La laguna oculta
Arsen llegó a la aldea Guifel, allí dejó el caballo y entro a uno de los hoteles que había por allí.
El señor mayor que atendía la recepción lo miró de reojo. Sabía que era de esos seres que llamados los del "Ojo Dorado". Ya los había visto y, ciertamente, habitaban cerca de esa aldea.
-Buenas noches - saludó Arsen - quisiera una habitación, solo para esta noche.
El viejo regirstó algo en un papel y luego lu miró de arriba bajo.
-Al parecer andas perdido - comentó el anciano recostándose al pupitre.
-Ando en busca de los del Ojo Dorado - dijo Arsen.
-Los he visto - soltó el anciano poniéndose recto - cerca de aquí, tienen una pequeña cabaña cerca de la laguna oculta.
-¿Dónde es eso? - preguntó Arsen interesado.
-Camino abajo - dijo el señor - verás una vertiente tranquila y al pie una cabaña. Habitan dos de los llamados seres del Ojo Dorado.
-¿cuánto tiempo dura ese viaje? - preguntó Arsen acomodando su espada.
-A pie, una hora y media. A caballo, veinte minutos aproximadamente - contestó el viejo.
Arsen pensó en retirarse y seguir hasta esa extraña cabaña, pero decidió quedarse y partir al alba.
-Su habitación es la primera de la mano derecha, la cena será servida dentro de diez minutos - dijo el señor - ¡Mirta!
Arsen observó a la jovencita salir de una puerta trasera. Vestía un traje chocolate y su cabello rojizo estaba amarrado, desorganizadamente, en una cola.
-Dile a tu madre que vaya sirviendo la cena - ordenó el señor.
-Sí, papá - conestó la chica, observando con rareza a Arsen.
-Puede pasar - dijo el anciano entregándole una llave a Arsen - que goce su estadía, pronto le enviaremos un plato de comida.
Arsen asintió.
Entró a la habitación y se sentó en la silla puesta mirando a la ventana que daba a la calle principal. Miró detenidamente el medallón que la anciana le habia otorgado, parecía ser la luna llena.
Revisó en su brazo izquierdo y observo un lunar redondo y grisaseo que brillaba. Raramente alumbraba, solo brillaba en temporadas de luna llena.
-Hijos de Selene - murmuró Arsen para sí mismo.
De pronto, la pelirroja, hija dek dueño apareció con una bandeja de comida en sus manos.
-La cena - dijo ella sin quitar sus ojos verdes del muchacho.
-Gracias - dijo Arsen levantándose del asiento y cogiendo la bandeja.
La chica volteó para irrse, pero se detuvo frente al umbral de la puerta.
-¿Por qué os has venido? - pregunto Mirta - Nuestra aldea ya no necesita más de los de tu especie. - Seguido de eso cerró la puerta.
Era inevitable pensar que los seres humanos repugnavban a aquellos del Ojo Dorado, más sin embargo, preferían vivir rodeado de animales mortales a su alrededor; temiendo por sus vidas cada día, cada minuto y segundo que pasaba.
Arsen cerró los ojos.
"Ojo dorado... ese ojo es un simple estorbo" pensó Arsen molesto.
Al día siguiente, antes de que los primeros rayos de sol empezaran a salir, Arsen estaba listo para partir a aquella laguna misteriosa.
-Debes ir al sur, no más de dos millas de aquí - dijo el dueño del hotel dándole la dirección.
Arsen asintió.
-Discúlpeme señor - intervino Arsen - ¿Por qué le llaman la laguna oculta si saben su ubicación?
-Ningún ser humano ha vuelto de allí con vida - intervino Carla, la señora - solo aquellos seres llamados de la luz nocturna pueden sobrevivir esa travesía. O tal vez no.
-De todas formas - dijo Carl, el dueño - es mejor que tomes el sendero del árbol del crisol, llegarás más rápido.
-Muchas gracias - dijo Arsen.
El del ojo dorado caminó hacia donde su caballo estaba amarrado.
