse y partir al alba.
-Su habitación es la primera de la mano derecha, la cena será servida dentro de diez minutos - dijo el señor - ¡Mirta!
Arsen observó a la jovencita salir de una puerta trasera. Vestía un traje chocolate y su cabello rojizo estaba amarrado, desorganizadamente, en una cola.
-Dile a tu madre que vaya sirviendo la cena - ordenó el señor.
-Sí, papá - conestó la chica, observando con rareza a Arsen.
-Puede pasar - dijo el anciano entregándole una llave a Arsen - que goce su estadía, pronto le enviaremos un plato de comida.
Arsen asintió.
Entró a la habitación y se sentó en la silla puesta mirando a la ventana que daba a la calle principal. Miró detenidamente el medallón que la anciana le habia otorgado, parecía ser la luna llena.
Revisó en su brazo izquierdo y observo un lunar redondo y grisaseo que brillaba. Raramente alumbraba, solo brillaba en temporadas de luna llena.
-Hijos de Selene - murmuró Arsen para sí mismo.
De pronto, la pelirroja, hija dek dueño apareció con una bandeja de comida en sus manos.
-La cena - dijo ella sin quitar sus ojos verdes del muchacho.
-Gracias - dijo Arsen levantándose del asiento y cogiendo la bandeja.
La chica volteó para irrse, pero se detuvo frente al umbral de la puerta.
-¿Por qué os has venido? - pregunto Mirta - Nuestra aldea ya no necesita más de los de tu especie. - Seguido de eso cerró la puerta.
Era inevitable pensar que los seres humanos repugnavban a aquellos del Ojo Dorado, más sin embargo, preferían vivir rodeado de animales mortales a su alrededor; temiendo por sus vidas cada día, cada minuto y segundo que pasaba.
Arsen cerró los ojos.
"Ojo dorado... ese ojo es un simple estorbo" pensó Arsen molesto.
Al día siguiente, antes de que los primeros rayos de sol empezaran a salir, Arsen estaba listo para partir a aquella laguna misteriosa.
-Debes ir al sur, no más de dos millas de aquí - dijo el dueño del hotel dándole la dirección.
Arsen asintió.
-Discúlpeme señor - intervino Arsen - ¿Por qué le llaman la laguna oculta si saben su ubicación?
-Ningún ser humano ha vuelto de allí con vida - intervino Carla, la señora - solo aquellos seres llamados de la luz nocturna pueden sobrevivir esa travesía. O tal vez no.
-De todas formas - dijo Carl, el dueño - es mejor que tomes el sendero del árbol del crisol, llegarás más rápido.
-Muchas gracias - dijo Arsen.
El del ojo dorado caminó hacia donde su caballo estaba amarrado.
-Buen día Black - saludó Arsen al caballo.
El magnífico caballo negro agitó su larga melena azabache de un lado a otro, alegremente, al ver a su dueño.
-Ya, ya - tranquilizó Arsen dándole unas palmadas al animal - te desataré, nos iremos enseguida.
En un minuto ya estaba encima del caballo, como un ginete experto y en busca de una aventura.
-¡Jah! - exclamó Arsen pateando el costado del caballo.
El animal salió disparado en dirección al sur, donde se encontraría con aquella laguna oculta.
Los árboles eran grandes y forndosos, pero algunos estaban quemados y sin hojas. Arsen dedujo que debían ser los Indrios.
Los Indrios eran una especie de ave que lanzaba fuego por su pico, volaba a una velocidad impresionante y sus garras eran como el acero.
El verde pasto guiaba al árbol más grande de las primeras montañas de Yunasán, el árbol del crisol.
El caballo se detuvo bruscamente delante de un animal extraño. Un Diano.
Arsen miró de reojo al animal con dientes filos y con garras grandes y mortales.
Arsen se bajó de su caballo y desenvainó la espada para empezar su combate con aquel veroz animal.
-¿Qué esperas? - murmuró Arsen preparado para atacar.
El animal gruñó y se dispuso a correr hacia él.
Arsen de un solo tirón clavó su espada en el cuello del Diano, el animal se quejó por el dolor.
La sangre verde corría por la parte metálica de la espada de Arsen.
-¿Te apetese un Diano para desayunar, eh, Black? - preguntó Arsen a su caballo.
El animal se movió con intensión de atacar. Arsen enterró más su espada, con fuerza, dejando que el feroz Diano cayera inerte ante sus pies.
-Debemos estar alerta - dijo Arsen quitando su espada de la carne del Diano - esta zona parece una mina de Dianos.
