Las montañas de Yunasán nunca habían estado tan altas como aquel día en que ella falleció.
Por una extraña razón Arsen pidió que le llevarán allí junto el cuerpo de la guerrera y también pidió que se le hiciera un funeral digno de ella.
El viento soplaba frío, tal cual soplaba la noche en que se reencontró con ella. Todo estaba triste.
Los muchos lamentos se oían en un eco en lo profundo de aquella ilera de montañas.
Aquella espada, la que portaba con mucho honor la pelinegra que poseía el ojo dorado, fue enterrada junto a su tumba como símbolo de valentía y lealtad.
Durante años se difundió una leyenda acerca de unos seres fantásticos, los cuales poseían un ojo dorado. Comúnmente llamados seres del Ojo Dorado o los seres llamados de la luz nocturna. Criaturas sobrenaturales nacidas para hacer cosas maravillosas.
Cuatro hijos de Selene, diosa de la luna, arribaban a la tierra en un periodo de mil años, destinados a batallar contra una gran adversidad.
Una de ellas, y la más sobresaliente, fue nombrada Io, como su nombre terrenal. Fue críada la mitad de su vida por una familia campestre, quien fue asesinada. Su segundo padre, Danzel Brooke, guerrero tipo 1 asesinado por un ser del Ojo Dorado.
No caben las palabras para describir su trágica vida, pero el mundo la conoció y perdurará al pasar de los años, como Io, el ser del Ojo Dorado, quien nos salvó de nuestra propia ambición.
Será recordada, no por la manera en como murió, sino por la razón por la cual se sacrificó.
Debo decir que esta historia jamás me perteneció. Nunca fui el héroe. Solo fui un testigo que se encargó de difundir el legado de una héroe, mejor dicho, heroína.
Aun sigo, a pesar de los años, sentado en una piedra adyacente a su tumba, disfrurando de una fría ventisca y del olor a rocío y llovizna.
Han pasado años, tantos, no me he puesto a cuatificarlos.
Las tribus me conocen como Arsen el declarante de las verdades o el anciano de las altas montañas de Yunasán.
"Haré que tu muerte no sea en vano" pensé mientras un rápido recuerdo de la muerte de Io pasó por mi mente.
-He cumplido mi promesa... Solo espero encontrarte al momento de partir.
Memorias de Arsen Clotcher
Ojo Dorado
Noviembre 12 del 4796.
Fin
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