-Buen día Black - saludó Arsen al caballo.
El magnífico caballo negro agitó su larga melena azabache de un lado a otro, alegremente, al ver a su dueño.
-Ya, ya - tranquilizó Arsen dándole unas palmadas al animal - te desataré, nos iremos enseguida.
En un minuto ya estaba encima del caballo, como un ginete experto y en busca de una aventura.
-¡Jah! - exclamó Arsen pateando el costado del caballo.
El animal salió disparado en dirección al sur, donde se encontraría con aquella laguna oculta.
Los árboles eran grandes y forndosos, pero algunos estaban quemados y sin hojas. Arsen dedujo que debían ser los Indrios.
Los Indrios eran una especie de ave que lanzaba fuego por su pico, volaba a una velocidad impresionante y sus garras eran como el acero.
El verde pasto guiaba al árbol más grande de las primeras montañas de Yunasán, el árbol del crisol.
El caballo se detuvo bruscamente delante de un animal extraño. Un Diano.
Arsen miró de reojo al animal con dientes filos y con garras grandes y mortales.
Arsen se bajó de su caballo y desenvainó la espada para empezar su combate con aquel veroz animal.
-¿Qué esperas? - murmuró Arsen preparado para atacar.
El animal gruñó y se dispuso a correr hacia él.
Arsen de un solo tirón clavó su espada en el cuello del Diano, el animal se quejó por el dolor.
La sangre verde corría por la parte metálica de la espada de Arsen.
-¿Te apetese un Diano para desayunar, eh, Black? - preguntó Arsen a su caballo.
El animal se movió con intensión de atacar. Arsen enterró más su espada, con fuerza, dejando que el feroz Diano cayera inerte ante sus pies.
-Debemos estar alerta - dijo Arsen quitando su espada de la carne del Diano - esta zona parece una mina de Dianos.
Arsen tomó la correa del bosal y caminó halando al caballo. Faltaban menos de medio kilómentro para llegar al árbol del crisol, debía estar atento y en tierra podía actuar con mayor rapidez.
Un árbol gigantezco se puso frente a Arsen. Sus hojas eran amarillas y caían lentamente sobre el pasto. Era el árbol del crisol.
-Creo que debemos pasar por aquí - dijo Arsen.
Una luz brillante de color dorado emerguió entre las profundidades de los arbustos, pero se apagó al tocar la parte trasera del árbol.
Arsen dirigió su espada hacia el tronco.
-¡Lo que sea, salga de una buena vez! - gritó Arsen.
Una chica, increíblemente blanca de cabello gris apareció. Parecía una muñeca de porcelana, frágil y dulce, además tenía el ojo derecho dorado y el zquierdo verde oliva.
-¿Quién eres? - preguntó la chica del ojo dorado - ¿Eres uno de los nuestros?
-Mi nombre es Arsen Clotcher, vengo a buscar a los que le dicen llamados de la luz nocturna - dijo Arsen.
-Eres uno de nosotros - afirmó la chica - sígueme.
Arsen envainó su espada y siguió a la chica.
Entre el monte, los arbustos y los árboles llegaron a la orilla de una laguna y allí al pie, una cabaña de madera.
-Mi nombre es Jessie, luna creciente - dijo la chica - tú debes ser luna llena. Blake está pescando.
Arsen la siguió hasta que sus pies tocaron el agua cristalina de la laguna.
-Allí está - dijo Jessie señalando a un muchacho sentado en una roca con una caña de pescar en la mano. Él chico tenía el cabello gris y su piel, al igual que la chica, era realmente blanca - ¡Blake!
El chico miró a su emisor y sonrió. Bajó de la roca y corrió en dirección a ellos.
-Has encontrado a otro - dijo Blake - soy Blake, luna menguante.
-Arsen... - dijo.
-Luna llena - intervino Jessie.
-Estás huyendo? - preguntó Blake.
-¿Por qué lo haría? - cuestionó Arsen.