Arsen tomó la correa del bosal y caminó halando al caballo. Faltaban menos de medio kilómentro para llegar al árbol del crisol, debía estar atento y en tierra podía actuar con mayor rapidez.
Un árbol gigantezco se puso frente a Arsen. Sus hojas eran amarillas y caían lentamente sobre el pasto. Era el árbol del crisol.
-Creo que debemos pasar por aquí - dijo Arsen.
Una luz brillante de color dorado emerguió entre las profundidades de los arbustos, pero se apagó al tocar la parte trasera del árbol.
Arsen dirigió su espada hacia el tronco.
-¡Lo que sea, salga de una buena vez! - gritó Arsen.
Una chica, increíblemente blanca de cabello gris apareció. Parecía una muñeca de porcelana, frágil y dulce, además tenía el ojo derecho dorado y el zquierdo verde oliva.
-¿Quién eres? - preguntó la chica del ojo dorado - ¿Eres uno de los nuestros?
-Mi nombre es Arsen Clotcher, vengo a buscar a los que le dicen llamados de la luz nocturna - dijo Arsen.
-Eres uno de nosotros - afirmó la chica - sígueme.
Arsen envainó su espada y siguió a la chica.
Entre el monte, los arbustos y los árboles llegaron a la orilla de una laguna y allí al pie, una cabaña de madera.
-Mi nombre es Jessie, luna creciente - dijo la chica - tú debes ser luna llena. Blake está pescando.
Arsen la siguió hasta que sus pies tocaron el agua cristalina de la laguna.
-Allí está - dijo Jessie señalando a un muchacho sentado en una roca con una caña de pescar en la mano. Él chico tenía el cabello gris y su piel, al igual que la chica, era realmente blanca - ¡Blake!
El chico miró a su emisor y sonrió. Bajó de la roca y corrió en dirección a ellos.
-Has encontrado a otro - dijo Blake - soy Blake, luna menguante.
-Arsen... - dijo.
-Luna llena - intervino Jessie.
-Estás huyendo? - preguntó Blake.
-¿Por qué lo haría? - cuestionó Arsen.
-No lo sabe - dijo Jessie - no sabe.
-¿Qué no sé? - preguntó Arsen.
-¿Por qué no entramos, tomamos una taza de té y te decimos? - sugirió Blake.
-Suena bien - sonrió Jessie - anoche corté hojas de planta de limón.
-Ven - dijo Blake.
Todos entraron a la cabaña, había cuatro camas, una cocina. Se sentaron en las bancas del comedor.
-Haré el té - dijo Jessie yendo a la cocina.
-Dime - dijo Arsen - ¿qué es lo que debo saber?
Blake hizo una pausa antes de comenzar.
-Hay una organización situada en el centro del bosque de Jionil. Poseen guerreros poderosos llamados "Ghost Killers" - contó Blake - su objetivo no es solo derribar a las feroces bestias de los cuatros sectores, sino acabar con nuestra especie.
-¿Están entrenados para acecinarnos? - cuestionó Arsen.
-Desde la tercera guerra mundial, esta organización llamada "Zonic" ha entrenado desde pequeños a un tipo de guerreros para acecinarnos, son personas poco comunes. Su genes naturales son de seres humanos, pero en el entrenamiento se le inyectan una sustancia llamada Litium de la sangre de Indrios Y Dianos, una especie de droga para hacerlos mortales.
-¿Por qué nos quieren acecinar? - preguntó Arsen.
-Porque la concepción de una nueva especie es el temor de los seres humanos, piensan que nosotros hemos venido a robar su planeta y a matarlos.- conestó Blake - Lo peor es que, Jessie y yo hemos localizado la presencia de luna nueva.
-¿Pensé que estaría aquí? - dijo Arsen.
-Luna nueva, conocida como Io, es la líder de los "Ghost Killers" - dijo Arsen - la cuestión es que su apariencia física no lo demuestra. Está camuflada.
-¿Entonces? - insistió Arsen - ¿qué pretendemos hacer?
-Ocultarnos - dijo Jessie poniendo las tazas de té en la mesa y sentándose - Son demasiado poderosos.
-Le he dicho a Jessie que si te encontrabamos podríamos ser un objetivos más fuerte - dijo Blake - los poderes de las cuatro fases lunares son poderosas, cada uno tiene un don.
Arsen se sobresaltó, acababa de escuchar algo que nunca se le hubiera ocurrido.
-Veo que aun desconoces de tus habilidades - dijo Jessie tomando un sorbo de su té - el ojo dorado brilla cuando tus poderes están activados, si no lo hace es porque estan desactivados.
-¿Quiere decir, qué poseemos habilidades extraordinarias? - preguntó Arsen.
