Testigo de tu legado
Arsen abrió los ojos lentamente, su visión era borrosa así que parpadeó varias veces para poder distinguir dónde estaba y que era lo que estaba pasando.
Observó el techo de madera y olió la sazón del caldo que alguien cocinaba.
Trató de levantarse, pero no pudo. No podía sentir sus piernas; sin embargo, sientía un tremendo dolor en su vientre.
Él recordó que lo último que vio fue que una filosa espada trató de atravesar su vientre y el dolor que sintió era algo similar al que estaba sintiendo en esos momentos, pero con menor intensidad.
Se volvió a recostar, algo molesto.
Respiró profundamente, para volver a intentar levantarse.
Una voz conocida sonó levemente.
-Ya despertó - dijo Jessi acercándose para volverlo a acostar - aun no puedes levantarte, estás muy herido.
En escena apareció Blake y los demás Ghost Killers. Se veían golpeados y cansados.
-¿Qué pasó? - preguntó Arsen en un murmullo.
-Debes descansar - dijo Jessie tocando su frente con sutileza.
-Jessie - dijo Blake tomandola del hombro - es mejor que le contemos lo que ha pasado.
-Pero, Blake, él está muy débil - dijo Jessie.
-Ya ha pasado dos días - dijo Blake - está consiente y puede asimilarlo.
-¿Qué pasa? - volvió a preguntar Arsen.
Jessi agachó la cabeza y luego miró hacia su costado.
-No lo diré yo - dijo Jessie.
Arsen los miró extrañado.
-¿Qué sucede? - repitió Arsen.
Blake respiró profundo y pensó por unos momentos lo que iba a decir, o mejor dicho, cómo lo iba a decir.
-Mira Arsen - dijo Blake haciendo pausas largas al hablar - Es difícil decir esto y aun más duro... aceptarlo.
Lorak quien estaba presente soltó el llanto y hundiendo su cara en el pecho de su conpañero Menfis tratando de apagar la sonoridad de sus quejidos.
-Cuando nos reusamos a dejarlos allí, peleando solos, nos regresamos los Ghost Killers y yo. Jessie te llevaba hacia un lugar seguro. - dijo Blake tratando de sonar calmado.
-Tratamos de salvarla, pero fue demasiado tarde - dijo Blake - en parte... ella estaba demasiado débil.
Arsen confundido los miró a todos, para confirmar que lo que estaba pensando no era real.
-¿Quién? - preguntó Arsen.
Todos callaron por miedo a la reacción que Arsen pudiera tener.
-¡Quién! - exclamó Arsen.
-Io... - dijo Lorak con la voz quebrada.
Arsen los miró atónito, aunque esa reacción cambió drasticamente a una actitud de desesperación.
Arsen trató de levantarse, pero lo que hizo fue caerse de la cama, esto le causó un dolor indescriptible, dejando soltar un grito desgarrador.
-¡Maldición! - exclamó Arsen quejándose por el dolor.
Blake y Jessie dueron de inmediato a levantarle.
-¡Suéltenme! - gritó Arsen hamaqueándose para que lo dejaran en paz - ¡Lárguense!... ¡Lárguense!
Todos salieron lo más deprisa posible.
Arsen soltó por fin un llanto amargo que empapaba el suelo formando una corriente y un reflejo.
-¿Por qué no te salvé? - murmuró - ¡Debías vivir!... Daría lo que fuera para poder evitar esto.
Arsen alzó la cabeza.
Conjuntamente a su cama había otra con una sábana blanca y un bulto debajo de aquella clara tela.
Arsen se arrastró, aguantando el dolor de su herida, hasta llegar a ver lo que había sobre el colchón.
Arsen haló la tela blanca dejando al descubierto el pálidao e inerte rostro de Io.
Arsen acarició su rostro mientras repetía muchas veces "Vive".
Luego de algunos minutos, Arsen logró calmarse. Y dijo:
-No dejaré que mueras en vano - dijo Arsen en tono firme - el mundo conocerá lo que hiciste por ellos. Yo seré un testigo de tu legado.
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