-No lo sabe - dijo Jessie - no sabe.
-¿Qué no sé? - preguntó Arsen.
-¿Por qué no entramos, tomamos una taza de té y te decimos? - sugirió Blake.
-Suena bien - sonrió Jessie - anoche corté hojas de planta de limón.
-Ven - dijo Blake.
Todos entraron a la cabaña, había cuatro camas, una cocina. Se sentaron en las bancas del comedor.
-Haré el té - dijo Jessie yendo a la cocina.
-Dime - dijo Arsen - ¿qué es lo que debo saber?
Blake hizo una pausa antes de comenzar.
-Hay una organización situada en el centro del bosque de Jionil. Poseen guerreros poderosos llamados "Ghost Killers" - contó Blake - su objetivo no es solo derribar a las feroces bestias de los cuatros sectores, sino acabar con nuestra especie.
-¿Están entrenados para acecinarnos? - cuestionó Arsen.
-Desde la tercera guerra mundial, esta organización llamada "Zonic" ha entrenado desde pequeños a un tipo de guerreros para acecinarnos, son personas poco comunes. Su genes naturales son de seres humanos, pero en el entrenamiento se le inyectan una sustancia llamada Litium de la sangre de Indrios Y Dianos, una especie de droga para hacerlos mortales.
-¿Por qué nos quieren acecinar? - preguntó Arsen.
-Porque la concepción de una nueva especie es el temor de los seres humanos, piensan que nosotros hemos venido a robar su planeta y a matarlos.- conestó Blake - Lo peor es que, Jessie y yo hemos localizado la presencia de luna nueva.
-¿Pensé que estaría aquí? - dijo Arsen.
-Luna nueva, conocida como Io, es la líder de los "Ghost Killers" - dijo Arsen - la cuestión es que su apariencia física no lo demuestra. Está camuflada.
-¿Entonces? - insistió Arsen - ¿qué pretendemos hacer?
-Ocultarnos - dijo Jessie poniendo las tazas de té en la mesa y sentándose - Son demasiado poderosos.
-Le he dicho a Jessie que si te encontrabamos podríamos ser un objetivos más fuerte - dijo Blake - los poderes de las cuatro fases lunares son poderosas, cada uno tiene un don.
Arsen se sobresaltó, acababa de escuchar algo que nunca se le hubiera ocurrido.
-Veo que aun desconoces de tus habilidades - dijo Jessie tomando un sorbo de su té - el ojo dorado brilla cuando tus poderes están activados, si no lo hace es porque estan desactivados.
-¿Quiere decir, qué poseemos habilidades extraordinarias? - preguntó Arsen.
-No solo extraodinarias, sino únicas en cada uno - dijo Blake - mi habilidad, por ejemplo, es la velocidad. Mis piernas pueden correr a la velocidad de la luz.
-Mi habilidad - dijo Jessie - es multiplicarme, hacer varias ilusiones de mí misma.
-¿Y la de... Io? - preguntó Arsen.
-Hemos combatido contra ella una sola vez... Desconocemos su habilidad, es demasiado fuerte que ni siquiera activa su poder - dijo Jessie.
-Si quieres unirtenos, está bien - dijo Blake - nos serviría tener a uno de los más poderosos.
-¿A qué te refieres? - dijo Arsen.
-Luna nueva y luna llena - inició Jessie - son las fases más poderosas. Luna creciente y luna menguante son mediadores.
-Mañana probaremos tu poder yque capaz eres de contrar tus límites - dijo Blake.
-¿Quieres formar parte de esto? - preguntó Jessie.
Arsen lo pensó. De todas formas estaba con los suyos.
-Sí - contestó Arsen - Pero hay algo que no entiendo.
-¿Qué? - dijo Blake.
-Si tanto nos quieres ver muertos, ¿por qué no matan a Io? Ella también es un ser de ojo dorado - dijo Arsen.
Jessie y Blake se miraro entre ellos. No sabían la respuesta de aquella pregunta y era un misterio, macabro y abrumador.
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