-No solo extraodinarias, sino únicas en cada uno - dijo Blake - mi habilidad, por ejemplo, es la velocidad. Mis piernas pueden correr a la velocidad de la luz.
-Mi habilidad - dijo Jessie - es multiplicarme, hacer varias ilusiones de mí misma.
-¿Y la de... Io? - preguntó Arsen.
-Hemos combatido contra ella una sola vez... Desconocemos su habilidad, es demasiado fuerte que ni siquiera activa su poder - dijo Jessie.
-Si quieres unirtenos, está bien - dijo Blake - nos serviría tener a uno de los más poderosos.
-¿A qué te refieres? - dijo Arsen.
-Luna nueva y luna llena - inició Jessie - son las fases más poderosas. Luna creciente y luna menguante son mediadores.
-Mañana probaremos tu poder yque capaz eres de contrar tus límites - dijo Blake.
-¿Quieres formar parte de esto? - preguntó Jessie.
Arsen lo pensó. De todas formas estaba con los suyos.
-Sí - contestó Arsen - Pero hay algo que no entiendo.
-¿Qué? - dijo Blake.
-Si tanto nos quieres ver muertos, ¿por qué no matan a Io? Ella también es un ser de ojo dorado - dijo Arsen.
Jessie y Blake se miraro entre ellos. No sabían la respuesta de aquella pregunta y era un misterio, macabro y abrumador.
Capítulo 1
¿Quién soy?
Sostenía su espada cubierta de sangre, la sangre verde pastosa de un Diano. El del ojo dorado. Halaba de la correa a su caballo negro.
No era extraño hallarse frente a una bestia tan mortal como lo era un Diano, un ser carnívoro, habriento y poderoso. Luego de aquella explosión nuclear, los animales habían dejado de ser mansos. Ahora eran fieras con un instinto agresivo muy elevado.
El sol casi se ocultaba.
A pesar de que defendía su propia vida, le había hecho un favor a la población más cercana; una villa que yacía en el centro de dos montañas de la región de Yunasán, ya que el animal se dirigía hacia ese lugar.
Había caminado días para llegar a aquella tribu y había matado a cientos de aquellos Dianos y de otras especies, feroces y mortales.
La entrada de la villa era un portal de madera, a simple vista se podían divisar las pequeñas casitas de madera y las personas que regresaban del monte hacia sus casas.
Amarró a su caballo, Black en una cerca antes de continuar su camino.
-¡Dios mío! - dijo un hombre aterrado - es un.. tiene el ojo dorado.
Las personas al oír eso, voltearon a ver al extranjero recién llegado.
-Miguel, entra a la casa - ordenó una señora a su hijo.
Al final de la vereda de tierra se veía, en lo más alto de una colina, una casa corrída y en muy mal estado, sus luces estaban encendidas, pero parpadeaban y la madera rechinaba a causa del viento.
Supo entonces que allí debía encontrarse la anciana.
Caminó hasta encontrarse frente a frente a la puerta agujereada y mal puesta.
Él tocó la puerta suavemente.
Una anciana, de diminuta estatura, con un ojo cerrado y el cabello blanquísimo, abrió la puerta. Al ver al visitante, ésta sonrió.
-Pasa - dijo la anciana.
El del ojo dorado, se dentró a la casucha y de inmediato sacó su sable y lo apuntó en dirección a la vieja.
-Sin rodeos, mujer. Vengo por respuestas.
-Baja esa espada, hijo - dijo la anciana calmadamente - No hay necesidad de usar la violencia. Sí, yo sé lo que quieres comprender y también puedo lastimarte antes de que tu espada toque mi cuello.
De algún modo sintió pánico frente a la serenidad de la vieja, bajó la espada y la envainó.
-Sígueme - ordenó la anciana.
Ambos se dirigieron a una sala decorada con huesos de animales y pociones, había allí una mesa con dos sillas. Ellos se sentaron.
-Sé por qué viniste hasta aquí, Arsen Clotcher - dijo la anciana - Mi nombre es Akane Curay. Has venido a averiguar qué eres tú y por qué vives.
Arsen miró fijamente a la mujer, quien también no le quitaba la vista de encima con su único ojo.
-Eres aquellos que llaman seres llamados de la luz noctura o los del Ojo Dorado - dijo la anciana - Ciertamente son terminos del vulgo. Lo que en realidad eres se reduce a una sola cosa.
-Dígame - insistió Arsen - ¿Qué soy?
-Eres hijo de la diosa Selene, la gobernante de la luz noctura; la luna - dijo Akane.
-¿Un semi-dios? - cuestionó Arsen incrédulo.
-No - negó Akane de inmediato - no eres ni dios, ni humano. Y tampoco eres el único.
-¿Hay más seres iguales a mí? - preguntó Arsen.
-Sí, hay tres más - dijo la anciana - los cuatro hijos de Selene representan las cuatro fases de la luna: Luna nueva, Luna creciente, Luna menguante y Luna llena. Cada uno dispesos por todo el país.
-¿Por qué nacimos? - preguntó Arsen.
Akane sintió una satisfacción por dentro, sabía que tarde o temprano le preguntaría eso y ella no sabría que contestarle.
-Ni yo sé, nadie más sabe - dijo Akane - los únicos que pueden descubrir su porpósito son ustedes. Debes buscar a tus hermanos.
Arsen meneó la cabeza, había viajado muchas horas para que su pregunta más importante fuera una incognita que solo él y los de su clase pudieran descubirla por su cuenta.
-Debes irte - dijo la anciana levantándose - los aldeanos deben estar preparando una revuelta en tu contra. Abandona esta aldea y no vuelvas.
Arsen se levantó dispuesto a dejar esa casa.
-Espera - dijo Akane abriendo un cofre puesto en una mesa llena de otras cosas. De la caja sacó un collar redondo y plateado - Lo encontré hace más de treinta años, es tuyo.
-No lo aceptaré - dijo Arsen - Es usted una persona muy astuta, podría estar embrujado.
-Pero no lo está - afirmó Akane - tómalo.
Arsen sostubo el medallón y lo colocó en su cuello.
-Ahora, vete - ordenó Akane.
Arsen salió de la casa.
Ahora a dónde iría, era un misterio la ubicación de los demás.
Bajó con lentitud de la colina. Desde la cima se veía las antorchas y la muchedumbre reunida en el centro de la aldea, esperando a que Arsen bajara y se encontara con ellos cara a cara. Sin embargo, la intesión de Arsen no era lastimar a nadie y mucho menos matar a ningún humano.
-¡Allí viene! - exclamó uno de los aldenaos.
Arsen desenvainó su espada y con una maniobra agitó su espada con agilidad. Al estar parado frente a ellos los miró fijamente con su ojo derecho dorado y su ojo izquierdo marrón.
-No os quiero matar - dijo Arsen - no he venido a pelear, si es lo que queréis saber-Pueden irse a sus casas que yo dejo su aldea en paz.
Los aldeanos se miraron mutuamente sin saber si creerle o no.
Arsen guardó su espada y empezó a caminar pacíficamente entre la multitud hasta salir de la aldea.
No antes sin desatar uno de los caballos que estaban amarrados a una cerca. Lo montó y pateando el lado dorsal del caballo se puso a correr escapando entre los grandes árboles.
"Hijos de Selene, la diosa mítica de la luna" pensó Arsen.
-¡Jah! - exclamó Arsen agitando el bosal del caballo para aunmentar la velocidad - Empezaremos por la segunda aldea de Yunasán, que se encontraba a pocas millas de allí.
Sostenía su espada cubierta de sangre, la sangre verde pastosa de un Diano. El del ojo dorado. Halaba de la correa a su caballo negro.
No era extraño hallarse frente a una bestia tan mortal como lo era un Diano, un ser carnívoro, habriento y poderoso. Luego de aquella explosión nuclear, los animales habían dejado de ser mansos. Ahora eran fieras con un instinto agresivo muy elevado.
El sol casi se ocultaba.
A pesar de que defendía su propia vida, le había hecho un favor a la población más cercana; una villa que yacía en el centro de dos montañas de la región de Yunasán, ya que el animal se dirigía hacia ese lugar.
Había caminado días para llegar a aquella tribu y había matado a cientos de aquellos Dianos y de otras especies, feroces y mortales.
La entrada de la villa era un portal de madera, a simple vista se podían divisar las pequeñas casitas de madera y las personas que regresaban del monte hacia sus casas.
Amarró a su caballo, Black en una cerca antes de continuar su camino.
-¡Dios mío! - dijo un hombre aterrado - es un.. tiene el ojo dorado.
Las personas al oír eso, voltearon a ver al extranjero recién llegado.
-Miguel, entra a la casa - ordenó una señora a su hijo.
Al final de la vereda de tierra se veía, en lo más alto de una colina, una casa corrída y en muy mal estado, sus luces estaban encendidas, pero parpadeaban y la madera rechinaba a causa del viento.
Supo entonces que allí debía encontrarse la anciana.
Caminó hasta encontrarse frente a frente a la puerta agujereada y mal puesta.
Él tocó la puerta suavemente.
Una anciana, de diminuta estatura, con un ojo cerrado y el cabello blanquísimo, abrió la puerta. Al ver al visitante, ésta sonrió.
-Pasa - dijo la anciana.
El del ojo dorado, se dentró a la casucha y de inmediato sacó su sable y lo apuntó en dirección a la vieja.
-Sin rodeos, mujer. Vengo por respuestas.
-Baja esa espada, hijo - dijo la anciana calmadamente - No hay necesidad de usar la violencia. Sí, yo sé lo que quieres comprender y también puedo lastimarte antes de que tu espada toque mi cuello.
De algún modo sintió pánico frente a la serenidad de la vieja, bajó la espada y la envainó.
-Sígueme - ordenó la anciana.
Ambos se dirigieron a una sala decorada con huesos de animales y pociones, había allí una mesa con dos sillas. Ellos se sentaron.
-Sé por qué viniste hasta aquí, Arsen Clotcher - dijo la anciana - Mi nombre es Akane Curay. Has venido a averiguar qué eres tú y por qué vives.
Arsen miró fijamente a la mujer, quien también no le quitaba la vista de encima con su único ojo.
-Eres aquellos que llaman seres llamados de la luz noctura o los del Ojo Dorado - dijo la anciana - Ciertamente son terminos del vulgo. Lo que en realidad eres se reduce a una sola cosa.
-Dígame - insistió Arsen - ¿Qué soy?
-Eres hijo de la diosa Selene, la gobernante de la luz noctura; la luna - dijo Akane.
-¿Un semi-dios? - cuestionó Arsen incrédulo.
-No - negó Akane de inmediato - no eres ni dios, ni humano. Y tampoco eres el único.
-¿Hay más seres iguales a mí? - preguntó Arsen.
-Sí, hay tres más - dijo la anciana - los cuatro hijos de Selene representan las cuatro fases de la luna: Luna nueva, Luna creciente, Luna menguante y Luna llena. Cada uno dispesos por todo el país.
-¿Por qué nacimos? - preguntó Arsen.
Akane sintió una satisfacción por dentro, sabía que tarde o temprano le preguntaría eso y ella no sabría que contestarle.
-Ni yo sé, nadie más sabe - dijo Akane - los únicos que pueden descubrir su porpósito son ustedes. Debes buscar a tus hermanos.
Arsen meneó la cabeza, había viajado muchas horas para que su pregunta más importante fuera una incognita que solo él y los de su clase pudieran descubirla por su cuenta.
-Debes irte - dijo la anciana levantándose - los aldeanos deben estar preparando una revuelta en tu contra. Abandona esta aldea y no vuelvas.
Arsen se levantó dispuesto a dejar esa casa.
-Espera - dijo Akane abriendo un cofre puesto en una mesa llena de otras cosas. De la caja sacó un collar redondo y plateado - Lo encontré hace más de treinta años, es tuyo.
-No lo aceptaré - dijo Arsen - Es usted una persona muy astuta, podría estar embrujado.
-Pero no lo está - afirmó Akane - tómalo.
Arsen sostubo el medallón y lo colocó en su cuello.
-Ahora, vete - ordenó Akane.
Arsen salió de la casa.
Ahora a dónde iría, era un misterio la ubicación de los demás.
Bajó con lentitud de la colina. Desde la cima se veía las antorchas y la muchedumbre reunida en el centro de la aldea, esperando a que Arsen bajara y se encontara con ellos cara a cara. Sin embargo, la intesión de Arsen no era lastimar a nadie y mucho menos matar a ningún humano.
-¡Allí viene! - exclamó uno de los aldenaos.
Arsen desenvainó su espada y con una maniobra agitó su espada con agilidad. Al estar parado frente a ellos los miró fijamente con su ojo derecho dorado y su ojo izquierdo marrón.
-No os quiero matar - dijo Arsen - no he venido a pelear, si es lo que queréis saber-Pueden irse a sus casas que yo dejo su aldea en paz.
Los aldeanos se miraron mutuamente sin saber si creerle o no.
Arsen guardó su espada y empezó a caminar pacíficamente entre la multitud hasta salir de la aldea.
No antes sin desatar uno de los caballos que estaban amarrados a una cerca. Lo montó y pateando el lado dorsal del caballo se puso a correr escapando entre los grandes árboles.
"Hijos de Selene, la diosa mítica de la luna" pensó Arsen.
-¡Jah! - exclamó Arsen agitando el bosal del caballo para aunmentar la velocidad - Empezaremos por la segunda aldea de Yunasán, que se encontraba a pocas millas de allí.
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